12 Apóstoles desde Ponferrada con nieve

Ruta circular desde Ponferrada, por entornos ya muy "pisados" en rutas anteriores, aunque en esta ocasión, la atacamos con el aliciente (e inconveniente a la vez, como sufriré en carnes propias) de circular por terrenos nevados.
Indudablemente, las estampas que se consiguen, tanto las que son inmortalizadas en los respectivos dispositivos móviles, como las que únicamente se quedan en la retina, son únicas.
Conseguimos además ir en todo momento, desde que alcanzamos la cota en la que el camino se cubre de blanco, ir pisando nieve virgen, con un espesor variable, rondando siempre los 15- 20 cms.
Ello hace que el esfuerzo, sea acusadamente mayor que en condiciones normales, pero también, que sea inferior a si hubiésemos encontrado la nieve ya pisada por otros vehículos y por lo tanto, más embarrada.
La subida a los 12 Apóstoles, la hacemos atacándola por el camino que conduce a San Adrián de Valdueza. Previamente, hemos pasado por San Esteban y Villanueva de Valdueza, comunicando estos dos últimos pueblos, usando la conocida Senda de Los Monjes, tras cruzar el Oza por el puente de San Lázaro.
Entroncamos con el camino que conduce a San Adrián, "circunvalamdo" Villanueva por una senda que bordea el arroyo homónimo, por la otra vertiente del camino. Una vez en él, nos toca ya engranar los piñones más altos del desarrollo, que ya en pocas ocasiones bajaremos, hasta que comencemos el descenso de final de ruta.
Cuando llegamos al cruce en el que que encontramos el irónico (e icónico) cartel que nos señala hacia San Adrián con la inscripción "Sigue, vas bien", giramos a la izquierda, e inculcamos al ascenso todavía un punto más de exigencia. Cuando superamos los 1100 m de altura, comenzamos a pisar nieve de forma continua. Afortunadamente, la temperatura a esta altura, es bastante llevadera, aunque los copos de nieve comienzan a caer intermitentemente sobre nosotros. Así, llegamos a la pista que conduce a los 12 Apóstoles, y tomamos rumbo al alto desde el cual nos lanzaremos hacia el área recreativa de Ferradillo. A pesar de que este tramo se hace ya con un desnivel mucho más bajo, éste es el punto en el que encontramos una capa de nieve de mayor grosor, que nos hace ir aplicando un mayor esfuerzo para avanzar, además hacer un trabajo extra para intentar seguir una trayectoria en uniforme con la bici.
Una vez que llegamos al área recreativa, tomamos la carretera, que a esta cota de altura está todavía nevada. Hacemos el primer tramo de la bajada extremando las precauciones, ya que el asfalto sí que está bastante más embarrado, por el paso de vehículos, y por lo tanto, resbaladizo. Una vez que la nieve desaparece, podemos bajar ya con más confianza, aunque la humedad que han absorbido mis guantes durante la nevada, hace que la temperatura (y sensibilidad para accionar los frenos) de mis manos sea bajísima, lo que me obliga a bajar muy despacio, alternando la conducción con una sola mano, para calentar la otra a intervalos.
En estas penosas condiciones, conseguimos llegar de nuevo a San Esteban, y volver a generar calor corporal subiendo por la "revientaburras". Desde aquí a Ponferrada, bajamos por la carretera, con unas ganas locas de llegar a casa y meteme en la ducha para recuperar la temperatura corporal.
A pesar de llegar con la bici embarradisima, dejo el lavado de la niña para más adelante, ya que la "fuerza mayor" aconseja aplicar esta moratoria.
Día ( o mañana) hecha!!!!