San Felices 05-10-14

Un pequeño aparcamiento nos da la bienvenida a una impresionante piedra que tiene en su cima una preciosa ermita, nos recuerda por un momento en su subida a la ermita de San Juan de Gaztelugatxe (aunque sin agua alrededor), esta llamada de San Felice, se sitúa en lo alto del monte llamado Riscos de Bilibio. Lo primero que nos impresiona en la subida son las panorámicas que nos va ofreciendo de un lado y de otro, las cuales mejoran una vez alcanzado el alto, pero antes de llegar al alto nos recibe la ermita, a la cual se accede y una pequeña capilla nos recibe en un rellano después de tanta escalera, en su interior, subiremos otras pocas escaleras y encontraremos lo que se dice fue la cueva o el lugar donde San Felice vivió durante año como anacoreta (Persona que vive en lugar solitario, entregada a la contemplación y a la penitencia) se dice que a el acudió San Millan, el cual estuvo de alumno durante tres años, antes de que este se dirigiese a los montes Cogollanos.
Falleció en el año 520, siendo enterrado en el monte de Bilibio, donde permanecerían sus restos hasta que fueran trasladados en 1090 al Monasterio de San Millán de Yuso.
La subida a la zona alta nos ofrece las mejores panorámicas, y una escultura de San Felices de unos tres metros de alta, con un libro abierto.
Os dejo un poco de historia sobre la creación de esta ermita, que ha sido declarada por la guía Repsol uno de los mejores rincones, escogidos por sus seguidores en el año 2.014.
• En 1694 se erige la primera ermita de San Felices al pie del cerro de la Mota; hoy ya no existe.
• En 1710 se construye la ermita de los Riscos de Bilibio, próximos a Haro. Reconstruida en los años 1862 (por Saturnino Vallejo y Baltanás) y 1942. Junto a esta ermita de los Riscos, se colocó el 30 de enero de 1944 la primera piedra de una estatua (obra de Vicente Ochoa Moreno, deCervera del Río Alhama), costeada por suscripción popular.10
No sería hasta el 21 de junio de 1964 cuando, faltando cuatro días para el 330 aniversario de la proclamación como patrono de Haro, se continuase y terminase la obra, con ayuda de muchos jarreros que colaboraron para subir las diferentes partes hasta el alto. Para enclavar a San Felices con un libro abierto entre sus manos.
Importante, si se va a subir con niños pequeños o personas mayores, es aconsejable subir y bajar por el lado derecho, escaleras.