BTT - Aguilar del Río Alhama - Cigudosa - Valdeprado - Las Fuesas - Valdenegrillo - Navajún - IBP 102

Salgo de Aguilar a las 9:00, con la intención de que ya caliente el sol, pero hace un frío de espanto.
Cojo la carretera que sube a cigudosa. Al llegar me sorprende el precioso puente de piedra sobre el río. Cojo el cauce seco del río y ya empezamos a sufrir. Continuos escalones de piedra insalvables (me falta técnica, lo sé, pero desniveles de más de medio metro subiendo....) hasta llegar a un punto donde ya no se puede seguir ya que hay una poza y el desnivel alcanza varios metros. Este punto está marcado con el primer waypoint de la ruta.
En este punto hay que cargar con la bici cuesta arriba, por un camino inexistente, para tomar una senda que crestea el barranco. Siguiendo esta senda terminollegando a un pueblo abandonado (segundo Waypoint) para coger una carretera que me lleva hasta Valdeprado y que pasado este pueblo, no abandono hasta casi llegar a Fuentes de Magaña, ya que antes de llegar cogemos camino a la derecha y comenzamos el descenso a Las Fuesas, por unos caminos preciosos, que revisten cierta dificultad.
En Las Fuesas recogemos agua (tercer Waypoint) de una fuente que no está conectada a la red de saneamiento (sigo vivo) para emprender el camino hacia Valdenegrillo cogiendo una pista que me lleva hasta un cortafuegos. Y aquí comienza la parte más dura de la etapa, pero la más bonita. Hay que subir un tramo del cortafuegos para coger camino a la derecha, que se mete un poco en una finca y que se empina por momentos, para por fín cumbrear y por "pista" llegar hasta Valdenegrillos (cuarto Waypoint), cuya vista desde la pista es preciosa.
Entro en el pueblo para recorrer sus calles y quedo embelesado por la belleza de este sitio.
De aquí me dirijo a Navajún por sendas preciosas en subida, exigentes en lo físico y también el lo técnico (más en lo primero). Cumbreo y bajo a cuchillo hasta Navajún, con cuidado de no perderme porque hay muchas fincas en donde se pierde la senda.
Atravieso el pueblo, foto a la iglesia, un poco de pista y la última sorpresa, el último tramo antes de coger la carretera que me llevará a Aguilar es por otro cauce de río seco, con piedras, arena y escalones. Se puede hacer sin desmontarse de la bici, pero exige físicamente.
En resumen, una ruta muy bonita pero exigente en lo físico y lo técnico, sobre todo si no estás acostumbrado a hacer sendas (como es mi caso). He debido poner pie a tierra en más ocasiones de las que me hubiera gustado.
Pero ha merecido la pena. He descubierto un paisaje nuevo, he visto preciosos pueblos abandonados, no puedo pedir más.