Camino del Cid con niños: Etapa 07 Sagunto-Petres-Albalat dels Tarongers

+++ ETAPA 7: SAGUNTO - PETRÉS - ALBALAT DELS TARONGERS +++

Hacemos hoy una bonita etapa que nos hace sentir que dejamos atrás las zonas urbanas y sentimos que nos adentramos en la naturaleza. Para nosotros ha sido, además, una grata sorpresa descubrir el río Palancia en todo su esplendor. Lo teníamos tan cerca y lo conocíamos tan poco. ¡Más vale tarde que nunca!

Aparcamos en la estación de tren de Sagunto (gratuito) y callejeamos para rodear Sagunto. Parada obligatoria es el Horno Hnas. Trenco (torta de pasas y nueces ES-PEC-TA-CU-LAR). Tras el horno visitamos un bonito parque infantil y bordeamos Sagunto por el Palancia, a veces por el paseo superior, a veces bajando al cauce. Vemos aquí algunas señales del Camino de Santiago (menudo pateo).

El camino por el interior del cauce se interrumpe al llegar a la presa, donde tendremos que subir al carril bici (compartido) y seguir avanzando. Cuando el carril bici termina bajamos al vado del río (vado1) y aprovechamos para dar cuenta de la tarta de pasas y nueces. Nos debatimos entre volver al horno a por más o continuar ruta. Dura discusión.

Continuamos por el camino cerca del río durante un pequeño tramo, pero que permite observar el río y su fauna (en este tramo vimos una pareja de Morito Común, un conejo y una serpiente). Nos apartamos de la senda del borde del río y subimos a la carretera. Son sólo 200m de carretera, que decidimos recorrer por la cuneta (resulta sencillo), por si algún coche viene demasiado rápido.

Cruzamos el puente hacia Petrés por la acera y tomamos una carretera de huerta sin apenas tráfico que nos lleva al pueblo, al que accedemos por la Zona del pozo medieval que daba servicio al Castillo. Atravesamos el pueblo por la Iglesia y nos dirigimos al camino que nos llevará a través de bonitos y tranquilos caminos de huerta hacia delante, siempre cerca del río. PRECIOSO.

El camino discurre por agradables caminos de huerta hasta Albalat, cuyo campanario llevamos un par de kilómetros divisando por encima de los naranjos.

En Albalat del Tarongers es obligado ver el Palacio-Castillo y bajar al río, que gracias a una primavera lluviosa está increíble. En silencio conseguimos ver alguna garza, ranas y un montón de golondrinas y aviones.

Teníamos previsto que un adulto fuera andando hasta la estación de tren de Estivella y volviera en tren a por el coche, pero Renfe ha cambiado los horarios y el próximo tren sale tardísimo, por la noche. Así que el adulto más valiente emprende a pata el camino de regreso y en un par de horas lo tenemos de vuelta con el coche recogiendo a "la tropa". Cuenta que el camino de vuelta a paso de adulto ha sido muy interesante: plagado de caracoles, conejos y pájaros. Lo que tiene ir en silencio por el campo.