Cerro de San Juan del Viso

.................................................................................................................................................................

Reseña de la ruta en Adventoorer: Cerro de San Juan del Viso.

.

Le estoy empezando a coger el gusto a esto de no madrugar demasiado. Está lloviendo casi todos los días, y no tiene sentido levantarse temprano para tener que volverse a la cama porque diluvia. Así que me levanto sin prisas, cuando me despierte, y echo un ojo por la ventana. Si no hace malo, me voy a algún sitio. Claro que saliendo tarde no da tiempo a meterse en actividades demasiado largas.

Hoy es un día de paréntesis entre aguaceros, por lo menos por la mañana, y lo aprovecho para acercarme a la zona de Alcalá de Henares y subir el cerro de San Juan del Viso, que tenía pendiente.

La ruta es muy corta. Se puede alargar saliendo desde más lejos, pero no veo la necesidad. Voy hasta la urbanización de Zulema-Peñas Albas, del pueblecito de Villalbilla. Quiero salir desde la esquina más al oeste, y voy callejeando para acercarme lo máximo posible. Al llegar allí, veo que hay una valla y no puedo salir de la urbanización… Me doy la vuelta para coger una pista de tierra que rodea la valla perimetral, y ahora sí, ahora acabo en el punto correcto.

Aparco justo antes de un cartel prohibiendo el paso a vehículos, junto a un enorme charco que abarca todo el camino. Ha estado lloviendo durante días, y todos los senderos están hechos un asquito.

Pero no me asusto fácilmente, y rodeo los charcos sin mancharme demasiado. Sigo la pista adelante, hacia donde imagino que está el cerro. Hay mucha niebla y no se ve gran cosa. Tampoco parece que haya mucho que ver. Avanzo junto a campos de cultivo.

Me acerco a un bosquecillo, donde hago todo el desnivel del día. Unos cincuenta metros o así, hasta salir por arriba a una explanada muy amplia donde hay más campos de cultivo. Me recuerda a cuando fui a subir Robleñada y Cuchillejo, en Valladolid, aunque creo que entonces hice más desnivel incluso que hoy.

Voy a rodear la planicie en sentido contrario a las agujas del reloj. Por los bordes se alcanza a ver Alcalá, aunque hay mucha niebla. Igual otro día las vistas valen la pena. Hoy no. De todas formas, para ver casas y más casas, casi mejor que esté nublado.

La monotonía del recorrido es total. Voy deprisita, no vaya a ser que encima empiece a llover y me embarre más aún. El único problema que hay es esquivar los charcos.

Al llegar a la zona oeste, empiezan a aparecer cosas. Para empezar, veo el vértice, muy lejos aún. Pero también llego a una carretera asfaltada, y a varias fincas valladas, con grandes antenas dentro. Maravilloso. Dentro de una hay un vértice geodésico, que no sé qué pinta aquí. Tiene más protección de vallas que ningún otro que haya visto, incluso los que están dentro de bases militares.

La zona oeste parece ser el área de los botellones. Hay una amplia explanada, completamente cubierta de porquería, de envases y basura de todo tipo. Qué lástima. Desde aquí hasta el vértice, está todo hecho un asco.

Ya enfilo la última parte del camino, hacia el sur. En cinco minutos llego al vértice, que está sobre un poste muy alto. Más allá hay un campo de tiro militar, o algo así.

No hay mucho que ver, y me vuelvo hacia la carretera atravesando los sembrados. Me cruzo con varios vehículos que suben, no sé muy bien para qué. Al rato vuelvo a la pista de tierra, y alcanzo de nuevo el camino de subida. Enseguida llego al coche.

Ruta sencillísima, no demasiado atractiva en ningún aspecto. Ni por el recorrido, ni por las vistas, ni por nada. Vale para darse un paseo cuando no hay otra posibilidad, y poco más.

.