Volcán Pacaya (Guatemala)

Esta es la ruta que hicimos con un guía del centro de visitantes. No llegamos hasta el borde del cráter porque no estaba permitido, aunque sí nos acercamos hasta el punto más cercano posible. El coche se deja en el pueblo donde se encuentra el centro de visitantes, se paga la entrada y se contrata al guía. La caminata es relativamente fácil, son menos de 7 km en total. Al tratarse de un volcán la primera parte es casi toda subida y después todo bajada. Primero pasamos por un bosque, que desapareció cuando llegamos a los campos de lava. Dentro de estos campos pudimos distinguir los de lava más antigua y más reciente, de la última erupción (la más reciente era de color más oscuro y de hecho cambió la forma del cráter, que parece estar en constante evolución). También pasamos por sitios por donde salía vapor de agua caliente, debido a la evaporación de agua sobre la piedra, caliente por debajo de la superficie. Nos pudimos meter dentro de un agujero en la lava, que también estaba caliente…una gran diversión para nuestros hijos de 11 y 12 años. Una muestra de lo turístico que es ya esta ruta es la existencia de una tienda de recuerdos, llamada “Lava Store”, al lado del campo de lava. Allí es donde vimos a un grupo de americanos calentando nubes (marsh mellows) con el calor de las piedras volcánicas. También hay muchos “taxis” equinos que pueden llevar a las personas que no quieren andar hasta donde empieza la lava (los caballos no pueden andar sobre la parte cortante de la lava). Recomendamos unas buenas botas de montaña. Cuando fuimos nosotros (a principios de julio) no nos hizo falta abrigo especial, las temperaturas eran agradables. Pantalones largos (o cortos), camiseta y sombrero eran suficientes. Llevar agua y quizás un poco de comida, aunque se puede adquirir un tentempié en el centro de visitantes.