MORALZARZAL - P. BATAN - P.GRAJAL - P.MARMOTA - CASCADA DEL COBACHO

Una rutita divertida… podríamos llamarla ruta de los Puentes del Manzanares…
El track original era una propuesta de ruta tranquila de nuestro compi Jose Luceros, que no contaba con que Janiel Sin Miedo iba a brujulear en Wikiloc para ver si le podía dar un poco más de chispa a la ruta, que a los Fuera Pistas les gusta enredar y meterse por senderos y sitios con un poco más de dificultad.

Creo que ninguno sospechábamos la magnitud que iba a cobrar el asunto. Después de esta ruta, me planteo seriamente hacer un donativo a Wikiloc. Sí, esa pantallita coñazo que sale cada vez que te descargas un track y que te pregunta si quieres ayudar… al final, si echas cuentas, gracias a Wikiloc hemos creado muchas rutas en lugares que no conocíamos gracias a tracks compartidos en Wikiloc, y hemos conocido a gente como José Luceros, Rabbit, Legionario, … definitivamente, les voy a dar unos eurillos, me caen bien ;-)

Bueno, la ruta...
Empezamos en Moralzarzal, por orden de inscripción: José Luceros, Janiel, Legionario y un servidor (Pablo). Bueno, y el otro José, conocido de Luceros y que nos abandonó antes de terminar la ruta (no se puede estar de fiesta y madrugar para zurrarse con la bici, compañero, que ya no tenemos 20 añitos!!!)

Unos primeros km. de pistas para “calentar” (hacía un frío de cojones) y tener las primeras charlas de la mañana. Cruzamos la M-607 por la Cañada Real y por la Colada de los Gallegos de nuevo y nos desviamos a la derecha para coger un senderito con buena pinta. Ninguno conocemos todo lo que tenemos por delante.

Comenzamos un tramo de casi 12 km. que nos llevará hasta el Puente de la Marmota por senderos en su mayor parte, con tramos sencillos, tramos técnicos, alguna bajada más que escarpada, cortados, subidas imposibles y casi imposibles, puff, imposible contarlo todo.

La sensación es la de estar metidos en una especie de parque de atracciones para bici de montaña, todo el tiempo poniendo a prueba las piernas, los brazos y la mente para ver cómo superar obstáculos, de subida y de bajada. Impresionante, divertido, duro. Tras la miríada de ciclistas que nos encontramos en los primeros km de pista, aquí sólo nos encontramos a tres chavales con los que coincidiríamos varias veces durante la mañana, amantes de los senderos y la diversión como nosotros, y algunos paseantes, pocos.

El entorno es aún más impresionante, con el Manzanares ahí al lado, a veces encajonado 50 metros más abajo, rugiendo entre las piedras o corriendo manso en tramos más anchos, pero sin tiempo para mirarlo demasiado, que el sendero es estrecho y a veces traicionero.

No se puede describir todo lo que hemos disfrutado en este tramo; si te gustan los senderos y tienes un nivel técnico medio-alto, disfrutarás como un enano. Si te gusta rodar tranquilito y sin complicaciones, no lo intentes, besarás el suelo y patearás mucho empujando la bici.

Al final llegamos al Puente de la Marmota sin contratiempos reseñables; empieza aquí una subidita a la que algunos le teníamos ganas, después del desastre de la Madrid-Segovia del año pasado… y resulta que se puede hacer montado enterita, con un par de repechitos complicados, pero que se suben con un poco de fuerza y temple agarrando el manillar.

Al terminar, salimos a la pista y hacemos unos pocos km tranquilos antes de desviarnos de nuevo a la izquierda para hacer otro tramo de sendero divertido por el Cordel de Cantaloja hasta llegar a la M-618.

Un poquito de asfalto, más senderitos, otro poco de asfalto, más caminos hasta llegar a la Berzosa y poner rumbo al postre del día, tras calentar un poco por senderos ratoneros, llegamos a la Cascada del Covacho. Supongo que es un buen lugar para sentarse con un bocata y disfrutar de las peripecias de los ciclistas que se empeñan en trepar por la enorme lancha de piedra que espera tras cruzar el arroyito.

Es un trozo corto, pero muy intenso. Requiere fuerza en las piernas y un poco de habilidad para superar montado los dos pasos difíciles que tienes cuando terminas la zona de piedra, pero es superable, y lo digo por experiencia, que esta vez lo conseguí hacer entero tras bastantes intentos fallidos. Supongo que toda la mañana de entrenamiento ayudó, je, je.

A partir de aquí vuelve la tranquilidad y hacemos los últimos km de vuelta a Moralzarzal con las piernas justitas, las manos frías y pensando en una cervecita con su pincho para compensar el esfuerzo.

Ruta bonita, muy técnica y dura si intentas hacerla entera subido en la bici…

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