2023-07-23 a 29 Transalpes Garmisch-Riva di Garda. E IV. Scuol-Arnoga-San Carlos

Etapa 4º. S-Charl- San Carlo (70k-1450m)
Esta noche ha nevado, los altos aparecen con una pequeña cápita blanca, la mañana fresquita, no fría. Desayunamos a las 7 como siempre, a las 8 estamos rodando, no sin antes disfrutar de este entorno paradisiaco que tenemos. En la etapa de hoy teníamos puesta la ilusión de la más bonita de todas las etapas, y a fe mía que no nos defraudó, ni por su belleza, ni por el disfrute sobre la bici. Aparte de la belleza paisajística que alcanza el nivel superior, los caminos son divertidos y con su gotita de picante sin ser de dificultad elevada.
Dejamos S-Charl dirección a Pass da Costainas, se trata de la primera subida del día. Buena pista de tierra con el rio Clemgia a nuestra derecha, árboles y praderías nos acompañan, los paisajes impresionantes. Siempre por pista, hasta Alp Astras, vamos ganando altura. Las vacas suizas también son negras, no solo como la del chocolate Milka (ja, ja). Cruzamos el rio por puente de madera, a medida que ganamos altura los árboles desaparecen y las praderías imponen su ley. La pista nos lleva Alp Astras Tamagur (2145m). Un caserío en medio de la pradería que luce sus lecheras frente al mismo y sus vacas con cierto porte de grandeza, al igual que las montañas. Debemos bordear la casa por la parte superior por senda y salvar un paso de metal exprofeso para ciclistas y viandantes. El camino durante este tramo se convierte en senda divertida de pedalear y conducir, entre árboles y matorrales bajos. El camino se vuelve a ensanchar y limpia, el paso Costainas se adivina entre las altas montañas, el paisaje que nos rodea es sencillamente espectacular. Hoy el día nos ha respetado, no hace un sol espléndido, pero esta despejado y el cielo azul presenta alguna nube, pocas. Continuamos por pista hasta el Pass de Costainas al que llegamos por un par de curvas encajonadas con buena pendiente (2251m), nos agrupamos y abrigamos, suponemos un descenso largo, no nos equivocamos, pero antes, tras un recodo una cabaña en un pequeño otero con las montañas al fondo, si acaso el cielo demasiado nuboso, nos trasporta a nuestra infancia con Pedro el cabrero y Heidi como protagonistas. Dejamos este idílico lugar por fuerte descenso en pendiente, empedrada, disfrutona para la bici, entre árboles, que concluye cruzando el rio. Tras este tramo se sale a buena pista próxima aun pino solitario con inmejorables vistas del bosque y las montañas que cierran el camino, nos encontramos en el Val Mustair. Ahora si comienza un rápido descenso a Lu por pista, en donde nos encontramos con una pareja de montañeros que acceden a dispararnos unas fotos. Lu-Lusai el pueblo más alto de suiza. Poco antes de entrar en el mismo, en una curva junto a una cabaña, paramos a disfrutar del paisaje. A la entrada del pueblo, por pista con valla de madera lateral que nos guía hasta el asfalto, allí mismo nada más pisar el negro asfalto una coqueta cuadra/casa convertida en café (café la Jucca) donde se sirven tartas, dulces y desayunos, nos sirve para detenernos disfrutar del lugar y celebrar el cumpleaños de Joaquín con un estupendo café y sus gotitas de una botellita de brandi de la quedamos buena cuenta. como este. Continuamos el frenético descenso, ahora por carretera hasta el cruce con la general (Kantonsstresse) donde llamamos a la furgo, antes de continuar hasta el fondo del valle, pues este lugar nos parece un buen sitio para tomar algo antes de continuar ya que no hay muchos más puntos de conexión. Se trata de una esplanada con centro de aventura hoy cerrado, y la imagen de un deportista con los aros de los juegos olímpicos de invierno del 2010. Llamamos a la furgo, le damos la ubicación y no acabamos de entender donde está. Pasado el tiempo sin que aparezca, decidimos continuar y vernos en Valchava (como estaba previsto) o Sta. María, el pueblo donde nos desviamos, si consigue ubicarse.
Atravesamos Valchava por el centro del pueblo, dejando la general a la que retomamos próximos a Sta. María, volvemos a contactar y dado los problemas que ha tenido decidimos comer algo por aquí y que continue hasta el hotel ya que solo hay este punto de conexión.
El error fue que hemos metido en el GPS del coche el final del día y no la intermedia, en la primera llamada, ya había cruzado el túnel que le llevaría al lago de Livigno y posteriormente a San Carlos. Al mandarle la ubicación le obligamos a cruzar frontera y el túnel de nuevo. La cola y el tiempo de espera hicieron el resto, finalmente al desistir de ir a nuestro encuentro volvió a cruzar el túnel con las respectivas colas y la inspección de la furgoneta sacando lo que en ella llevaba y las explicaciones pertinentes.
Una vez decidido que la furgo no viene, bajamos hasta el centro del pueblo en busca de provisiones, durante unos 30 kilometros no habrá nada para comer o beber. Encontramos un pequeño autoservicio con terracita donde tomamos unos bocatas y una especialidad suiza que está muy rica, algún dulce y apagamos la sed. La señora del puesto tiene pocos amigos, riñe por todo, si pones el casco en la cabra está mal, si lo pones en la mesa también, en la silla ni se sabe, si estas de pie molestas, sí... si... sí, y el baño es ta empapelado de prohibiciones, ja,ja. Realmente hemos comido agradable a pesar de todo. Hay muchísimo motorista aquí tomándose algo. Con el final del descenso en Sta. María, resta por el momento subir al desvió y meternos en pista de tierra que será nuestra compañía hasta prácticamente el final del día.
Iniciamos un nuevo ascenso exigente hasta a Pass Radond (2234m). De regreso del pueblo tomamos pista a la izquierda que sube de continuo con fuerte pendiente, nos encontramos por el Parque Nacional Stelvio. Los primeros kmts son los más duros, si bien viajamos por un bosque idílico, “z” tras “z” vamos ganando altura en el interior del bosque, el susurro del agua a nuestra derecha, estamos en Val Mora. Cruzamos el rio por una torrentera de piedras, luego se llega a una pequeña planicie para volver al bosque y de nuevo a las “Z” antes de llegar al collado a unos 2200 mts tras subir unos 9 kilómetros. Por el camino, las altas montañas y cascadas de agua han sido nuestra compañía. El espectacular paisaje alpino que se abre ante nosotros en pleno Val Mora, cubre con creces el esfuerzo hasta Pass Radond. Una fuente de madera con pilón del mismo material sirve para apagar la sed. Hay algún ciclista más y algún montañero. En este punto damos comienzo a una larga travesía favorable. Rodamos en llano favorable, cuasi descenso a 2000 mts de altitud entre imponentes montañas, a orillas de rios de piedras y aguas, tranquilidad de ensueño, diversión para la bici, placer para los ojos, sensaciones para el cuerpo y la mente. En este tramo en especial desde Alp Mora a Passo de Val Mora tendremos ocasión para expresar nuestras habilidades sobre la bici, por camino que se vuelve sendero, ante la opción de irnos a la torrentera y al rio Aua da Val Mora, que nos acompaña buen rato. Todo esto lo hacemos mientras viajamos a tierras italianas. Nos encontramos entre en el P. Nacional de Suiza, el del Stelvio y la reserva de la biosfera de Val Mustair. ¿Se puede pedir más?. Paisajes idílicos. En un pequeño claro nos encontramos con el Paso de Val Mora (1930m) frontera Ítalo Suiza, sobre lo que dicen “strada del vino e del sale”, da comienzo un camino ancho y fácil que nos lleva al Valle de Fraele por la orilla de los bonitos y coloridos lagos artificiales (presas) de Giacomo y Cancano ubicados entre grandes montañas. Al inicio del lago, en la cola del mismo la pequeña iglesia di San Giaccomo di Fraele nos detiene. Poco antes de la presa, una cascada a nuestra izquierda y el pequeño refugio de Val Fraele donde tomamos unas cañas y reposamos. Hace fresquito en este punto, nos metemos dentro, sopla aire. Cruzamos por la presa entre los dos lagos y bordeamos el lago de Cancano hasta su cabecera donde hay bastante gente, un alquiler de bicis y varios servicios. El camino se vuelve asfalto pasando al lado del lago delle Scale hasta visualizar la torre di Fraele donde nos detenemos a ver la torre que domina todo el valle de Valdidentro, y las grandes “Z” que hieren la montaña que suben desde el valle (Premadio-Bornio) hasta aquí arriba. Iniciamos el descenso siguiendo el asfalto, metiéndonos en un túnel y abandonando la carretera en la tercera curva. Como si no quisiéramos que el día se acabara, bordeamos a media ladera todo el valle, por lo que era una antigua via de tren, omitimos el desvió directo a San Carlos y continuamos sin perder altura hasta Arnoga, pasamos delante de un centro destinado a perros Husky de tiro de trineo. No pernoctamos aquí porque el único lugar que hay esta cerrado por obras. Una vez en Arnoga iniciamos el descenso por asfalto que abandonamos por camino de tierra entretenido hasta prácticamente entrar en San Carlos donde se ubica nuestro alojamiento. Mañana iniciaremos subiendo por esta carretera que bajamos hoy, hasta Arnoga. Dejamos las bicis, hoy toca una planta baja (sótano)para meterlas, después del baño unos spritz y cenamos en el restaurante pizzería del hotel, toca pizza o pasta, estamos en Italia.
Espectacular etapa a todos los niveles, exigente físicamente, más la segunda subida. Técnicamente algo comprometida por momentos, pero nada relevante (depende de habilidades), poco asfalto, espectaculares bosques y magníficos ríos, de nuevo diría una pasada de paisaje. Alpes en estado puro. No podría reseñar nada especial salvo el tramo desde Paso Radond a Paso Val Mora como excepcional para el disfrute sobre la bici
La catalogaría como difícil. Por el desnivel, los kilometros y algún tramo que no es de agrado de todos los btteros
Iniciamos a las 8 y concluimos 17:50, como paradas largas el café en Lu, espera furgo antes de Valchava, comida en Sta. María, refugio del lago de Cancano, y como no, las múltiples paradas para fotos e impregnar las retinas del paisaje.
Enlace a ruta completa:
https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/2023-07-23-a-29-transalpes-garmisch-riva-di-garda-7-etapas-142584843