Bolonia-Valdevaqueros, 2017-06-13

Preciosa excursión costera entre las ensenadas de Bolonia y Valdevaqueros, dentro del Parque Natural Marítimo-Terrestre del Estrecho. La ruta transcurre por playas, acantilados y calas vírgenes de gran valor medioambiental, geológico y cultural.

Llegamos a Bolonia por la CA-2216 y aparcamos en la zona oriental de la ensenada, en la zona del Lentiscal. Allí, iniciamos la ruta a la vista de su enorme Duna y la ciudad romana de Baelo Claudia.

Descendemos a la Playa de Bolonia y caminamos hacia el este para bordear la Loma de San Bartolomé a nivel del mar. Pronto nos encontramos con las sorprendentes "vacas playeras", que bajan de los pastos a refrescarse. Mientras divisamos las costas africanas, empiezan a aparecer restos de pateras, que nos hacen reflexionar sobre el drama del Estrecho.

Finaliza esta playa y entramos en una zona pedregosa, incómoda, con escombreras y bloques de arenisca fragmentados y erosionados por el mar. Son frecuentes también los flysh del Campo de Gibraltar, en los que se alternan los duros estratos de las areniscas con los blandos de las margas, dando lugar a alineaciones perfectas, como puede verse en la Playa de los Baños de Claudia.

Continuamos por acantilados y senderos arenosos, que nos introducen a veces entre la vegetación del Parque Natural. Observamos especies del bosque mediterráneo de monte bajo, junto a otras adaptadas a los suelos arenosos y fuertes vientos, como el enebro marítimo, la tuera, la zulla, la Malcomia marítima, la Europhorbia paralias, la chumbera, el agave o pita, etc. Entre los árboles, predominan los pinos de repoblación con algunos eucaliptos intrusos.

Continuamos alternando tramos de acantilados y calas hasta llegar a Paloma Baja y la bonita Playa de Punta Paloma o de los Corrales. Seguimos por los acantilados, tramos pedregosos y calas salvajes de Punta Paloma, donde observamos rocas erosionadas o ahuecadas en tafonis o en "nidos de avispa", debido a la fuerte acción del viento.

Bordeamos Punta Paloma y aparece ante nosotros la espectacular Ensenada de Valdevaqueros, protegida por tierra por la Sierra de Fates y la Loma de San Bartolomé y abierta a los vientos marinos, por lo que es un auténtico paraíso para deportes acuáticos como el surf, kitesurf, windsurf, etc. Contemplamos la belleza de la Ensenada, el colorido de las cometas y las siluetas africanas. Después de un buen baño y de reponer fuerzas, regresamos hacia el punto de partida, finalizando esta magnífica ruta en la Ensenada de Bolonia.