Estación de Pitis- Monte del Pardo- Senda y Mirador de Peñarrubia- Quinta Duque del Arco.

* Objetivo de la ruta: Relajante paseo por la zona accesible de El Monte del Pardo, apenas un 5% de sus 15.500 Hectáreas. El resto, el 95% del Monte, se encuentra cerrado por muros de piedra y valla metálica y dispone de un alto grado de protección, que impide su visita, gestionado por Patrimonio Nacional.
* Acceso: Desde el núcleo urbano de Madrid, en concreto desde la estación de ferrocarril de Pitis, colindante con el Monte del Pardo.
* Ruta circular con comienzo y fin en dicha estación de ferrocarril, donde, al menos en sábado, hay amplio espacio para aparcar incluso con un aparcamiento disuasorio junto a la Estación.
* Ruta realizada el sábado 04/11/2023, por la mañana.
* Basada parcialmente en diversos tracks, como antotemo, potroni y los planos descriptivos de la multitud de senderos que atraviesan esta zona.
* Observaciones: Lo más interesante de la ruta, sin duda alguna, lo constituyen la Senda y el Mirador de Peñarrubia y la Quinta del Duque del Arco. Junto a la Quinta, que tiene acceso por carretera, discurre la carretera de Fuencarral a El Pardo. Hasta ese punto el recorrido es evitable, carece de todo valor, se encuentra lleno de vertidos ilegales y de zonas de chabolas y cercados con ganado y perros ladrando continuamente, sobre todo en la zona del Camino de Valjaroso, que se debe evitar. Aunque las fincas, por llamarlas de alguna manera, tienen cierres, no ofrecen mucha seguridad, en algunas zonas los cierres están desvencijados.
Mi recomendación, pues, es realizar el paseo desde la Quinta del Duque del Arco, con acceso por carretera desde Somontes y amplios espacios de aparcamiento.
* Recorrido:
Como no conocíamos el trazado, lo hemos iniciado en la estación de ferrocarril de Pitis, pasando primero por un túnel bajo las vías del ferrocarril y luego otro por debajo de la M-40, donde tomamos el Camino de Valjaroso, ya mencionado. Este se une al camino Portillo y después pasamos junto al muro de protección de la Quinta del Duque del Arco hasta conectar con la Carretera de Fuencarral al Pardo, que atravesamos para tomar la Senda de Peñarrubia, donde realmente comienza la parte bonita e interesante de la ruta.
Esta senda discurre por la parte accesible del Monte del Pardo y permite hacerse una idea amplia de la excepcional riqueza de este lugar, pues, como hemos dicho, la parte que queda dentro de los cierres, no puede visitarse.
El Monte del Pardo es un bosque mediterráneo de los mejor conservados de Europa. Se ubica en el Municipio de Madrid y limita al norte con los municipios de Tres Cantos y Colmenar Viejo, al noroeste con Hoyo de Manzanares y Torrelodones y al oeste con Las Rozas de Madrid. Está integrado por encinares adehesados y, en menor medida, densos, que dejan paso a pinos piñoneros, alcornoques, fresnos, chopos, quejigos, enebros y jaras. Así hasta completar una lista de 120 especies vegetales. Las márgenes del río Manzanares presentan ecosistemas típicos de ribera.
Su excepcional estado de conservación, se debe sin duda a su riqueza cinegética que atrajo hacia este paraje a los Reyes españoles, que lo utilizaban como coto de caza desde la Alta Edad Media, hasta convertirse en el cazadero predilecto de los Austrias y de los Borbones.
Dispone igualmente de un excepcional patrimonio arquitectónico, como el Palacio Real de El Pardo y el Palacio de la Zarzuela.
En cuanto a la fauna, hay catalogadas casi 200 especies de vertebrados: 125 aves, 35 mamíferos, 19 reptiles y 13 anfibios. Destacan entre ellos los conejos, los gamos, los ciervos y los jabalíes.
Lleno de barrancos y torrenteras, el Monte está formado por lomas pequeñas y onduladas. El mejor ejemplo de ello consiste en recorrer, como lo hemos hecho hoy, un amplio tramo de la Senda de Peñarrubia, perfectamente señalizada, que viene a ser un ejemplo completo de los valores de este Monte.
El Mirador de Peñarrubia merece la pena, las vistas al Monte del Pardo son espectaculares. Señalar que hay una miríada de magníficos senderos, por lo que es recomendable disponer de GPS para no perderse.
Después llegamos al otro punto de interés del recorrido: La Quinta del Duque del Arco, con sus magníficos jardines barrocos, mezcla de estilo francés, español e italiano y el Palacio que los corona. Están abiertos al público.
Desde 1994 el Servicio de Jardines, Parques y Montes del Patrimonio Nacional, en colaboración con la Escuela Taller de Jardinería y Medio Ambiente de El Pardo, están tratando de recuperar este bien patrimonial.
De la importancia de esta Quinta da fe el hecho de que el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 sorprendió al legítimo presidente de la República, Manuel Azaña, en la Quinta de El Pardo, donde residía. Por motivos de seguridad se trasladó al Palacio Nacional (actual Palacio Real) tras la noticia.
Después de un paseo por sus jardines y alrededores del palacio, volvemos a la entrada de la finca y tomamos una senda a la izquierda que nos lleva junto al muro de protección del Monte del Pardo, que cruzamos por una apertura para, por diversos senderos, volver al punto de origen, la estación de ferrocarril de Pitis.