San Agustín de Guadalix - Cascada del Hervidero

Después de los tres meses de encerrona como consecuencia de la crisis derivada por el coronavirus, y con la Comunidad de Madrid ya en Fase 2 de la desescalada, decido retomar las salidas campestres con mi hija de casi 5 años por una ruta muy asequible y cerca de Madrid pero que a la vez ofrece un bonito atractivo.

Se trata de la Cascada del Hervidero, en el río Guadalix, a la que se llega tras una pequeña caminata de unos 3,5 kilómetros. Salimos del área recreativa conocida como “Lago de los patos”, en la salida norte de San Agustín de Guadalix. Imagino que el calificativo se deberá a la presencia de estas aves, aunque no vimos ninguna. Desde el parking se cruza el puente de madera que nos lleva a la otra orilla donde hay varias mesas y un amplio parque.

Cruzado el puente giraremos a la izquierda y seguiremos este camino que discurre paralelo al río, algunos tramos de sendero van totalmente al margen del río y otros tramos algo más separados. Se llega así a un antiguo paso del río mediante cables de acero y un poco más allá a un puente de madera que hemos de cruzar.

A continuación, viene un tramo más alejado del río y por tanto menos sombrío pero que sigue paralelo al río, describiendo un gran meandro. Este tramo acaba cuando el camino se une a una pista ancha que nos lleva al segundo puente. Tras cruzarlo e iniciar una subida tomamos enseguida a mano izquierda unas escaleras. De aquí a la cascada es un paseo. La única observación que hay que hacer es relativa a las escaleras de bajada a las cascadas. Son muy empinadas, estrechas y expuestas, sin barandilla ni ninguna cuerda donde poder asirse. Requiere cierta precaución, especialmente para los niños.

Abajo la vista de la cascada merece mucho la pena, y es un lugar ideal para comer. Sombrío y con el sonido del agua. La vuelta al coche consiste en desandar todo el camino de ida.