El Cornón+Peña Blanca+Peña Penouta

Una de las clásicas en Somiedo. Salimos del propio pueblo de El Puerto en dirección al Cornón atravesando unas bonitas y verdes campas salpicadas por multitud de flores en esta época. El camino asciende de forma suave hasta alcanzar un collado que da vista a Peña Penouta que se alza imponente y que subiremos de regreso. Continuamos por una zona más llana y herbosa con numerosas charcas donde es fácil ver a los jóvenes tritones completando su metamorfosis. Desde aquí ya vemos nuestro objetivo principal de la jornada. Tras una breve bajada alcanzamos la base del Cornón; aquí comienza la parte más empinada del trayecto pero en una hora escasa llegamos zigzagueando por su ladera llegamos al vértice geodésico (2188 m) . Buzón y extraordinarias vistas de toda la zona de somiedo y hasta las Ubiñas si las nubes lo permiten.
Bajamos de nuevo a la base del Cornón y unos 10 minutos más tarde cogemos un claro sendero a la izquierda que nos conduce hacia un llano herboso que atravesamos en dirección a Peña Blanca. Una suave ladera que se transita en 20 min nos deja en la cumbre (1588 m).
Desde aquí hay que buscar la bajada, más pedregosa, para llegar al collado que separa Peña Blanca de Peña Penuota. Hay Varias alternativas; la que sigue el track no tiene ninguna complicación salvo los últimos 50 m que son por una inclinada ladera de hierba que acaba un poco más abajo del collado al que remontamos peleando un poco con la vegetación.
Una vez en el collado solo nos queda la ascensión a la cumbre de Peña Penouta por una muy empinada ladera; No hay apenas trazas de sendero y da un poco igual por donde se suba ya que es "todo para arriba" tirando más bien hacia la derecha hasta alcanzar la amplia arista cimera algo más pedregosa que lleva a la cumbre (1985m). Cruz y buzón.
El regreso lo hacemos de nuevo bajando al collado. Si quieres hacer la ruta circular siguiendo el track ahora viene la parte más incómoda. Hay que seguir un sendero muy poco marcado durante una media hora que serpentea oculto entre grandes retamas que dificultan el paso; pero bueno, solo son 30 min como mucho y creo que merece la pena. Por fin salimos a una preciosa campa donde ramonean numerosos caballos y desde aquí ya cogemos un claro camino que se va ensanchando hasta convertirse en una pista que nos deja en el pueblo.
En total son unos 19 km, 1250 m de desnivel positivo y unas 8 horas caminando con calma y con las paradas pertinentes a comer y disfrutar de este maravilloso entorno. Sin dificultad técnica ninguna. Disfrútala.