Tudes-Porcieda-Tudes
near Tudes, Cantabria (España)
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Itinerary description
Ruta corta, para hacer en familia y con niños entre la localidad de Tudes y la pequeña aldea abandonada de Porcieda. El track está trazado a mano pero es 100% fiable ya que no hay perdida.
Aprovechando una estancia de varios días por Potes nos desplazamos hasta Tudes para visitar el pueblo. Encaramado en la ladera de una montaña esta localidad de la Vega de Liebana se alza a 712 msnm. La carretera de acceso es sinuosa pero se encuentra en buen estado. Al llegar se siente el ambiente de pequeña aldea de montaña donde el tiempo pasa lento y todavía se mantienen las costumbre y ocupaciones de antaño, que conviven con los servicios de hostelería y turismo rural.
Para aparcar no hay muchas opciones, se recomienda dejar el coche a la entrada del pueblo, pero puede haber sitio junto a la antigua bolera.
Comenzamos a caminar por las estrechas callejuelas donde quedaron aparcados los enseres de labranza. Algunas casas están rehabilitadas, otras de reciente construcción destacan sobre las viviendas casas adosadas de madera y barro, unas abandonadas, otras utilizadas como gallinero pero que dan ese toque rustico a Tudes.
Nos descolgamos levemente buscando el camino a Porcieda siguiendo el recorrido del Prs-6 que a media ladera discurre sobre el Barranco de Naroba sobre una pista asfaltada que se convierte en camino de grijo acercándonos a la panda de las Parayas, donde nos topamos con el desvío a Porcieda.
Tomamos en el cruce a la derecha. El camino es corto, pero las rampas exigentes sobre todo si van niños. No tardamos en ver los tejados medio derrumbados de las primeras casas de Porcieda. La mejor conservada es la pequeña ermita que da entrada al pueblo, todavía conserva el campanario en funcionamiento. Las primeras referencias documentadas de Porcieda datan del año 961, un pequeño pueblo que deja clara su relevancia con los restos del monasterio que se asentaba en el lugar, punto de paso del camio de Santiago frecuentado por peregrinos que tras la guerra civil sirvió de refugio a los "maquis" exiliados en las montañas y que dejaron su recuerdo en forma de pintadas en las paredes de algunas viviendas.
Hace años que nadie habita entre estas paredes, el ultimo vecino falleció en extrañas circunstancias, suicidio causado por la soledad dicen unos, magia negra otros... un echo que otorga misterio a este pequeño pueblo fantasma.
Recorriendo las calles se ven en el interior de las casas los enseres cotidianos que todavía reposan sobre las mesas, maletas vacías y viejas cocinas... como si la prisa hubiese obligado a sus dueños a marchar tal cual...
Terminada la visita toca deshacer lo andado dirigiéndonos de nuevo a Tudes, donde aprovechamos para comer en "La taberna del Inglés", con las impresionantes vistas que rodean al pueblo entre bosques de nogales, robles y hayas.
Mas rutas en el blog: lamontanaviva.blogspot.com o abriendo directamente el enlace.
Aprovechando una estancia de varios días por Potes nos desplazamos hasta Tudes para visitar el pueblo. Encaramado en la ladera de una montaña esta localidad de la Vega de Liebana se alza a 712 msnm. La carretera de acceso es sinuosa pero se encuentra en buen estado. Al llegar se siente el ambiente de pequeña aldea de montaña donde el tiempo pasa lento y todavía se mantienen las costumbre y ocupaciones de antaño, que conviven con los servicios de hostelería y turismo rural.
Para aparcar no hay muchas opciones, se recomienda dejar el coche a la entrada del pueblo, pero puede haber sitio junto a la antigua bolera.
Comenzamos a caminar por las estrechas callejuelas donde quedaron aparcados los enseres de labranza. Algunas casas están rehabilitadas, otras de reciente construcción destacan sobre las viviendas casas adosadas de madera y barro, unas abandonadas, otras utilizadas como gallinero pero que dan ese toque rustico a Tudes.
Nos descolgamos levemente buscando el camino a Porcieda siguiendo el recorrido del Prs-6 que a media ladera discurre sobre el Barranco de Naroba sobre una pista asfaltada que se convierte en camino de grijo acercándonos a la panda de las Parayas, donde nos topamos con el desvío a Porcieda.
Tomamos en el cruce a la derecha. El camino es corto, pero las rampas exigentes sobre todo si van niños. No tardamos en ver los tejados medio derrumbados de las primeras casas de Porcieda. La mejor conservada es la pequeña ermita que da entrada al pueblo, todavía conserva el campanario en funcionamiento. Las primeras referencias documentadas de Porcieda datan del año 961, un pequeño pueblo que deja clara su relevancia con los restos del monasterio que se asentaba en el lugar, punto de paso del camio de Santiago frecuentado por peregrinos que tras la guerra civil sirvió de refugio a los "maquis" exiliados en las montañas y que dejaron su recuerdo en forma de pintadas en las paredes de algunas viviendas.
Hace años que nadie habita entre estas paredes, el ultimo vecino falleció en extrañas circunstancias, suicidio causado por la soledad dicen unos, magia negra otros... un echo que otorga misterio a este pequeño pueblo fantasma.
Recorriendo las calles se ven en el interior de las casas los enseres cotidianos que todavía reposan sobre las mesas, maletas vacías y viejas cocinas... como si la prisa hubiese obligado a sus dueños a marchar tal cual...
Terminada la visita toca deshacer lo andado dirigiéndonos de nuevo a Tudes, donde aprovechamos para comer en "La taberna del Inglés", con las impresionantes vistas que rodean al pueblo entre bosques de nogales, robles y hayas.
Mas rutas en el blog: lamontanaviva.blogspot.com o abriendo directamente el enlace.
Comments (4)
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Genialpara ir con niños!
Nos ha encantado la ruta, el pueblo de Tudes es precioso y la aldea abandonada, una pena. Leyendo un poco de la historia, el pueblo esta en venta por 1,5 millones de euros, por si alguien esta interesado 😃👨👩👧👦✌👣⛰️
Horrible. Nunca había pasado tanto miedo, no solo por mí y mi mujer sino por los peques. Justo a la salida del pueblo nada más empezar la ruta un toro suelto (luego supimos que tenían varios), creo que el pobre más asustado que nosotros, nos empezó a seguir y tuvimos que parapetarnos los 4 detrás de un árbol y sufrir la embestida del toro a la vez que huía. Lógicamente nos fuimos sin dar un paso más muertos de miedo los 4 y los niños llorando literalmente por su vida. Indescriptible.
Cero. No volveré jamás a ese lugar. Con mi mujer y 2 niños pequeños sufrimos el ataque de un toro suelto, había más, lo cual no es culpa del animal si no del ganadero que piensa que nunca ocurrirá nada con sus animales...hasta que un día ocurre.