De Muñorrodero a Puente El Arrudo (Cantabria): Senda fluvial del Nansa

Realizada el 11.07.24

Dentro del recorrido del tramo cántabro del Camino Lebaniego, hay algunas partes del mismo que tienen relevancia para constituir una ruta singular por si misma. Eso sucede con el recorrido desde Muñorrodero a Puente El Arrudo, la ruta fluvial junto al río Nansa es una delicia, especialmente en los meses estivales. El bosque de galería que nos acompaña durante casi todo el trayecto y la ausencia de cualquier asentamiento humano, hacen la ruta solitaria y reservada. La senda, que solo se separa del río Nansa a la altura de la Central Electrica de Camijanes, tiene todo tipo de alicientes, desde pasarelas adaptadas para salvar desniveles, vestigios de la actividad pesquera, senda tallada en la roca y una bonita caída de agua en la Central eléctrica.

Comenzamos en la localidad de Muñorrodero, pasamos por lo que fue un molino y llegamos a un área recreativa con parking donde se informa que se inicia la senda fluvial del río Nansa y que teníamos claro que tomaríamos. Avanzamos hasta la altura del cementerio de Muñorrodero y unas escaleras de madera nos bajan a nivel del río, donde nos espera una senda espectacular que llevaremos hasta Puente El Arrudo durante casi 14 km.

Caminando junto al amplio caudal del río, se va haciendo cómodamente camino, nos toparemos con una curiosa caseta-refugio de pescadores por lo que entendemos que el sentido primigenio de este sendero es dar servicio a esta práctica deportiva. A continuación un ingenio en forma de pasarela sobre el río llama nuestra atención y, un poco más adelante, en una curva que traza el río en su devenir nos topamos con una gran oquedad marcada como cueva del Rejo .

Continuamos y encontramos una bifurcación que no debe despistarnos y apartarnos del cauce del río, y una segunda tirolina. Un poco más adelante, otra bifurcación y un vado que debemos cruzar y que más tarde nos da a entender que se trata de un canal accesorio del río y que, probablemente, en épocas de crecidas si que habrá que tomar por inundación de la zona.

Otros dos refugios de pescadores casi seguidos y el sendero que se complica nos hace pensar que llegamos a la cerrada de Caminares, donde se sitúa la Central Eléctrica. Efectivamente, pronto se abre el río y se nos presenta el salto de agua que la Central genera.

Tras contemplar este bello rincón, sabemos que acaba el primer tramo de la llamada senda fluvial y para alcanzar el segundo tramo, tendremos que realizar un rodeo por encima de la Central hidroeléctrica porque lo angosto de la cerrada impide el paso. Subimos pues a las casas y vamos ganando bastante altura (WP-28), para descender de nuevo a la altura del río en el puente Tortorio, donde pasamos a la margen izquierda del Nansa que ya no abandonaremos hasta el final de la etapa. En el puente, un paisano se detiene con el vehículo al vernos contemplar la leyenda que hay al comienzo y nos cuenta algunas curiosidades del mismo, también nos cuenta que encontró uno gemelo en Galicia. Cruzamos el puente, tras despedirnos de este amable señor, y aún por el corto tramo de carretera encontramos un lugar de descanso con el único vending de la etapa, El Solaz de los Cerezos, donde viene bien un descanso.

Partimos, y a pocos metros encontramos el desvío que nos introduce en el segundo tramo de la Senda del Nansa. La otra opción, sería continuar por la carretera pasando por la localidad de Cabanzón. Ambas llegan al mismo lugar.

Este segundo tramo por la orilla izquierda del río Nansa se nos presenta más agreste y salvaje que el primero, con constantes subeybajas que van haciendo mella en las piernas ya cargadas de kilómetros. Sin embargo la belleza del entorno es brutal, el bosque por el que transitamos es impresionante y la senda digna de una gran ruta. Tras pasar por una zona bastante embarrada que nos hace pensar que en invierno este tramo debe ser poco transitable. Poco a poco, la senda se va haciendo más amigable, pasamos junto a una zona de acampada y salimos a la carretera junto al puente El Arrudo.