Ruta IV martes 30 mayo

Salimos dirección Avda. Trenbide con la intención de recorrerla hasta el final.
Nada más salir, encontramos una cabina de teléfono. Seguimos y nos llama la atención una pintura mural que se ve a través de las unos andamios desmontados.
Más arriba, vemos unos residuos urbanos junto a un contenedor (nos llama la atención la combinación cromática; rojo, amarillo y negro).
Continuamos hacia las vías del tren y destaca un edifico en ruinas con un anuncio (de azulejos) de una fábrica de licores.
Cruzamos las vías por un túnel y al salir, vemos un edifico con unas tuberías (probablemente de gas) en su fachada que nos recuerdan a los relieves de la arquitectura de Carlo Scarpa.
Llegamos a una plaza desde la que se divisan unas naves industriales junto al río y una de las pocas grúas de construcción que hemos visto en la ciudad.
La ciudad termina con una serie de viviendas de tipología de cuatro alturas de tipología tradicional rodeadas de naturaleza.
La perspectiva del horizonte dibuja un contorno de vegetación junto a las vías del tren, rodeando algunas naves industriales y una población al fondo.
Preguntamos a un ciudadano qué población es la que se divisa al fondo y nos dice que es Etxebarri.
Volvemos a adentrarnos en Basauri por una calle paralela a la Avda. Trenbide junto a las vías del tren y nos encontramos con una fachada que destaca por la sencillez de su composición cromática (nos recuerda a Sean Scully). Junto a esta fachada, un poco más adelante, volvemos a encontrar una fachada que nos llama la atención por su composición cromática (sencilla y minimalista) que contrasta con la estructura (constructivista) de una grúa justo detrás de nosotros.
Continuamos hacia una zona abierta y encontramos la grúa que habíamos visto desde lo alto de la plaza anterior (preguntamos a un ciudadano y nos dice que antes era una zona de casa bajas, habitadas por gitanos en su última etapa. Ahora, dice, son viviendas de protección oficial). Dos construcciones nuevas destacan sobre el resto de la ciudad.
Atravesamos un parque con un escenario portátil (preguntamos a una ciudadana y nos dice que tiene unos 20 años, que antes había unos pocos caseros dispersos. En el escenario dan conciertos cada semana para personas mayores) antes de bajar de nuevo hacia nuestro punto de partida.