Puerto de Navalmoral-monolito y arco natural escondidos-ida y vuelta (25-01-2024)

Aprovechando el buen día que ha hecho para caminar, que no es lo que correspondería para esta época del año, salimos para hacer una ruta por la Sierra de la Paramera, Felipe, Mariluz y yo, partiendo desde el Puerto de Navalmoral.

Dejamos el coche aparcado al lado de la Ermita de San Cristóbal y cruzamos la carretera para comenzar a caminar hacia poniente por una pista algo embarrada ya que el terreno, por ahora, acumula bastante humedad. Continuamos durante unos tres kilómetros por praderas encharcadas sin apenas desnivel, dejando a nuestra derecha la alambrada que separa el término de Sotalbo del de Navalmoral de la Sierra.

Según vamos avanzando, vemos algunas rocas con formas curiosas, como la que parece la concha abandonada de una tortuga que ha quedado apoyada sobre otras dos rocas que sobresalen del suelo.

En tres kilómetros y medio, más o menos, llegamos a un tramo que se hace más pendiente por el que alcanzamos la parte alta de la Peña de la Graja, con otra curiosa forma si la miramos desde el sur al pasar junto a ella, tiene la apariencia de una cabeza (cabeza del Inca, cabeza de león, etc.) dando rienda suelta a la imaginación de cada uno. Aquí hemos subido el primer repecho del recorrido sin ninguna dificultad.

Un kilómetro más adelante, llegamos a otra alambrada que separa Sotalbo de San Juan del Molinillo. Esta tenemos que traspasarla para poder continuar la marcha hacia el objetivo de hoy. Vamos pasando pequeños neveros en el recorrido y siempre viendo las cumbres más características de la Sierra, como son El Zapatero, El Risco del Sol y Peña Cabrera, pero antes pasamos otro repecho que nos sube al alto de Los Carramales, con un vértice geodésico. Llevamos seis kilómetros desde el comienzo de la marcha y en este lugar hacemos una parada para contemplar el paisaje y tomar un tentempié.

Las vistas son inmejorables y la amplitud panorámica excelente, alcanzando a ver las montañas de la provincia de Madrid, Segovia, todo el valle del Alberche y las cumbres de Gredos y, curiosamente, se llegan a ver las cinco torres de Madrid si el día, como hoy, está propicio para ello (la foto está tomada con un teleobjetivo, ya que estamos a una distancia en línea recta de 93 km).

Después del pequeño descanso continuamos la marcha pasando por otro roquedal que sobresale en la cuerda de la sierra y será la parte más alta del recorrido que vamos a hacer hoy.

Al cabo de ocho kilómetros de ruta y después de cruzar otra alambrada, llegamos a encontrar lo que estábamos buscando, dos agradables sorpresas, algo escondidas, que yo recordaba haber localizado hace bastantes años, un monolito de grandes dimensiones y un llamativo y curioso arco en las rocas que da vista al valle donde se asientan los pueblos de Villarejo, Navandrinal, San Juan del Molinillo y Navarredondilla.

Las vistas desde esta zona no dejan de sorprendernos. Los buitres revolotean por encima de nuestras cabezas a la vez que otros pasan por debajo de donde nos encontramos. El acceso a la ventana es algo complicado, aunque con cuidado no es difícil alcanzarla.

En este lugar nos entretuvimos bastante para recrearnos y disfrutarlo, a la vez que aprovechamos para hacer las fotos de rigor, ya que merece la pena inmortalizar el momento.

Luego paramos a comer y tras un buen rato de contemplación, retomamos la marcha para volver al lugar de comienzo, donde teníamos el coche para dar por terminada la salida montañera de hoy.

En resumen, la ruta es relativamente fácil, aunque la pongo moderada por la distancia a recorrer y por algunos accesos a los roquedos que nos asomamos, así como el acceso al monolito y la ventana mencionada.

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