Z-Barrancos y Arroyos de Beas

Esta ruta la publico pero la marco como Z porque algunos de los tramos me parecieron muy interesantes, y sin embargo no he encontrado ningún track que cursara esas zonas, sobre todo del inicio de la ruta.
Al final de la misma tuvimos que volver improvisadamente, porque no nos dejaban pasar hacia la zona de Campanario, por haber batidas de caza.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Partimos desde Beas, en principio rodando por amplias pistas entre olivares, que se hacían agradables por estar todo cubierto de cesped.
Tras varias dudas de quien nos dirigía, el siempre firme "Gurú" que lleva todos los tracks en su mente, solicitan ayuda al "secretario", que es quien lleva el GPS, y finalmente encontramos la bajada correcta hacia el Arroyo de Candón, donde la vegetación se vuelve más natural, al desaparecer los olivos y ser sustituidos por monte bajo y pinar (foto 3).
Cruzamos el arroyo a pie y en seco, tras encontrar un pequeño paso asequible (foto 2; foto 1 es uno de los puntos por donde no se podía cruzar en seco), y trepamos rodando por un cortafuegos hacia una pista entre pinos.
Rodamos un rato por una agradable pista entre pinos, a pesar de ser amplia, lo que unido con el vado del arroyo de Candón configuran la primera parte agradable de la ruta.
En breve cruzamos una pista mayor, junto a una valla, que cambia nuestro rumbo 90 grados hacia el norte, junto a una finca de frutales a un lado y caballos al otro (Casa del Chiribí?).
Esta amplia pista mejora algo después al volver a entrar en pinar y nos lleva hasta el agradable Embalse de San Walabonso, donde buscamos la cola del mismo para seguir un arroyo rodando casi campo a través, con algún despiste (pues al final nos separamos del arroyo y nos metimos en un jaral que se ciclaba con dificultad).
Tras un breve rato pisteando, empezamos una subida durilla por el barranco del Arroyo del Tamujoso, en otra de las zonas agradables de la ruta, con mucha roca vista y una divertida subida y bajada.
Tras atravesar alguna zona encharcada (Arroyo de la Sepultura), alcanzamos nuevamente una amplia pista donde de nuevo se despistan los medios tradicionales, aunque no hace falta acudir al GPS porque claramente íbamos mal.
Finalmente encontramos la bajada normal hacia la cola del Embalse de Beas, en otro de los tramos destacables del día, tanto por lo divertida de la bajada, rápida y técnica por un senderín, como por la llegada al embalse incrustado entre montes, donde espera una buena trialera de subida. En este tramo, como anécdota la única caída del día en una rodera nada más empezar la bajada, y arriba del todo ya, manada de ciervos con unos 15 ejemplares que nos miraban tan tranquilos.
Desde aquí hasta el final, la ruta que hicimos tiene poca gracia, con pisteo hasta Navahermosa, apareciendo algún eucaliptal y zonas con algo de arena, luego más pisteo hasta los Pinos de Valverde, y cuando terminábamos la travesía del desierto y nos disponíamos a ir hacia Campanario, Peña Geraldo, etc., pues lo dicho, por aquí no que hay batida, por aquí tampoco, así que vuelta por la vía verde hasta cerca de Fuente de la Corcha.
Desde ahí, y por mucho que intentamos investigar algo, no dimos con nada interesante, atravesamos varios tramos de la “sabana” de Huelva, nos liamos intentando entrar en la única mancha arbolada de la zona, y finalmente decidimos tomar la pista directa hacia Beas, no sin estar antes a punto de pasarnos y terminar en Trigueros y tras pegarnos unos metros rodando con viento de cara para culminar “esta travesía del desierto”.
Pues eso, que me quedo con la primera parte, y seguiremos esperando que termine la temporada de caza.
57 km y unos 1.000 metros de desnivel acumulado, según el GPS.