Tour La Habana Vieja y Colonial
near Centro Habana, La Habana (Republic of Cuba)
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Tour para conocer todo lo necesario de la Habana Vieja y Colonial en una mañana
Comenzamos por la Plaza de San Francisco de Asís donde se encuentra la iglesia de San Francisco de Asís que fue construida entre 1548 y 1591, aunque tras varias reformas y remodelaciones estructurales se terminó casi doscientos años después, en 1538. Actualmente, la Basílica Menor del Convento ha sido convertida en una afamada sala de conciertos gracias a su excelente acústica; y tanto la iglesia como el convento alberga el Museo de Arte Religioso que muestra diversas pinturas, objetos de plata, tallas, y piezas de cerámica de carácter religioso y piezas arqueológicas. Algunas de las piezas datan de finales del siglo XVII.
El edificio del convento, que ya no cumple una función religiosa, alberga un museo de arte sacro y una sala de conciertos dedicada a la música de cámara.
En esa misma plaza también se encuentran otros edificios importantes como son la Terminal Sierra Maestra, La Lonja del Comercio, el Palacio de los Marqueses de San Felipe y Santiago de Bejucal, la Fuente de los Leones, asi como el Café de Oriente que sólo se podía tomar algo fuera ya que dentro estaban reformando para abrir la nueva temporada.
Desde allí nos dirigimos a la plaza de armas que se trata de la plaza más antigua, ya aquí se encuentra el punto concreto donde se fundó la villa de San Cristóbal de La Habana el 16 de noviembre de 1519.
Rodeando la plaza se encuentran algunos de los edificios más importantes de la capital como son el Castillo de la Real Fuerza, la primera fortaleza de la villa, y El Templete, construido en el punto donde se fundó La Habana bajo una ceiba. El centro está decorado con una estatua de Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria. Como curiosidad, en unos de los laterales el suelo está hecho de adoquines de madera, muy curioso!
Por uno de los laterales de la plaza nos dirigimos hacia la plaza de la catedral pasando por la calle donde se encuentra el Mural histórico cultural del liceo artístico y literario.
Desde ahí, al final de la calle nos tomamos con los restos de la Muralla de La Habana justo al girar a la derecha y a tan sólo 2 minutos de la Plaza de la Catedral donde podemos visitar gratuitamente la Catedral de la Virgen María de la Concepcion, de estilo barroco que se característica por sus 2 torres/campanarios desiguales ya que por un error de cálculo al hacerla no se dieron cuenta que la más estrecha dejaría sin calle en uno de los laterales! Menudo error! Pero la verdad es que la hace ser especial y única.
Junto a ella, por la calle que se sitúa a la izquierda si miramos a su fachada, nos encontramos con la archiconocida Bodeguita del Medio, famosa por sus mojitos principalmente y además ofrece comida criolla. La edificación donde está es de finales del siglo XIX, cuando aún Cuba era colonia española. Todo empezó por el año 1942, cuando la Bodeguita aún no era restaurante, era una pequeña tienda de víveres, y su dueño, Ángel Martínez, vendía frituras y algunas bebidas. Cerca del lugar había una imprenta, y los intelectuales después de hacer sus gestiones en ella, quedaban en la bodeguita para reunirse, y esto le fue dando cierta notoriedad. Al triunfar la Revolución Cubana, en el año 1959, el propietario, Martínez, la donó al gobierno, y como tantas cosas, fue cerrada. Fue gracias a Nicolás Guillén, Poeta Nacional, quien tuvo la iniciativa y el apoyo de Salvador Allende (el expresidente chileno), de rescatar la Bodeguita y devolverle su esplendor.
Cuando llegamos nos encontramos a un grupo cubano tocando música en su interior y decenas de turistas pidiendo su famoso mojito que decidimos no probar ya que cuesta 5€ cuando todos dicen que no es el mejor y se puede encontrar en cualquier rincón de cuba buen mojito cubano por 2-2,5€.
Después de hacer una parada y hacer unas fotos, continuamos caminando por esa misma calle hasta llegar a la Plaza de Cervantes (aunque es conocida por todos los cubanos como la plaza del policlínica que se sitúa en ella) y es allí donde nos adentramos en uno de sus famosos solares.
El solar en el que entramos se convierte en una experiencia singular, accediendo a el por un gran portón que da vía a un estrecho pasillo, no muy largo, y que desemboca en un patio interior, lateral o central, en torno al cual se disponen las viviendas.
También los solares son famosos porque en ellos se formaron, a golpe de rumba y tambor, muchos de los grandes de la música folclórica.
Continuamos la ruta por la calle Empedrado y unos metros más arriba nos topamos con una frutería estatal muy pintoresca, Maod Catedral, y se encuentra abierta a los turistas, ya que no todas los permiten ya que solo reparten los productos entre los cubanos presentando su cartilla de racionamiento. En sus paredes vemos pintadas las caras de Che Guevara y de Fidel Castro junto a la bandera de Cuba lo que le hace un lugar pintoresco y perfecto para unas fotografías de recuerdo.
Justo a su lado izquierdo vemos una “ventanita”, un pequeño comercio donde venden algunos alimentos y compramos para probar el Polvo de Mani, que se trata de una tableta hecha de cacahuete y azúcar parecido a un turrón blando que los cubanos comen como alimento “energético”, riquísimo si te gusta la crema de cacahuete.
Girando a la derecha por la Avenida Bélgica, llegamos al edificio Bacardi de estilo Art Deco y que se terminó de edificar en 1930 siendo el más alto de la isla en ese momento. Aquí se encontraban las oficinas centrales de la compañía que inicialmente pensaba comercializar vino hasta que se dieron cuenta, ya después de su construcción y proyecto, que en Cuba hace demasiado calor y no es posible que allá viñedos! Así que decidieron dedicarse a la producción de Ron. Después del triunfo de la Revolución cubana y las leyes de nacionalización llevadas a cabo por el nuevo gobierno socialista, las compañías extranjeras radicadas en la isla lo abandonan. El edificio Bacardí continuó desempeñando como edificio de oficinas.
Continuando por la Avenida de Bélgica, en el lado derecho de la acera nos encontramos el Museo Nacional de Bellas Artes que a su vez está situados frente al famoso Floridita, este conocido por sus daiquirís (que no daiquiri, ojo que la pronunciación no es como pensábamos! Y es que los americanos al no poder pronunciarlo bien lo cambiaron, toda una vida diciéndolo mal jajaja) aquí los famosos cócteles cuestan 6€, de nuevo mucho más caros que en el resto de la ciudad pero puede merecer la pena tomarse uno para disfrutar de la experiencia en este lugar emblemático.
Desde allí llegamos bordeando el museo al Parque Central, con sus estatus de José Martí presidiendo en el centro y desde donde podemos ver justo enfrente los famosos hoteles Inglaterra y Telégrafo, así como el Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”
A la izquierda del teatro nos encontramos siguiendo por el Paseo de José Martí (aunque conocido como Paseo Del Prado) con el imponente Capitolio, construido en 1929 destinado a albergar y ser sede de las dos cámaras del Congreso o cuerpo legislativo de la República de Cuba. Inspirado en el Panteón de París, San Pablo de Londres y en el Capitolio de los Estados Unidos. Es el origen kilométrico de la red de carreteras cubanas, y después del triunfo de la Revolución, cuando fue disuelto el Congreso, fue transformado en la sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de la Academia de Ciencias de Cuba, aunque desde 2015 ha vuelto a ser sede del parlamento cubano.
Y para finalizar la ruta, bordeando el capitolio por su lado derecho nos encontramos el Parque de la Fraternidad que junto a él, por la Calle Dragones nos encontramos con el gran arco que nos da la bienvenida a la entrada al Barrio Chino.
Comenzamos por la Plaza de San Francisco de Asís donde se encuentra la iglesia de San Francisco de Asís que fue construida entre 1548 y 1591, aunque tras varias reformas y remodelaciones estructurales se terminó casi doscientos años después, en 1538. Actualmente, la Basílica Menor del Convento ha sido convertida en una afamada sala de conciertos gracias a su excelente acústica; y tanto la iglesia como el convento alberga el Museo de Arte Religioso que muestra diversas pinturas, objetos de plata, tallas, y piezas de cerámica de carácter religioso y piezas arqueológicas. Algunas de las piezas datan de finales del siglo XVII.
El edificio del convento, que ya no cumple una función religiosa, alberga un museo de arte sacro y una sala de conciertos dedicada a la música de cámara.
En esa misma plaza también se encuentran otros edificios importantes como son la Terminal Sierra Maestra, La Lonja del Comercio, el Palacio de los Marqueses de San Felipe y Santiago de Bejucal, la Fuente de los Leones, asi como el Café de Oriente que sólo se podía tomar algo fuera ya que dentro estaban reformando para abrir la nueva temporada.
Desde allí nos dirigimos a la plaza de armas que se trata de la plaza más antigua, ya aquí se encuentra el punto concreto donde se fundó la villa de San Cristóbal de La Habana el 16 de noviembre de 1519.
Rodeando la plaza se encuentran algunos de los edificios más importantes de la capital como son el Castillo de la Real Fuerza, la primera fortaleza de la villa, y El Templete, construido en el punto donde se fundó La Habana bajo una ceiba. El centro está decorado con una estatua de Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria. Como curiosidad, en unos de los laterales el suelo está hecho de adoquines de madera, muy curioso!
Por uno de los laterales de la plaza nos dirigimos hacia la plaza de la catedral pasando por la calle donde se encuentra el Mural histórico cultural del liceo artístico y literario.
Desde ahí, al final de la calle nos tomamos con los restos de la Muralla de La Habana justo al girar a la derecha y a tan sólo 2 minutos de la Plaza de la Catedral donde podemos visitar gratuitamente la Catedral de la Virgen María de la Concepcion, de estilo barroco que se característica por sus 2 torres/campanarios desiguales ya que por un error de cálculo al hacerla no se dieron cuenta que la más estrecha dejaría sin calle en uno de los laterales! Menudo error! Pero la verdad es que la hace ser especial y única.
Junto a ella, por la calle que se sitúa a la izquierda si miramos a su fachada, nos encontramos con la archiconocida Bodeguita del Medio, famosa por sus mojitos principalmente y además ofrece comida criolla. La edificación donde está es de finales del siglo XIX, cuando aún Cuba era colonia española. Todo empezó por el año 1942, cuando la Bodeguita aún no era restaurante, era una pequeña tienda de víveres, y su dueño, Ángel Martínez, vendía frituras y algunas bebidas. Cerca del lugar había una imprenta, y los intelectuales después de hacer sus gestiones en ella, quedaban en la bodeguita para reunirse, y esto le fue dando cierta notoriedad. Al triunfar la Revolución Cubana, en el año 1959, el propietario, Martínez, la donó al gobierno, y como tantas cosas, fue cerrada. Fue gracias a Nicolás Guillén, Poeta Nacional, quien tuvo la iniciativa y el apoyo de Salvador Allende (el expresidente chileno), de rescatar la Bodeguita y devolverle su esplendor.
Cuando llegamos nos encontramos a un grupo cubano tocando música en su interior y decenas de turistas pidiendo su famoso mojito que decidimos no probar ya que cuesta 5€ cuando todos dicen que no es el mejor y se puede encontrar en cualquier rincón de cuba buen mojito cubano por 2-2,5€.
Después de hacer una parada y hacer unas fotos, continuamos caminando por esa misma calle hasta llegar a la Plaza de Cervantes (aunque es conocida por todos los cubanos como la plaza del policlínica que se sitúa en ella) y es allí donde nos adentramos en uno de sus famosos solares.
El solar en el que entramos se convierte en una experiencia singular, accediendo a el por un gran portón que da vía a un estrecho pasillo, no muy largo, y que desemboca en un patio interior, lateral o central, en torno al cual se disponen las viviendas.
También los solares son famosos porque en ellos se formaron, a golpe de rumba y tambor, muchos de los grandes de la música folclórica.
Continuamos la ruta por la calle Empedrado y unos metros más arriba nos topamos con una frutería estatal muy pintoresca, Maod Catedral, y se encuentra abierta a los turistas, ya que no todas los permiten ya que solo reparten los productos entre los cubanos presentando su cartilla de racionamiento. En sus paredes vemos pintadas las caras de Che Guevara y de Fidel Castro junto a la bandera de Cuba lo que le hace un lugar pintoresco y perfecto para unas fotografías de recuerdo.
Justo a su lado izquierdo vemos una “ventanita”, un pequeño comercio donde venden algunos alimentos y compramos para probar el Polvo de Mani, que se trata de una tableta hecha de cacahuete y azúcar parecido a un turrón blando que los cubanos comen como alimento “energético”, riquísimo si te gusta la crema de cacahuete.
Girando a la derecha por la Avenida Bélgica, llegamos al edificio Bacardi de estilo Art Deco y que se terminó de edificar en 1930 siendo el más alto de la isla en ese momento. Aquí se encontraban las oficinas centrales de la compañía que inicialmente pensaba comercializar vino hasta que se dieron cuenta, ya después de su construcción y proyecto, que en Cuba hace demasiado calor y no es posible que allá viñedos! Así que decidieron dedicarse a la producción de Ron. Después del triunfo de la Revolución cubana y las leyes de nacionalización llevadas a cabo por el nuevo gobierno socialista, las compañías extranjeras radicadas en la isla lo abandonan. El edificio Bacardí continuó desempeñando como edificio de oficinas.
Continuando por la Avenida de Bélgica, en el lado derecho de la acera nos encontramos el Museo Nacional de Bellas Artes que a su vez está situados frente al famoso Floridita, este conocido por sus daiquirís (que no daiquiri, ojo que la pronunciación no es como pensábamos! Y es que los americanos al no poder pronunciarlo bien lo cambiaron, toda una vida diciéndolo mal jajaja) aquí los famosos cócteles cuestan 6€, de nuevo mucho más caros que en el resto de la ciudad pero puede merecer la pena tomarse uno para disfrutar de la experiencia en este lugar emblemático.
Desde allí llegamos bordeando el museo al Parque Central, con sus estatus de José Martí presidiendo en el centro y desde donde podemos ver justo enfrente los famosos hoteles Inglaterra y Telégrafo, así como el Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”
A la izquierda del teatro nos encontramos siguiendo por el Paseo de José Martí (aunque conocido como Paseo Del Prado) con el imponente Capitolio, construido en 1929 destinado a albergar y ser sede de las dos cámaras del Congreso o cuerpo legislativo de la República de Cuba. Inspirado en el Panteón de París, San Pablo de Londres y en el Capitolio de los Estados Unidos. Es el origen kilométrico de la red de carreteras cubanas, y después del triunfo de la Revolución, cuando fue disuelto el Congreso, fue transformado en la sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de la Academia de Ciencias de Cuba, aunque desde 2015 ha vuelto a ser sede del parlamento cubano.
Y para finalizar la ruta, bordeando el capitolio por su lado derecho nos encontramos el Parque de la Fraternidad que junto a él, por la Calle Dragones nos encontramos con el gran arco que nos da la bienvenida a la entrada al Barrio Chino.
Waypoints
Waypoint
12 ft
Casa de Gobierno y Palacio Municipal
Las campanas en el suelo indican que fue un lugar religioso pero ya no ejerce como tal
Panorama
-78 ft
Vistas al Cristo de la Habana
El Cristo de la Habana, hecho a imagen y semejanza del pueblo cubano
Waypoint
42 ft
Palacio del Marqués de San Felipe y Santiago de Bejucal
Destacan las forjas con forma de pene, recuerdo de que en este edificio y calle se ejercía la prostitución
Monument
54 ft
Antigua Catedral de San Francisco de Asís
Hoy en día es una sala de conciertos y museo
Religious site
19 ft
Plaza de la Catedral de la Habana
Catedral de la Virgen María de la Inmaculada Concepción
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