Viver. Parque de La Floresta

La Floresta de Viver es un precioso parque natural y urbano de 40.000 m2 de extensión situado en el singular cauce del barranco Hurón a su paso por la población de Viver.

La acción de las aguas y las características geológicas del terreno, donde predomina la toba calcárea, han configurado este insólito y casi mágico paraje. Se trata de un enorme barranco excavado en el terreno, de altísimas paredes rocosas, cubierto de una variada y frondosa vegetación, y surcado por hermosos saltos de agua y cascadas.

Históricamente, La Floresta de Viver fue un lugar salvaje, casi inaccesible; a modo de enorme foso. Constituía un elemento defensivo primordial de la población, donde se construyeron las casas colgadas que dan al desfiladero del Hurón. Hecho que le confiere hoy a Viver un pintoresco perfil urbano y paisajístico.

Pero esto no fue siempre así, pues parece ser que este lugar esconde restos de una singular instalación de la época romana, un vivero de peces de agua dulce. Tanta ha sido la influencia de este hecho en el lugar que el mismo topónimo del municipio deriva de esta singular actividad, quedando constancia de ello en el escudo histórico de la Villa con la presentación de unos peces sobre unas líneas de agua.

El parque dispone de numerosas cuevas y galerías, un gran conjunto de tobas donde encontrar oquedades, agujeros, pequeños refugios, incluso algún que otro refugio que fue utilizado durante la Guerra Civil española.

En el parque pueden versa diversos saltos de agua y 2 preciosas cascadas en su interior, procedentes de aguas de diferentes manantiales. Estos saltos y cascadas pueden verse mermados en épocas estivales, sequía o en largos periodos sin lluvia.

Destaca un túnel de unos 28 metros de largo realizado con paredes de mampostería y una bóveda con losas verticales que la cierran, el cual discurre paralelo al mismo cauce del barranco Hurón y finalizando justo donde se halla un pequeño salto del agua.

Durante las últimas décadas, el municipio de Viver se ha volcado en la adecuación de este espacio para el uso y disfrute público del mismo, el cual constituye hoy un importante recurso natural, de ocio y educativo al alcance de todos los ciudadanos y visitantes.