ALLALINHORN AVENTURASLYA

El día 12 de julio llegamos al atardecer a Saas Fee. Estacionamos en el parking para auto caravanas que hay antes de llegar al pueblo, a mano izquierda. Barrera y recogida de ticket y pagas al salir. Baños con agua caliente, zona de carga y descarga, y luz.
El plan inicial era intentar el Allalin la jornada siguiente. La méteo era mejor para el 14, así que dedicamos el 13 a callejear por este bonito pueblo alpino. Aprovechamos para ubicar el punto de partida del Alpin Express que nos llevaría hasta el Metro Alpin, que termina en Mittel Allalin, punto de partida de la ruta al 4000.
Nos tiramos todo el día en plan turista.
Al día siguiente, ya en “modo montañero”, salimos de “casa” a las 6.30. El pueblo estaba vacío. Llegamos a la estación y sacamos los billetes. Two tickets up and down. To the top. En inglés tarzanero nos comunicamos, porque allí los españoles somos especie rara y no saben ni saludar en nuestro idioma. Cogimos las dos telecabinas que llegan a los 2980 metros desde los 1782 de la estación de Saas Fee. En los dos trayectos se tardan unos 14 minutos. En Felskinn , hay que coger el Metro Alpin, que recorre 1434 metros en poco más de tres minutos. Circula bajo el glaciar y dicen que es el metro más alto del mundo. El punto de llegada es Mittel Allalin situado a 3445m. A efectos prácticos relativos a la aclimatación a la altura, se ascienden 1663 metros en unos 18 minutos. Hay que tener en cuenta que para llegar al tren hay que caminar un tramo por unas galerías bastante frías. Bajamos del funicular y ascendemos unas escaleras, que de momento se nos hacen eternas. Y llegamos a la zona de salida. Allí se amontonan los montañeros. Hay de todo. Guías enseñando a colocarse los crampones a los clientes, gente con pinta de expertos, esquiadores, snow y seguro que algún turista.
Nos colocamos los crampones y salimos al exterior. El día perfecto. Despejado y sin viento.
Comenzamos la marcha. El primer tramo transcurre por unas pistas de esquí. Luego, se entra en un trazado marcado por el paso de gente. El avance lo hacemos lento, para no tener problemas. A partir de aquí, nos encordamos y sacamos el piolet. Poco más adelante, hemos de salvar una grieta donde su uso es imprescindible. Se forma algún que otro atasco, pues cada uno ha de tomarse su tiempo. Siguiendo este trazado, dominado en su totalidad por el color blanco, llegamos al collado Feejoch. La vista desde aquí es espectacular. Se reconoce de manera inequívoca al Cervino. Gracias al día despejado del que disfrutamos, vemos más allá al Mont Blanc . Tras una breve parada, damos un giro hacia el Este y continuamos progresando. Hay de vez en cuando, alguna grieta oculta que hay que salvar con cuidado. Luego pasamos un tramo sobre hielo. Poco más allá, debido a lo expuesto de la cima al viento, la roca está a la vista. Pero la poca tierra que hay entre ella está congelada. Desde este tramo, tenemos a vista, la cima. Pasamos la cota de 4000 y llegamos a una especie de antecima donde se juntan un grupo de cordadas. Salimos a la arista cimera y continuamos hacia la cima. Esperamos a que un grupo de tres montañeras se hagan las fotos. Después subimos nosotros. Hemos conseguido nuestro primer 4000. Evidentemente no estamos en Picos de Europa y los 360º solo podemos decir que son espectaculares. Identificamos al Matterhorn o Cervino y al Mon Blanc. Y hacia al Norte al Eiger, por cuya cara norte pasamos hace unos días.
Tras un instante en la cima, junto a la cruz y contemplando una chova piquigualda que daba vueltas alrededor nuestro, volvimos hacia la arista. De ahí a la antecima, donde nos detuvimos un buen rato. Y comenzamos el descenso. Usamos la misma ruta que en el ascenso. Curiosamente, los guías llevaban a sus clientes por un trazado bordeando las grietas del glaciar. Imaginamos que por extremar las precauciones. Nosotros volvimos a cruzarlas por el mismo lugar por el que las habíamos subido. Y así llegamos, con una sonrisa de oreja a oreja, hasta las pistas de esquí. Y de ahí a Mittel Allalin. Curiosamente en esta zona se encuentra el restaurante giratorio mas alto del mundo. Tarda en dar la vuelta completa una hora. Estuvimos en él. La zona que gira es la de los comensales .El punto de la barra permanece fijo. También hay un museo glaciar, pero para nosotros el mejor hielo es el que está en las montañas. Comimos en la terraza con vistas a las montañas. Nos adentramos en el glaciar para coger el Metro Alpin y de ahí bajamos por los remontes hasta Saas Fee. Un éxito de jornada montañera.
Descansamos contentos.
La mañana siguiente amaneció lloviendo y todo nevado por encima de los 2000 metros. Y salimos de Saas Fee, perla de los Alpes con una muy buena sensación.
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