Selva Negra (Alemania). Triberg

Triberg, con sus famosas cascadas es uno de los lugares de visita obligada de la Selva Negra, ye también uno de los más turísticos. Para acceder al parque de las cascadas hay que pagar entrada, pero merece la pena.
Aunque dicen que la cascada de Triberg es una de las más altas de Alemania, en realidad son siete tramos diferentes del río Gutach con diversas cascadas, cada cual más bonita.
Triberg es también el pueblo de los relojes de cuco, en las últimas décadas del Siglo XIX los granjeros locales comenzaron a fabricar relojes de cuco, en las largas noches de invierno, para obtener unos ingresos extra.
Además de las innumerables tiendas en las que podemos contemplar y comprar relojes de cuco y otros souvenirs, cabe destacar la Casa de los Mil Relojes y los dos relojes de cuco más grandes del mundo.
La tarta Selva Negra (Schwarzwälder Kirschtorte), también dicen que es típica de este lugar. Dicen que fue creada en 1915 por el pastelero por el pastelero Josef Keller. Después de muchos años de trabajar para él, Keller, dio a su colaborador August Schaefer el libro de notas que contenía la receta original de este pastel. Su hijo Noel Schaefer heredó el libro y la receta y siguió elaborando tarta según la receta original en el café Schaefer, en la calle principal de Triberg, hasta el año 2020, en que cerró sus puertas.
Como no queríamos irnos de Triberg sin probar la famosa tarta Selva Negra, preguntamos y nos recomendaron Hotel-Café Adler, en la calle principal, casi enfrente de donde estaba el café Schaefer. Servían la tarta Selva Negra, y otras, en porciones o entera, tanto para tomar en el local como para llevar. Ciertamente, no nos defraudó, tiene poco que ver con sucedáneos que habíamos probado en alguna ocasión en España.