Peñas Blancas (625 m)

Ruta estupenda, exigente y muy completa en la que se disfruta de magníficas vistas sobre toda la zona litoral de Cartagena y Mazarrón y de un paseo espectacular tanto por la cima de las blancas paredes que dan nombre a esta montaña como por el pie de las mismas.

El trayecto es exigente por varios motivos: hay un desnivel bastante fuerte, y algunos tramos del camino son muy inclinados y con terreno suelto. Aunque estamos al lado de la playa, se sube desde unos 60 m de altitud hasta más de 600, y luego además este recorrido baja por el pie de las paredes y vuelve a subir a lo más alto de nuevo, así que de desnivel va bien servido. Y en un par de trechos de la subida hay mucha inclinación, tierra suelta o hay que hacer pequeñas trepadas en roca. Atención, porque la única sombra que hay en todo el recorrido es la de un árbol solitario junto al refugio,cerca del vértice.

A la altura de las Casas de Domínguez se encuentran las primeras minas y es el punto donde el camino se transforma en sendero, que hay que saber encontrar, porque no es evidente: está marcado con un hito de piedras justo detrás y encima de la casa en ruinas por cuya parte baja pasa el camino. El sendero es muy empinado y hacia el km 3 se difumina un poco, pero es bastante evidente la zona por la que hay que subir. Por él llegamos a un collado desde donde hay ya buenas vistas sobre la Rambla del Cañar y sobre todo el Mediterráneo, y donde hay dos posibilidades: seguir de frente por la senda que discurre al pie de las paredes, o girar a la derecha y emprender una fuerte subida por terreno rocoso, a veces ayudándonos de las manos, hasta alcanzar la altiplanicie. Una vez en la misma, es estupendo ir paseando junto a los cortados y disfrutando de las grandes vistas. Por el mismo borde de las paredes se llega hasta el refugio, que es de tipo "casero", y poco más adelante se corona llegando al vértice. Las panorámicas allí son majestuosas en todas direcciones: Cartagena y todo su campo, Mazarrón e Isla Plana recortadas frente al mar, y muy especialmente se tienen unas vistas completas y señoriales de todo el cabo Tiñoso, desde la Torre de Santa Elena hasta la batería de los Castillitos.

Como también quería disfrutar de la senda que recorre el pie de las paredes, bajé por sendero en dirección noreste para girar luego y recorrerla, enlazando con el trazado realizado por la mañana. La ruta da una vuelta a toda la montaña para pasar por media falda contemplando a un lado la rambla del Cañar y al otro las verticales paredes blancas. Todo este recorrido forma una especie de red de senderos que pueden combinarse como a cada uno más le apetezca.

Por último, de nuevo en la cumbre, emprendí la bajada primero hacia el barranco de la Vibora, que es la subida más típica, pero en el km 11 giré a la derecha por el camino que conduce a varias de las antiguas explotaciones mineras, hasta que a la altura del km 12,5 se gira a la izquierda tomando un antiguo PR en buen estado que desciende hasta la carretera. Todo este descenso se me hizo muy bonito. En la carretera se pasa por el mirador del Cedacero, desde donde hay una bella estampa de Mazarrón e Isla Plana. Tiene de malo que son dos kilómetros y pico de carretera y esta suele tener bastante tráfico.

Distancia recorrida: 16,1 km
Altura Mínima: 67 m
Altura Máxima: 620 m
Ganancia Altitud: 1026 m