9º etapa: Abadín - Vilalba (Camino del Norte)

Etapa agradable, interesante paisajísticamente y que presenta escasos desniveles. Avanzaremos por cómodas pistas de tierra o asfalto entre prados verdes y bosquecillos de arbolado autóctono, siempre cerca de la carretera nacional N-634, la cual cruzaremos en un par de ocasiones. Nos encontramos en la comarca lucense de A Terra Chá, de relieve ondulado y cuya principal actividad es la ganadera.

El itinerario avanza en paralelo al trazado de la carretera nacional N-634, la cual cruzaremos en dos ocasiones, y transcurre en su mayor parte por cómodas pistas de tierra o asfalto.

Nos encontramos en la comarca lucense de A Terra Chá, expresión gallega que significa tierra llana –aunque, en nuestra opinión como caminantes, resultaría más bien ondulada–, cuya principal actividad es la ganadera.

Los escasos servicios intermedios los encontraremos a pie de la carretera nacional, en los cruces de Martiñán y de O Campo do Cristo.

Tras dejar Martiñán el camino atraviesa el bonito puente de A Ponte Vella, de origen medieval pero reconstruido en el siglo XVII, por donde pasaba el Camino Real de Mondoñedo a Vilalba.

El producto local más conocido es el queso San Simón da Costa, de sabor ahumado y profundo; se confecciona con leche de vaca y dispone de Denominación de Origen propia.

• Puntos destacados de la etapa:

- Puente Río Anilo (2.2 km)
- Albergue privado O Xistral (6.1 km)
- Ponte Vella de Martiñan (9.9 km)
- Iglesia Goiriz (15.5 km)
- Albergue Villalba (18.8 km)

• Recorrido:

Salimos desde la plaza de Santa María, en el centro histórico, ya sea por la rúa do Sol o bien por la rúa Concepción Arenal, pues ambas confluyen al cabo de pocos metros; seguimos en fuerte bajada por la Travesía de San Juan y después por la Travesía do Matadero, que se convierte en un sendero estrecho entre muros de piedra por el que abandonamos Vilalba.

Pasamos junto a las instalaciones de la depuradora y cruzamos un puente sobre el río Madalena, después del cual comienza un fuerte repecho. Al cabo de 1,1 km pasamos bajo los viaductos de la autovía A-8 y llegamos al Ponte Rodríguez, sobre el río Trimaz.

Ponte Rodríguez, con un cruceiro y un hórreo justo tras atravesarlo. Ascendemos por caminos de tierra y corredoiras hacia las casas de Gabín y Boizán, y después volvemos a cruzar la autovía A-8, esta vez por el puente de una carretera; allí giramos a la derecha y seguimos una pista asfaltada durante 400 metros hasta llegar a la N-634, frente a San Xoán de Alba, donde tenemos un bar-restaurante a 100 metros a la derecha (Casa Cascudo, con buen menú del día). Vemos el cementerio y la capilla al otro lado de la nacional, pero no es necesario cruzar.

Mucha atención, pues las señales marcan un rodeo absurdo y peligroso: un mojón nos invita a cruzar a la brava la carretera, por un punto con cuatro carriles de circulación, para al cabo de 150 metros volver a cruzar la nacional a la inversa. Por ello, salvo que deseéis visitar la capilla (de escaso interés), nuestra recomendación sería no cruzar la nacional, sino seguir por su arcén hacia la derecha durante sólo 200 metros (a la espalda del bar), donde reencontramos las señales del trazado oficial, que gira a mano derecha para tomar un camino de tierra. Avanzamos por dicha pista, a veces un tanto embarrada, pasando las casas de Carralmaior y A Torre, hasta llegar a la pequeña localidad de Pedrouzos.

Seguimos en la misma dirección y al cabo de 400 metros cruzamos, siempre con cuidado, la nacional; tras ascender ligeramente, iniciamos un bonito tramo de camino arbolado que pronto nos devuelve a la carretera, lugar donde disponemos de un bar (Casa Alejandro); cruzamos de nuevo la nacional (tampoco aquí hay paso de peatones), pasamos bajo la autovía A-8 y llegamos a un interesante puente medieval.

A Ponte de Saa, sobre el río Labrada. Tras 400 metros volvemos a pasar bajo la autovía (ya es la cuarta vez en esta etapa) y al cabo de 350 metros cruzamos la nacional. Siguiendo una cómoda pista de asfalto superamos sucesivamente los lugares de Lamela, As Penas, Casasnovas, Casa Muiño y Castiñeira, sin servicios en ninguno de ellos, así como la pequeña capilla do Carmio, donde abandonamos la parroquia de Pígara. Al cabo de 900 metros pasamos ante la ermita de San Adrián, en el lugar de Carballido, y seguimos por la derecha hasta cruzar un paso inferior bajo la A-6, o autovía del Noroeste.

Paso bajo autovía A-6; muy cerca, a unos 200 metros fuera del camino, tenemos un bar y un restaurante. Nosotros giraremos a la derecha, para seguir durante 1,3 km una pista ondulada que discurre en paralelo a la autovía, y que pasa junto al tanatorio privado de Baamonde. Desde allí sólo deberemos seguir durante 400 metros nuestra vieja conocida, la carretera N-634 (que en este tramo urbano se llama avenida da Terra Chá), hasta su final en la rotonda de Baamonde, donde está el cruce con la N-VI y la estación de ferrocarril. Justo antes de dicha rotonda, en la acera de la derecha, tenemos el edificio del albergue de peregrinos de la Xunta, que ocupa el edificio de una antigua casa de postas, reconocible por su gran puerta vidriada de color verde.