14-Salt del Can Batlle-Menhir Roca del Diablo
near Sant Martí, Catalunya (España)
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Trail photos
Itinerary description
Salt de can Batlle y Menhir roca del diable
Este lugar se encuentra muy cerca de Santa Pau, un pequeño pueblo de la comarca de la Garrotxa. Para llegar hasta allí, la mejor opción es poner en Google Maps: Masia Can Batlle. La verdad es que la ruta no presenta ningún tipo de dificultad, una vez entramos en este camino, debemos seguir por una pista asfaltada unos 200 metros. Aquí el sendero transcurre paralelo a la carretera y a mano izquierda encontraremos algunas casas y granjas. En este momento encontraremos un pequeño camino que va hacia la izquierda y a unos 50 metros aproximadamente, veremos como una especie de menhir o piedra grande. La piedra del Diable.
La leyenda de la Piedra del Diablo
Este menhir de basalto mide unos 2,80 metros de alto y 0,80 metros de ancho. Se trata de un monumento del neolítico y se cree que puede datar de finales del siglo III o medidado del IV a.C. Esta piedra viene asociada a una leyenda como era típico en la época. Una mujer se tenía que casar con un joven que la esperaba al otro lado del río Ter. El río bajaba muy fuerte y no podía cruzar, así que prometió su alma al diablo si este le ayudaba a cruzar antes de media noche. El demonio empezó a constuir el puente con rocas del pirinéo y mientras llevaba la última, llego la medianoche y la dejó caer.
Retomamos la ruta a el Salt de Can Batlle
Debemos regresar al camino por el que veníamos, seguimos por el camino principal unos metros más y el camino se vuelve de tierra. Está muy bien señalizado y debemos seguir las marcas blancas y rojas del GR-2. Empezamos a entrar a una zona más boscosa, el terreno es un poco más húmedo y el verde de los árboles y plantas con el marrón de las hojas, nos regalan un paisaje increíble.
Avanzamos un poco más y el camino empieza a bajar. Aquí ya deberíamos oír el ruido del agua, eso es buena señal porque quiere decir que el Salt de Can Batlle va cargado de agua y podremos disfrutar de un espectáculo impresionante. Es un tramo corto, de unos diez – quince minutos. Llegaremos a un puente donde podremos ver el salto de frente. ¡Seguro que os encantará esta perspectiva!
Después de disfrutar un poco más de este hermoso lugar y hacer muchas fotos al bosque con sus colores otoñales, decidimos volver al coche. Como no es una ruta circular, lo único que tenemos que hacer para regresear es deshacer el mismo camino que hemos hecho a la ida. En aproximadamente media hora llegamos al aparcamiento.
Este lugar se encuentra muy cerca de Santa Pau, un pequeño pueblo de la comarca de la Garrotxa. Para llegar hasta allí, la mejor opción es poner en Google Maps: Masia Can Batlle. La verdad es que la ruta no presenta ningún tipo de dificultad, una vez entramos en este camino, debemos seguir por una pista asfaltada unos 200 metros. Aquí el sendero transcurre paralelo a la carretera y a mano izquierda encontraremos algunas casas y granjas. En este momento encontraremos un pequeño camino que va hacia la izquierda y a unos 50 metros aproximadamente, veremos como una especie de menhir o piedra grande. La piedra del Diable.
La leyenda de la Piedra del Diablo
Este menhir de basalto mide unos 2,80 metros de alto y 0,80 metros de ancho. Se trata de un monumento del neolítico y se cree que puede datar de finales del siglo III o medidado del IV a.C. Esta piedra viene asociada a una leyenda como era típico en la época. Una mujer se tenía que casar con un joven que la esperaba al otro lado del río Ter. El río bajaba muy fuerte y no podía cruzar, así que prometió su alma al diablo si este le ayudaba a cruzar antes de media noche. El demonio empezó a constuir el puente con rocas del pirinéo y mientras llevaba la última, llego la medianoche y la dejó caer.
Retomamos la ruta a el Salt de Can Batlle
Debemos regresar al camino por el que veníamos, seguimos por el camino principal unos metros más y el camino se vuelve de tierra. Está muy bien señalizado y debemos seguir las marcas blancas y rojas del GR-2. Empezamos a entrar a una zona más boscosa, el terreno es un poco más húmedo y el verde de los árboles y plantas con el marrón de las hojas, nos regalan un paisaje increíble.
Avanzamos un poco más y el camino empieza a bajar. Aquí ya deberíamos oír el ruido del agua, eso es buena señal porque quiere decir que el Salt de Can Batlle va cargado de agua y podremos disfrutar de un espectáculo impresionante. Es un tramo corto, de unos diez – quince minutos. Llegaremos a un puente donde podremos ver el salto de frente. ¡Seguro que os encantará esta perspectiva!
Después de disfrutar un poco más de este hermoso lugar y hacer muchas fotos al bosque con sus colores otoñales, decidimos volver al coche. Como no es una ruta circular, lo único que tenemos que hacer para regresear es deshacer el mismo camino que hemos hecho a la ida. En aproximadamente media hora llegamos al aparcamiento.
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