Sot de Chera a Mirador del Morroncillo. PR-CV 223.

Sot de Chera, uno de los municipios más bonitos de la Comunidad Valenciana, es el destino de hoy, en esta ocasión para irnos hacia el sur del río de Sot, en busca del Mirador del Morroncillo, para luego volver por los Monaguillos, tras pasar a los pies de la Sierra de Enmedio.
El punto más destacado de esta bonita ruta es el Mirador del Morroncillo, un área de descanso con impresionantes vistas al conjunto del Parque Natural Chera-Sot de Chera, que domina por su situación y altura (750 metros); hemos escogido hacer la ruta en sentido antihorario, con el prolongado ascenso a primera hora (la mitad final con cierta protección contra el sol por la vegetación), dejando para el final, cuando el sol apretaba bastante, el prolongado descenso, casi totalmente desprotegido contra el sol. Aunque no lo utilizamos por esta vez, seguro que otros senderistas se beneficiarán de que al final del descenso se encuentra el charco del Gruñidor, donde podrán tomar un impresionante baño en frías aguas, de esas que curan de inmediato los calores del día.
Hemos llegado a Sot de Chera, desde Valencia, por la CV-35, saliendo por la CV-395 hacia La Ermita (Chulilla), donde continuamos hacia Sot de Chera, para dejar el coche en el aparcamiento situado entre el Castillo y el Gruñidor, donde comienza la ruta bajando hacia el río, que cruzamos por un puente, para algo más adelante desviarnos hacia el Cementerio. Aquí giramos a la izquierda para continuar hasta cerca del final de la calle, donde encontraremos a la derecha el inicio del sendero que asciende a la derecha del Barranco de Bartolo hasta llegar a un pequeño llano en El Justal; el inicio del sendero está marcado con un poste señalizador y marcas de pintura del PR-CV 223.
Algo que nos parece destacable desde el principio es que este sendero está muy bien señalizado, con postes indicadores y marcas de pintura. Otro aspecto a destacar son las magníficas vistas, particularmente a partir de El Justal, que se pueden apreciar durante la ascensión, con el valle que recorre el río Reatillo a nuestros pies y el Parque Natural de Chera-Sot de Chera en el entorno. ¡Implresionantes!.
Seguimos ascendiendo y llegamos a un collado donde el sendero pasa al otro lado de la sierra, dejando el Barranco de Bartolo para pasar a la parte alta del Cañón del Reatillo. Esta parte es muy bonita, tal vez la más interesante de la ruta.
Más adelante el sendero gira hacia el este, en dirección a los Corrales de la Pera, y poco desspués llegamos a una zona de huertos (almendros sobre todo), por la que seguirmos hasta un cruce. Aquí el trazado del sendero PR-CV 223 sigue por la izquierda, continuando por el camino de los Corrales de la Pera, pero nosotros dejaremos el sendero homologado por un momento. Hemos trazado préviamente esta ruta sobre plano, y sabemos que hay un sendero que asciende directamente hacia el Morroncillo, más cerca de la ladera del cañón. Así que nosotros seguimos unos metros por la derecha, y poco después encontraremos el origen de un sendero estrecho pero bien marcado, aunque un poco invadido por la vegetación en su inicio, que asciende hacia el Morroncillo. El sendero pasa por un bosque extenso, pero bastante despejado de maleza, que nos brinda una excelente sombra; en cuanto a calidad y belleza del sendero esta es la mejor parte de la ruta, aunque lógicamente las vistas son mejores en otros puntos (hay algunas hacia Sot de Chera y el Barranco del Bartoló excelentes). El ascenso es un poco exigente, por la pendiente, pero no tardaremos en llegar a un llano donde vemos varias construcciones con mesas y bancadas de piedra. Ya estamos en el Mirador del Morroncillo y las vistas son de las mejores que pueden verse en la Comunidad. Nos asomamos al mirador para hacer las fotos de rigor, a pesar de la calima, y a continuación nos sentamos un rato para reconocer las montañas que nos rodean y los lugares por los que hemos pasado en otras rutas. Un gran momento, pero todo tiene un final, así que salimos por el camino que baja hacia los Corrales de la Pera. Ancho, despejado de vegetación protectora y con un suelo irregular que molesta algo en los pies, estamos de acuerdo en que la elección de subir por el sendero que hemos utilizado es la buena; puede que sea más cómodo utilizar el camino pero el sendero es mucho más bonito.
En los huertos de los Corrales de la Pera nos encontramos a un señor muy amable que estaba arreglando unos almendros jóvenes que, al parecer, habían sido atacados por los corzos, con el que nos paramos a hablar un rato. Puede que sean recuerdos de los que ya se han ido, o que nosotros también sumamos años, pero cada vez apreciamos más esos encuentros esporádicos con personas (en este caso 90 años) que siguen teniendo una cabeza lúcida, han vivido todo y son plénamente conscientes de cuanta banalidad, interés personal, ego y desconocimiento se encuentra bajo el barniz de propagandas y pseudoinformaciones. Tal vez no esperan nada, pero otros deberían preguntarse qué van a dejar y muchos más son los que podrían preguntarse si quedará algo cuando se pierde el respeto por los demás, cuando la ética es sustituida por la propaganda o cuando existe una distancia tan grande entre lo que se dice y lo que se hace. Pero, eso sí, los pesares inducidos por la sociedad actual y sus controladores no bastan para acabar con el placer de un paseo por un paisaje como este, ni (ilusos, tal vez) con la esperanza de que un día el mundo se arregle y el odio sea sustituido por la paz.
Avanzamos por la pista de tierra que atraviesa Los Monegrillos y continúa en una bajada bastante agresiva, aunque por una pista amplia, hacia la Pinada Preñada, donde giraremos a la izquierda para ir a buscar el Camino de la Pera, o de la Hoz, por el que seguiremos bajando hacia Sot de Chera. En un punto vemos una bifurcación donde unos carteles nos avisan de que es posible escoger dos caminos para llegar a Sot, de uno se dice que es de baja dificultad (y es el que hemos seguido), y del otro se dice que es de alta dificultad (no lo conocemos, así que nada podemos decir sobre el). Entramos en Sot por un puente próximo al que hemos utilizado al salir, bajo el Castillo, y seguimos hacia el centro para refrescarnos en el bar que nos han dicho que está abierto. Después volvemos hacia el aparcamiento, atravesando en parte la bonita población de Sot, donde termina la ruta.
En conjunto una ruta muy bonita, marcada por los impresionantes paisajes del Parque Natural, que ha sido un placer recorrer, aunque el día de verano aconsejó evitar prisas excesivas. El final en el Gruñidor ofrece la posibiidad de un buen baño refrescante. Utilizar el sendero de ascenso hacia el Morroncillo, que hemos citado, nos parece mucho mejor que seguir el trazado del PR-CV-223 en esa zona.
Calzado de montaña, bastones, protección solar, sombrero, agua abundante (aunque no hemos gastado mucha esta vez) y algo de comida (que tampoco hemos utilizado) nos parecen recomendables.