Olza, Lete, Atondo

Por caminos y sendas llegamos desde Olza hasta Atondo, pasando por Lete. Desde esta localidad siguiendo el itinerario del GR-220.

Salimos de Olza rumbo al collado de Lecoate, un punto donde cruzan varias sendas. Una de ellas, es la que nos dejará acercará a Lete. No hace falta entrar en el pueblo. Al lado de una granja se bifurca el camino y el de la derecha entra en la parte baja del pueblo.

Si seguimos por la carretera, antes de llegar al Monasterio de Yarte, encontraremos un camino bastante ancho que está marcado con las señales del GR.

Se interna en el bosque de encinos y se convierte en senda bien señalizada que serpentea entre los árboles.
Esta primera parte termina en una puerta metálica, junto a un riachuelo y un túnel que pasa por debajo de las vías del tren.

Cuando salimos del túnel otra alambrada que rebasamos sin dificultad y comienza un camino ancho. Yo lo he encontrado bastante limpio, pero suele estar bastante oculto.

Sube por la falda de la montaña sin gran dificultad, rebasamos la ermita en ruinas de Nuestra Señora de Ariza, y seguimos las señales del GR.
Salimos a cielo abierto en el camino que pasa debajo del tendido eléctrico. Siempre lo había encontrado bastante sucio pero ahora lo habían desbrozado y se caminaba sin problemas.

El camino termina en un sembrado. Estaba cosechado y caminé por él porque era la mejor opción hasta otro camino bastante ancho donde ya no había señales del GR.

Giré a la derecha y encontré un poste señalizador caído entre la maleza de la cuneta. El camino sigue hasta otro asfaltado porque el que se llega al bonito pueblo de Atondo.

Me dijeron un par de vecinos que era posible acercarse hasta la Ermita de Oskía sin bajar a la carretera, pero ya no tenía tiempo y preferí volverme.

El camino de vuelta fue similar al de la ida. Pero cuando llegué al túnel y al riachuelo tomé otro camino que ganaba un poco de altura y que llegaba hasta la parte alta de Lete.

Bajando del pueblo volví a tomar el mismo camino hasta Lecoate y de nuevo a Olza.