Camino del Norte. Etapa 5. Unquera-Villaviciosa

La tónica de este camino es pegarse buenos atracones de kilómetros y desniveles. Y hoy, no iba a ser menos. Además, como gran novedad, había quedado para comer con mi hermana y mi cuñado (asturiano) con lo que también tocaba apretar dientes.
A las siete, con las primeras luces, ya en la bici. Y nada más empezar, puertecillo para entrar en Asturias y en calor y mala leche en Colombres por no saber por dónde tirar. Al final, general hasta buena dónde iba a coger la variante por costa que me ha dejado buenos momentos. Zona de tranquilidad y buenas fotos, aunque un ritmo muy muy lento.
Destacar el momento en que entró en una zona con unas vistas preciosas y pienso: "esto ya lo he visto yo". Efectivamente, compruebo que es la foto elegida para la portada de la guía que sigo. Buena elección.
Al final llego a Llanes a eso de las 10 y me quedan 80 para llegar a Villaviciosa dónde he quedado, así que tras almorzar un café con leche y tostada decido meter el turbo, y solo desviarme a ver la playa de gilpi no se qué, que también, por haber oído hablar tanto de ella, y por estar llena de domingueros (yo incluido) me ha decepcionado un poco. Creo que está demasiado accesible, deberían esconderla más.
Desde ese punto, ya un no parar. Ribadesella en su resaca de bajada del Sella que fue ayer, Colunga también en fiestas, y varios puertos exigentes como el de la salida de Ribadesella o el que hay entre Colunga y Villaviciosa.
Este último, me ha hecho pasar el peor momento de este año. Calor, cansancio y poca batería, que he recargado más tarde con una rica fabada y un generoso entrecot de buey en muy buena compañía y regados de sidra bien fresquita
Pero ahí no acaba la cosa. Aún quedaban 11 kilómetros de subida, en esas condiciones, para llegar al apartamento en las inmediaciones de la playa de Tazones.
Momento épico que al final se ha superado.
Mañana más Asturias.