Leganes - El Gasco - Leganés

ADVERTENCIA: Si sois de rutas faciles y rodadoras y velocidad, y ....esta no es vuestra ruta.


Comenzamos en Leganés y salimos por el Barrio de Solagua , de allí sale un camino que va paralelo a lo que era la vía militar que conectaba el Acuartelamiento Saboya con los cuarteles de Campamento, cruzamos por encima la N-V, y en vez de ir directos a La Venta de la Rubia por el camino asfaltado, lo hacemos por la Vereda de Castilla que va paralelo.

Venta La Rubia, la gran desconocida de Alcorcón. Esta finca que es referente en el mundo hípico. Aquí se alojó y entrenó durante años la Yeguada Rosales que corría en el hipódromo de La Zarzuela. Lo curioso del sitio es que fue una finca donde cazaba en sus tiempos el Rey Alfonso XIII.
En la actualidad y desde hace años lo compraron varios empresarios y tienen alquiladas como cuadras los diferentes edificios que allí había. En la Venta La Rubia viven unos 200 caballos de empresas que se dedican a negocios diferentes pero todos vinculados al caballo.

Atravesamos la Venta entre sus edificios, que tras una bajada arenosa nos conduce irremediablemente al camino de Villaviciosa que dejaremos para girar a la derecha ya siempre descendiente y dirigirnos pasando bajo la M-50 a la M-511 que pasaremos por encima de una gran pasarela roja que hay, al bajar seguimos otro camino ya en subida tendida que nos conduce a la Urbanización El Bosque. Desde aqui entre pinos, fresnos y para algunos divertidos toboganes cuzaremos por una pasarela el arroyo Valenoso. Seguimos el sendero serpenteante paralelo al rio Guadarrama, pasamos por debajo del puente de la M-513 lo que ahora se llama camino de las huelgas o camino de puente viejo y que nos lleva tras pasar una puerta abierta en el cercado a la M-503, seguimos por la acera hasta una rotonda donde hay un cartel que nos indica a Villafranca del Castillo, que atravesamos por un parque con un camino bien chulo franqueado de estupendos fresnos que nos dan vida con su sombra, ya que hace un calorrrrr, en fin.
Total, que salimos de alli por otro bonito sendero hasta la M-509, la cogemos a la derecha y en breve hay un restaurante a la izquierda y a su izquierda un camino, le seguimos.... vuelve el camino a serpentear, y subir y bajar y vuelta la burra al trigo, acabamos dandonos con el Puente de Retamar.
El Puente del Retamar es una soberbia construcción del siglo XVIII, situada sobre el río Guadarrama. Se encuentra en las proximidades de la urbanización Molino de la Hoz, junto a la carretera comarcal M-505, en el límite de los términos municipales de Las Rozas de Madrid y Galapagar

Antecedentes históricos

Cerca del enclave donde ahora se asienta el puente estuvo la antigua aldea de Santa María del Retamar, fundada por repobladores madrileños en la primera mitad del siglo XII y abandonada a finales del siglo XIV.
Por su situación a los pies del Puerto de Galapagar y en una zona donde el Guadarrama amplía su valle, Santa María del Retamar siempre fue un lugar muy transitado y paso obligado para salvar el río.
Aquí confluían varios caminos comarcales, que, en el último tercio del siglo XVI, cobraron cierta importancia dentro de la red viaria del centro peninsular, debido a la fundación del Monasterio de El Escorial.

Construcción

La decisión de levantar un gran puente en la zona de El Retamar se tomó durante el gobierno del Marqués de la Ensenada (1702-1781), durante el reinado de Carlos III, aprovechando la infraestructura de otro puente anterior, posiblemente del siglo XVI (reinado de Felipe II).Fue construido en el contexto de las obras del Real Camino de Galapagar a El Escorial y del camino de Castilla a Galicia, con el objetivo de hacer transitable el paso del Guadarrama a los carros, algo imposible hasta ese momento. El proyecto fue presentado por Juan de Setién en 1691.

Dejamos atrás el puente, ahora el camino nos lleva a la Urbanización Molino de la Hoz y la presa que lleva el mismo nombre, construida en 1973 para dar servicio a varios pueblos de la zona. Subimos por sus empinadas calles y al poco cogemos otro camino a la izquierda entre casas que nos lleva a la presa de El Gasco por un sendero estrecho y pedregoso.

Presa de El Gasco
Toma su nombre del Monte de El Gasco, un paraje poblado por árboles y arbustos mediterráneos, situado en el término municipal de Torrelodones, en la margen izquierda del Guadarrama. En este punto, el río ha descendido a una altitud de 675 m y se encuentra rodeado de montes que llegan hasta los 941 m de altitud, caso de los Altos del Ahijón, que quedan a la derecha de su cauce. Las características orográficas de este encajamiento fueron consideradas como las más idóneas para la construcción del embalse.

Es una presa inacabada, construida en el último tercio del siglo XVIII sobre el río Guadarrama. Sus ruinas se encuentran en la confluencia de los términos municipales de Torrelodones, Galapagar y Las Rozas de Madrid, en la zona noroeste de la comunidad autónoma española de Madrid.

Fue promovida por el ingeniero de origen francés Carlos Lemaur, en el contexto de las obras del canal del Guadarrama, que tampoco llegó a concluirse, del que hubiese sido su embalse regulador. Fue diseñada, en su momento, como la presa más alta del mundo, con 93 m.3​ De este proyecto, solo se conserva un lienzo de 53 m de altura y 251 de longitud. Mediante este proyecto, se pretendía realizar un canal navegable de 771 km, que, salvando un desnivel de 700 m, hubiese unido fluvialmente la Submeseta Sur con el océano Atlántico, comunicando las aguas de cuatro ríos principales: el Guadarrama (su punto de origen), el Manzanares (a la altura de Madrid), el Tajo (a su paso por Aranjuez) y el Guadalquivir (por Sevilla). En 1787 comenzó a levantarse la presa de El Gasco, con un presupuesto de 180 millones de reales. Las obras fueron dirigidas por Carlos y Manuel Lemaur, hijos del autor del proyecto.

Las obras duraron doce años, que estuvieron marcados por las adversidades. Las obras se abandonaron definitivamente el 14 de mayo de 1799, después de que una fuerte tormenta derrumbara parte del muro meridional cuando se llevaban 53 m construidos.

Atravesamos la presa y seguimos por una senda-trocha entre jarales durante un kilómetro y pico hasta la carretera del puerto de Galapagar, bajamos por carretera ya que el track que seguíamos seguramente nos llevaría por mas senderos-trochas, y a mi en concreto no me hacía ninguna gracia. Volvemos hasta el Puente del Retamar, y desde allí por el mismo camino ya de vuelta hasta Villafranca del castillo donde nos metemos unas jarritas de cerveza. A la salida salimos por un pequeño parque y para no volver por el mismo sitio en un punto determinado nos desviamos a la izquierda por un camino ascendente, es el Camino de la Venta de San Antón, y Camino de la Vega, que entre encinas nos lleva hasta las ruinas del Palacio de Romanillos. Romanillos fue un antiguo municipio ya desaparecido, el cual fue anexionado en el s. XIX por el municipio de Boadilla del Monte. Hacia 1842, se realizó un censo y el municipio a penas contaba con 30 habitantes en total. En la actualidad solo se encuentra un edificio en estado de ruina, y otros dos en ruina total.

Siguiendo el Camino de la Vega, se encuentran las casi inexistentes ruinas del que fue el Palacio de Romanillos (Propiedad de los Condes de Montijo que pasó al Duque de Alba). Sobre estas ruinas se ha construido una casa para utilidad de los pastores y los vigilantes de la finca. A unos 300 metros del Palacio de Romanillos de encuentra la Venta de Romanillos. Se trata de una construcción con base octogonal de ladrillo prácticamente en ruinas. En la actualidad se utiliza para guardar la ovejas.

Nos adentramos entre chalets en Boadilla del Monte y tras pasar una carretera M-516, nos adentramos en lo que se llama la Dehesa de Boadilla, seguimos dirección sur hasta Boadilla pueblo, tras pasarlo nos dirigimos bordeando el campo de golf del Santander, para situarnos en un camino paralelo a la M-50 hasta coincidir con el camino de ida, para cogerlo a la izquierda ya dirección Venta de la Rubia y acabar de nuevo en Leganés