Ruta del Agua de Zas

Se trata de una ruta muy bien señalizada (parece que la han acondicionado recientemente), apta para todos los públicos.

La iniciamos en el Ponte do Sisto. Desde allí, un camino de algo menos de 1Km por un precioso bosque de ribera en la que encontramos varios muiños, algunos de ellos restaurados, acompañados de pequeños saltos de agua. Este tramo es el único que recorreremos también a la vuelta, siendo el resto del camino circular.

Llegamos a un camino asfaltado en el que encontramos una señal que debemos seguir a la izquierda, para enseguida adentrarnos en un sendero a la derecha. Ahora la vista son campos de cultivo y alguna vaca ocasional.

Llegamos a Budián, que cuenta con un merendero. Aquí encontramos varios hórreos y casas de piedra. Cruzamos la población siguiendo las indicaciones y llegamos a una pequeña subida. Pronto, alcanzamos el bosque en el que se encuentra la primera de las cascadas: la Fervenza de Budián. El lugar no puede ser más encantador. Han incluso colocado un banco para disfrutar de las vistas. No paramos de pensar que en Madrid habría colas para hacerse fotos en él, y aquí estamos completamente solos.

El camino sigue junto al río con más molinos. Llega un punto en que podemos desviarnos de nuevo al merendero de Budián o seguir la ruta. Nosotros seguimos.

Llegamos a Parga, la segunda aldea que cruzaremos. Poco tiempo tras pasarla, llegamos a la siguiente cascada: la Fervenza de Parga. Es muy diferente a la anterior, pero también preciosa. Decidimos comer disfrutando de las vistas.

Seguimos el camino, y, a no mucha distancia, encontramos la última cascada (y más impresionante): la Fervenza de Rabiñoso. Disfrutamos del salto de agua, mayor que los anteriores, y tomamos el sendero que asciende a su derecha. Cuál es nuestra sorpresa cuando descubrimos que la cascada no terminaba ahí, y el sendero nos conduce junto a sus saltos superiores, más molinos y, la sorpresa final, un columpio.

Después de un rato de disfrutar de un lugar tan mágico, continuamos nuestro camino. Tras un breve tramo asfaltado, nos internamos de nuevo en el bosque por un sendero. Ya todo es descenso hasta que nos reincorporamos al sendero inicial, que nos lleva de vuelta al coche.

Esta ruta ha sido puro disfrute y sorpresa. ¡Estamos encantados de haberla descubierto!