Valdesotos - Pico Cabezas - Embalse del Vado

Otra fantástica ruta por la sierra de Guadalajara. No ofrece dificultad técnica porque transcurre toda por pistas. La dificultad es el desnivel principalmente en la subida al puerto del Pico Cabezas.
Aparcamos el coche en Valdesotos, que tiene a la entrada del pueblo un pequeño parking. Ojo en verano que al no ser muy grande puede estar lleno y al pueblo no se puede acceder en coche.
Salimos del pueblo por la calle principal. Este inicio se hace duro porque en frío de enfrentas a unas rampas fuertes aunque están asfaltadas o con cemento. Superado este primer repecho el camino baja un poco y luego llanea adentrándose por el valle que forma el arroyo de Palancares que el camino cruza 3 ó 4 veces teniendo que vadearlo. A nosotros nos pilló con poca agua y no nos mojamos pero quizás cuando lleve más caudal puedes mojarte los pies.
Pronto el camino se bifurca. Nosotros siguiendo un track tomamos el camino de la derecha. Es un error como explicaré luego. Creo que es mucho mejor seguir recto hacia la izquierda. Serán quizás 3-4 km más pero por una pista transitable y ciclable toda ella. Nuestro camino de la derecha sube en pendiente media y luego baja por un pinar hasta llegar al arroyo del Hondo donde la pista prácticamente desaparece. Vadear este pequeño arroyo nos costó mojarnos los pies. Una vez cruzado el mismo la pista (si se puede llamar así) reaparece pero está muy rota y tiene unas rampas imposibles con una pendiente brutal que nos obligó a hacer todo este tramo a pie empujando la bici hasta enlazar con la pista siguiente.
Superado este desagradable inconveniente tomamos la pista a la derecha. Esta pista en cambio está recién arreglada y parece una autopista. Bajamos un pequeño tramo y afrontamos la parte principal de la subida. Mientras estamos en esta pista principal se hace fácil por su buen firme. Llegamos a una curva de izquierdas donde hay un mojón muy alto de piedras y unas preciosas vistas hacia Valdesotos y los valles que lo rodean. No hacemos foto por estar muy a contraluz.
Poco después tenemos que tomar la pista que sale a la izquierda (ver waypoint). Esta pista tiene un firme bastante peor de piedras de pizarra. Nada más arrancar hay 2-3 zetas con dura pendiente. Luego suaviza un poco. Al final de esta primera subida tenemos vistas hasta Madrid que se ve al fondo fácilmente gracias a las 4 torres de la Castellana. Después hay un tramo de bajada bordeando la montaña del pico Cabezas. Tras esta bajada comienza la parte final de la subida que es la más dura. Hay un primer tramo con hasta 6 curvas en zeta, que hay que afrontar con cierta velocidad sino te quieres quedar parado a mitad de ellas, especialmente en las que tienen más piedra suelta. Después de un tramo recto hay otras 10 zetas más muy seguidas. Afortunadamente entre una y otra la pendiente da cierto respiro para recobrar el aliento. Las vistas hacia la izquierda son increíbles hacia el pico de la Centenera y todo el valle a sus pies. Sobrecoge la soledad y grandiosidad del paisaje. Tras las zetas afrontamos el último tramo de subida ya recto con el que terminamos de bordear el pico Cabezas que queda a nuestra derecha. Al fondo se ve el pico del Lobo nevado.
Iniciamos la bajada primero con otras 4 zetas en las que hay que ir con cuidado. Luego hay un tramo donde la vegetación se está comiendo el camino y hay que tener cuidado de no enganchar el manillar con algún arbusto (sin mayor dificultad). Llegamos a un collado desde el cual tenemos vistas ya hacia el Ocejón y todo el valle de Campillo de Ranas a sus pies. La bajada se adentra en un pinar ya con mejor firme, salvo el tramo final donde la lluvia ha formado unas grandes cárcavas en la pista por lo que hay que ir con cuidado eligiendo la mejor trazada. Cerca del final de la bajada tenemos una vista hacia el arroyo Vallosera y la pista que sube hacia el pueblo abandonado de La Vereda.
Al llegar al cruce tomamos la pista a la derecha. Hay un tramo de subida relativamente largo pero no muy duro. Además esta pista tiene buen firme. La pista va entre pinares acercándose al embalse del Vado que apenas se ve desde alguna curva al fondo. La última parte tiene subidas y bajadas hasta llegar a la presa del embalse.
Desde la presa tomamos la pista asfaltada del canal de Isabel II. Este tramo engaña, al ir en paralelo al río Jarama de bajada parecería que la pista debería tender a bajar pero tiene hasta tres tramos de subida que sin ser muy duros o largos después de subir el puerto anterior ya “pican” un poco (tampoco era mi mejor día). A la izquierda vamos viendo el valle del río Jarama con el monasterio de Bonaval y más adelante el precioso cañón del Jarama que tiene un sendero ciclable casi entero muy recomendable (ver otras rutas mias de la zona).
Tras el último repecho y un tramo llano bajamos hasta la carretera que viene de Puebla de Valles y la tomamos a la derecha para llegar a Valdesotos y nuestro punto de inicio y fin de la ruta.