Iniciación al paddle surf en la playa de Gandía

Este verano ha sido la fiebre del paddle surf, en la playa había más tablas que colchonetas. Después de la experiencia es un deporte muy divertido y recomendable.


Sobre el equipo

En mi caso adquirí una tabla hinchable para poderla transportar, su presión de trabajo es de 15 psi y se hincha con un inflador manual de dos posiciones la primera da más caudal y la segunda más presión, en la primera llegaremos a unos 10 psi, a partir de esta presión hay que cambiar de posición si no queremos lesionarnos la espalda. A la presión de trabajo nominal se comporta casi como una tabla rígida.

Respecto al tamaño cuanto más grande será más estable para mantener el equilibrio y facilita el aprendizaje. En contra costará más trabajo para desplazarla. Muy a tener en cuenta es la longitud o eslora de la tabla porque según la CHJ que regula el uso del agua en ríos y embalses en la Comunidad Valenciana si esta mide más de 2,5 m se considera embarcación y es necesaria una declaración responsable para poder navegar en aguas dulces con un coste aproximado de 75 euros al año. En el mar no hay ninguna limitación.

Una tabla grande permite ir a dos personas cómodamente.

La pala, regulable en altura, deberá abarcar la longitud que va desde el suelo hasta nuestra mano cuando esta está totalmente extendida hacia arriba. Su posición en el agua es al contrario de un remo que funcionan por la parte convexa, en el paddle está diseñado para trabajar por la cóncava.

Es imprescindible una bolsa impermeable para guardar los objetos de valor como llaves o móvil.

Si vamos a estar un buen rato, la botella de agua, la gorra y una camiseta son convenientes.

También es muy interesante un chaleco salvavidas que en el caso de mareo, indisposición o una mala caída nos mantenga a flote.

Para aprender

Desde mi experiencia lo primero que hay que aprender es a subir y a caer, el cuerpo tiene que acostumbrarse a las caídas continuas, vale la pena invertir 10 min en subir mantener un poco el equilibrio y tirarse de la tabla. Una vez sabemos caer toca aprender a remar manteniendo el equilibrio, al principio tiemblan las piernas y ello dificulta el equilibrio, hay que estar lo más tranquilo posible, cuando las piernas dejan de temblar es mucho más fácil mantenerse de pie.

El primer día interesa que el agua esté lo más tranquila posible por lo que toca madrugar y antes de las ocho estar ya en el mar. Al final es como montar en bicicleta, le pillas el equilibrio y a divertirse. El equilibrio y las sensaciones cambian en función de la dirección de las olas, a mí me resultaba más fácil cuando las olas venían por detrás, hay que probar todas las direcciones para acostumbrarse. Cuando dominas la técnica es realmente divertido, se puede alcanzar sin dificultad sobre 4 km/h, en una salida se pueden recorrer perfectamente 7 km.



Precauciones

Lo más importante es no salir nunca cuando el viento sopla de poniente, es lo primero en lo que nos tenemos que fijar.

Cuando empezamos a remar mejor en contra del viento y de esa forma será más fácil volver.

Al salir y llegar a la orilla mejor de rodillas porque si nos caemos daremos contra el suelo.

Siempre atarse la tabla al tobillo par no perderla cuando caemos, las olas se la llevan rápidamente.

Al entrar ponerse delante de la tabla para que las olas no te la echen encima pues un golpe puede hacer bastante daño, al salir hay que ponerse detrás por el mismo motivo.

Hay que entrar y salir por las zonas habilitadas a las embarcaciones en las zonas de baño, evitar remar entre bañistas.