Activity

Ruta Villar de la Libertad

Download

Trail photos

Photo ofRuta Villar de la Libertad Photo ofRuta Villar de la Libertad Photo ofRuta Villar de la Libertad

Author

Trail stats

Distance
0.6 mi
Elevation gain
26 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
69 ft
Max elevation
1,719 ft
TrailRank 
17
Min elevation
1,676 ft
Trail type
One Way
Coordinates
33
Uploaded
March 7, 2018
Be the first to clap
1 comment
Share

near Villar del Arzobispo, Valencia (España)

Viewed 667 times, downloaded 2 times

Trail photos

Photo ofRuta Villar de la Libertad Photo ofRuta Villar de la Libertad Photo ofRuta Villar de la Libertad

Waypoints

PictographInformation point Altitude 1,722 ft
Photo ofPanel 1 - Guerra Civil y Memoria Histórica

Panel 1 - Guerra Civil y Memoria Histórica

El 17 de julio de 1936 marca el comienzo del golpe de Estado contra el Gobierno de la República, en el que el fracaso parcial de la sublevación militar, ya que no triunfó como una rápida conquista del poder, desencadena el comienzo de una larga guerra civil (1936-1939). Con el desarrollo de la Guerra Civil la vida de la población villarenca se vio totalmente trastocada. Los espacios cotidianos de vida, los del trabajo, los espirituales, los de cultura, los de ocio y los de tránsito, se vieron transformados primero en espacios de guerra ante las necesidades que imponía la contienda, y después en espacios de represión. A lo largo de la ruta se podrán visitar diferentes espacios significativos que nos permiten recuperar y mantener en la memoria los hechos ocurridos en el Villar de la Libertad durante la guerra. Todo ello gracias a las anotaciones que Vicente López Llatas, vecino del pueblo, fue recogiendo durante el transcurso de la misma, configurando una diario de la Guerra Civil en el Villar; así como a las aportaciones realizadas por Vicente Llatas Burgos y César Salvo, ambos Cronistas Oficiales de la Villa, plasmadas todas estas en la obra editada por el Ayuntamiento de Villar del Arzobispo: Crónica de la Guerra Civil en El Villar. Villar se convirtió en un destacado escenario de la Guerra Civil, ya que durante esta se le dota de diversas infraestructuras necesarias como son:un puesto de radioescucha en la torre de la iglesia, y en su interior primero un taller de reparación de vehículos y almacén de granos, y después un taller de recomposición de armamento, además de ser el cuartel general de las tropas; la Casa Abadía como taller de confección de uniformes y como Comandancia Militar; un campo de aviación establecido en los terrenos de la Casica Roger y una escuela de aviación militar en el antiguo Hospicio de Nuestra Señora de la Paz, cuartel de las Fuerzas Aéreas Republicanas; un polvorín para el almacenamiento de armas en los Arenales de San Roque y en la Ermita de San Vicente; un hospital de sangre en las escuelas municipales; y una red de refugios antiaéreos en el subsuelo de la población;así mismo, se destinan diversas casas, fábricas, corrales y pajares como lugar de alojamiento y resguardo de los numerosos soldados que aquí se encontraban destacados o de paso hacia el frente. Esta relevancia se explica por encontrarse en la retaguardia del frente de Teruel, y sobre todo en el más inmediato frente de la sierra de Andilla, localidad que formaba parte de la línea defensiva XYZ o línea Matallana, construida para la defensa de Valencia ante la Ofensiva de Levante de las tropas franquistas. Con la victoria de las fuerzas sublevadas, Villar sufre de nuevo la transformación de esos espacios cotidianos de vida, que pasan a convertirse en espacios de la represión franquista. Así encontramos el Ayuntamiento como lugar de celebración de juicios sumarísimos, las escuelas y el trinquete de Heliodoro como cárceles, y las tapias del cementerio junto con el campo de fútbol de La Loma como lugares de fusilamiento. Villar de la Libertad: espacios de memoria, se fundamenta en la Ley de la Memoria Histórica (Ley 52/2007 de 26 de Diciembre), entre cuyos objetivos se encuentra la voluntad de facilitar y promover el conocimiento y la reflexión de los hechos y circunstancias acaecidos durante la Guerra civil y la dictadura franqusita, fomentando con ello la memoria y los valores democráticos. Esta Ley asume la condena del franquismo contenida en el Informe de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, firmado en París el 17 de marzo de 2006, y presenta la siguiente declaración: «Nadie puede sentirse legitimado, como ocurrió en el pasado, para utilizar la violencia con la finalidad de imponer sus convicciones políticas y establecer regímenes totalitarios contrarios a la libertad y dignidad de todos los ciudadanos, lo que merece la condena y repulsa de nuestra sociedad democrática.»

PictographInformation point Altitude 1,729 ft
Photo ofPanel 2 - Llega la Guerra a Villar

Panel 2 - Llega la Guerra a Villar

Tras el golpe de Estado, el 20 de julio de 1936 esta plaza se convierte en el primer escenario de la Guerra Civil en Villar con la llegada de varios forasteros que, junto a otros de la población, intentan quemar la iglesia rociando su puerta con gasolina. Desde este momento y en adelante son diversos los actos que tienen lugar en la iglesia, entre las primeras actuaciones que llevan a cabo en ella se establece el Cuartel General de las tropas, se arranca el antiguo órgano tubular y se iza la bandera tricolor republicana en lo alto de la espadaña del reloj de la torre. Mientras, en agosto de 1936 se inicia el desmantelamiento de su interior para habilitarla como garaje de coches y camiones; en octubre de 1936 se abre un hueco en un lateral de la misma para establecer un almacén de granos; y en noviembre del mismo año se desmontan la campanas de su torre para fundirse en Valencia, quedando únicamente la Gorda. Además en este lugar se coloca una emisora de radio-escucha y desde él se realizan labores de vigilancia por ser esta una excelente atalaya, ya que desde ella se llega a ver hasta el mar y todo un amplio panorama de más de 50 kilómetros en 360º alrededor. Tal era el estado en el que quedó la iglesia, que tras el fin de la guerra la primera misa que se celebraba desde el 18 de julio de 1936 tuvo lugar en el trinquete de Heliodoro y las sucesivas en otros lugares como la capilla del hospicio, en el convento de las franciscanas o en la misma Plaza de la Iglesia, mientras que la iglesia se acondicionaba por hombres y mujeres republicanos represaliados. El segundo acontecimiento de relevancia tiene lugar al día siguiente, momento en el que se forma un Comité Ejecutivo Popular como organismo de gobierno de la población por encima de la Comisión Gestora existente, cuya sede se encontraba en el Palacio Prelacial. Esto se explica por el colapso que la sublevación provocó en las estructuras del Estado republicano, con el comienzo de la guerra se inicia un proceso de atomización del poder en el que surgen una serie de poderes de base conocidos con el nombre de comités que, constituidos principalmente por organizaciones obreras, son organismos que se convierten en poderes paralelos a los oficialmente constituidos. Sin embargo, la vida de este comité no se alargó más allá de marzo de 1937, ya que siguiendo el decreto del Ministerio de la Gobernación fue sustituido por un Consejo Municipal, fórmula que el Gobierno de Largo Caballero adoptó para reconstruir el Estado y reorganizar los poderes locales, el cual se comprometía a acatar al Gobierno de la República y cumplir sus disposiciones. Este Consejo Municipal fue el responsable del cambio de nombre de la población, la cual pasó a conocerse durante este periodo como Villar de la Libertad, testimonio de ello es el cuño que se conserva con esta denominación. Libertad simbólica que se pierde cuando con el fin de la guerra este edificio se convierte en la sede del ayuntamiento franquista y en el lugar de celebración de los juicios sumarísimos con los que se condena a muerte a los presos republicanos.

PictographInformation point Altitude 1,716 ft
Photo ofPanel 3 - Violencia Revolucionaria

Panel 3 - Violencia Revolucionaria

El golpe de estado del 17 de julio de 1936, con la sublevación militar contra la República, dio paso al inicio de un proceso revolucionario marcado en los primeros meses de la guerra por el desencadenamiento de diversos actos violentos. En Villar este proceso comenzó el 26 de julio con la llegada de varios coches con personas armadas quienes llevaron a cabo el registro de las sedes de los partidos derechistas, Derecha Regional y Círculo Tradicionalista, además de diversas casas cuyos propietarios eran de ideología derechista. Uno de los acontecimientos de mayor repercusión fue la gran hoguera prendida en la Plaza de la Libertad (actual Plaza de la Iglesia), que permaneció activa al menos desde el 30 de julio hasta mediados de agosto, y custodiada por guardias armados que impedían el paso en todas las calles que desembocaban en esta plaza. En ella se quemó todo aquello relacionado con lo religioso, desde imágenes, cuadros, libros, documentos, muebles, ornamentos, hasta ropa eclesiástica, pertenecientes tanto a la iglesia, la casa abadía como de particulares. Así mismo, el oratorio fundado por el Padre Francisco Tomás Barceló en su casa natalicia (Calle San Vicente, Nº61), en el que se encontraban abundantes reliquias traídas de Jerusalén, fue destruido por el fuego. Estas actuaciones se extienden en el mes de septiembre más allá de lo religioso, ya que también se queman los archivos, documentos, libros y cuanto había en el Ayuntamiento y en los Juzgados de 1ª Instancia, así como talones y libros de dos casas recaudatorias, y se incendia el Registro de la Propiedad. En el transcurso de estos convulsos días es de destacar lo acontecido con la Virgen de la Paz, patrona de este municipio. Ante los actos que estaban teniendo lugar el alcalde, quien tenía las llaves de la iglesia que habían sido requisadas con el comienzo de la guerra, en compañía de otros cuatro vecinos se encargó de esconder la imagen de la patrona en el lugar en el que nos encontramos, así esta fue sepultada en el viejo cementerio de las Bochas. Sin embargo, al ser descubierta finalmente se quemó en la hoguera el 17 de agosto. Además, la imagen de la Virgen de la Paz, situada en la hornacina sobre de la puerta de entrada a la iglesia, había sido decapitada por unos pistoleros que llegaron el 9 de agosto al pueblo y se habían dedicado a dispararle. Desde el comienzo de la guerra y al menos hasta enero de 1937 se tiene noticia de la detención de personas significativas de ideología derechista, como los presidentes de Derecha Regional, de las Juventudes de Derecha Regional, y del Círculo Tradicionalista, así como de cargos relevantes del municipio (jueces, registrador, abogados...), quienes en numerosas ocasiones habían sido avisados con anterioridad pudiendo escapar o esconderse. Algunos de los detenidos salen de la cárcel municipal tras pagar una multa y otros son trasladadas a Domeño o Valencia, dejándoles en libertad tras prestar declaración o por no encontrar pruebas de su culpabilidad. Sin embargo, también se produjeron visitas nocturnas de pistoleros queriéndose llevar a personas de derechas para fusilar, aunque algunos de los miembros del Comité se negaron a estos ajusticiamientos, queriendo impedir que se produjeran fusilamientos como el de un exseminarista y maestro nacional de Villar.

PictographInformation point Altitude 1,690 ft
Photo ofPanel 4 - Refugios Antiaéreos

Panel 4 - Refugios Antiaéreos

La construcción de refugios antiaéreos se acordó a partir de la celebración de una reunión en el Teatro Cinema Paz (actual Cine Beaus), a fecha de 31 de enero de 1937, hasta ese momento se había vivido una única alarma ante la presencia de la aviación fascista. Si bien, no es hasta junio/julio de 1938 cuando se construyen los refugios antiaéreos con los que contará la población, momento en el que las fuerzas sublevadas estaban avanzado en su cerco sobre Valencia, capital de la República, en la llamada Ofensiva de Levante. La construcción de los refugios antiaéreos es una manifestación de defensa pasiva que viene motivada por la sensación de peligro de los vecinos, estos temían que tuviera lugar un bombardeo aéreo por albergar en la población varias infraestructuras de carácter militar. Vicente Llatas dejó constancia de la existencia de trece refugios en su obra Exposición histórica de la formación urbana del Villar del Arzobispo (1962), aunque los testimonios orales atestiguan la existencia de más de los que este documentó. César Salvo incluye sietenuevos refugios en la Crónica de la Guerra Civil en el Villar, aumentando su cifra a un total de 20. Los refugios documentados presentan en su mayoría una doble entrada, como es el caso de este frente al que nos encontramos, aunque también los hay con solo una, tres e incluso cinco, como es el caso del que se ubicaba en la Plaza de la República (actual Plaza de la Fuente), que contaba con tres bocas a las que se accedía desde el exterior y otras dos desde el sótano de dos casas. Estos se construyeron aprovechando la facilidad para horadar el subsuelo de naturaleza caliza y arcillosa sobre el que se asienta la población, para lo que se contó con expertos mineros locales, y tras el fin de la guerra debieron ser sellados como ordenaba el bando emitido a fecha del 6 de abril de 1939. Además de la construcción de los refugios, se pusieron en marcha otras medidas encaminadas a evitar un posible bombardeo sobre la población. El 16 de febrero de 1937 se decretaba toque de queda en la población, siendo obligatorio apagar las luces de las calles y eliminar la emisión de luz desde el interior de las casas, con ello se pretendía evitar un posible bombardeo nocturno. Así mismo, se pintaron las bombillas de las farolas de color azul, con la intención de reducir su intensidad lumínica. Se conoce que nueve vecinos fueron multados con 5 pesetas por el incumplimiento del toque de queda con respecto a las señales lumínicas: por "salir desde sus casas y a las doce de la noche luz al exterior". Pese a las medidas adoptadas la población no sufrió ningún bombardeo, el más cercano tuvo lugar en la partida del telégrafo, relatado por Vicente López Llatas en primera persona al ser testigo directo por encontrarse en el lugar. Durante la guerra se vivieron al menos medio centenar de alarmas, concentradas principalmente en el año de 1938, ante el avistamiento de aviones fascistas que sobrevolaban la población, dadas por la única campana que se había dejado en el campanario de la iglesia. Una de las que mayor repercusión tuvo fue el 3 de diciembre de 1938, ante el avistamiento de una "gran formación área fascista, integrada por treinta y siete aviones", Vicente López Llatas lo plasma así: "¡qué fragor y cómo corría la gente hacia los refugios!, en estos momentos de máxima tensión se conoce que los niños llevaban un "palico" atado en el cuello para morderlo en caso de producirse un bombardeo.

PictographInformation point Altitude 1,680 ft
Photo ofPanel 5 - Ejercito y Refugiados

Panel 5 - Ejercito y Refugiados

Durante el transcurso de la guerra, al tiempo que Villar pierde población con las sucesivas llamadas a filas de las quintas correspondientes, también se convierte en un lugar receptor con la llegada tanto de quienes buscaban un lugar de refugio como de diversos contingentes de soldados. Así, mientras unos dejaban sus casas vacías otras se llenaban al acoger a los desplazados que huían de la guerra y otras tantas se destinaban para alojar soldados. Ante la llegada de miles de soldados, la población y sus alrededores se convertían en algunas ocasiones en un improvisado y desbordado campamento de tropas instaladas donde podían: casas, fábricas de alcohol, almazaras, pajares, corrales, en el trinquete viejo, socavando bocas de mina, en chabolas hechas con cañas o al raso. El 11 de diciembre de 1936 es la primera fecha a destacar por producirse la llegada del 17 Cuerpo del Ejército Republicano que había sido destacado en el pueblo, del cual su alto mando se alojaba en el chalet de Paco Heliodoro, mientras que en la casa frente a la que nos encontramos se alojaron en su porche un teniente de infantería y 18 soldados enlace, que permanecieron en ella hasta el 29 de marzo de 1939.Mientras que el año 1937 es tranquilo en cuanto al movimiento de tropas, si exceptuamos las idas y venidas de las fuerzas aéreas que ocupan y desalojan el campo de aviación en sucesivas ocasiones, el siguiente se caracteriza por ser un año muy ajetreado. Con la Ofensiva de Levante en marcha, Villar se convierte en los meses de julio y agosto de 1938 en un concurrido paso de camiones cargados de tropas y armamento que se dirigen al frente de Andilla, así en apenas tres días, desde el 2 al 4 de julio, se contabilizan entorno a 500 de estos. Destaca en estas fechas la llegada el 14 de agosto de unos quince mil hombres, con los que los alrededores de la población se convierten en un improvisado campamento. Entre los meses de septiembre y diciembre se sucede la llegada de numerosos soldados desde el frente de Andilla para descansar y marchar hacia otros puntos de la geografía española, así como de otros tantos que se dirigían hacia este frente. Estos son los meses de mayor movimiento de soldados en la población, se tiene constancia de que la 223 Brigada, la 217, la 215, la 216, 217 y la 132; combatientes dedicados a la construcción de fortificaciones; y el 13 Cuerpo del Ejército, con unos 17.000 hombres, permanecieron en el pueblo durante algún tiempo entre estos meses. En contraste con estos complicados meses, el nuevo año de 1939 comienza tranquilo. apenas quedaban soldados de los miles que se encontraban en el pueblo hacía unos días. Durante los dos últimos meses previos al fin de la guerra en Villar (febrero y marzo) se producen algunos movimientos de tropas, aunque no son comparables con los de 1938. Con la entrada de las primeras tropas franquistas el 30 de marzo de 1939, en Villar se tiene constancia del paso y estancia de las siguientes fuerzas: la 3ª Bandera de Falange; el Cuarto, Séptimo y Onceavo batallones del Regimiento de San Marcial; los tercios de requetés El Alcázar y Viva Cristo Rey; la 152 División Marroquí; dos regimientos y el tabor nº 10 de Fuerzas de Regulares indígenas de Melilla nº 2; y el Regimiento 63 de cazadores de Melilla. Encargados de vigilar tanto la población como sus alrededores y el monte, persiguiendo, encarcelando y fusilando a quienes habían formado parte del ejército republicano. Del mismo modo que durante el transcurso de la guerra se produce la llegada de diversos destacamentos militares a la población, también tiene lugar la salida de los villarencos con sus quintas correspondientes llamadas a filas. Se conocen algunos episodios conflictivos como la protesta de la quinta del 31 (en junio de 1937) o las del 28 y 27 (en abril de 1938), que se negaban a ir al frente si antes no iban "jefes y mutilados" y "los de enchufes", amenazando con matarlos a ellos y al alcalde. También es conocida la intervención de los guardias de asalto con el registro de las casas en las que se creía que estaban sus dueños escondidos para evitar ir al frente, quienes se ocultaban en el interior de chimeneas, armarios o en recónditas habitaciones. El desplazamiento de refugiados, niños y mujeres mayoritariamente, fue un drama que también se manifestó en la población, así las casas no sólo se destinaron a acoger soldados, sino también a un importante número de evacuados. Las primeras noticia son del 16 de noviembre de 1936, en esta fecha llegan los primeros evacuados desde Madrid, un total de 27, los que aumentan a más de un centenar tras la llegada de varios camiones a finales del mismo mes. Hasta seis meses después, en junio de 1937, no tiene lugar la llegada de un nuevo contingente procedente de Málaga y Almería, a los que se decide alojar en varias casas del barrio de las Posadas. De nuevo, entre abril y junio de 1938, se produce una nueva acogida de evacuados procedentes esta vez de los pueblos de alrededor de Morella y San Mateo, en la provincia de Castellón, así como del frente de Teruel (Puebla de Valverde, Sarrión, Mora de Rubielos, Torrijas, Arcos de las Salinas y Camarena de la Sierra). A estos se les debe sumar todas las personas venidas desde la ciudad de Valencia y sus alrededores huyendo de los bombardeos sobre esta. Todos estos evacuados, con el fin de la guerra, fueron obligados a abandonar el pueblo mediante un bando en el que se les daba 48 horas para desalojarlo bajo pena de ser llevados a un campo de concentración.

PictographInformation point Altitude 1,693 ft
Photo ofPanel 6 - Movimiento obrero y revolución

Panel 6 - Movimiento obrero y revolución

Este edificio conocido como Teatro Cinema Paz (actualmente el Cine Beaus), durante el transcurso de la guerra fue un espacio usado para la realización de mítines, asambleas y reuniones, también se usaron para estos fines otros lugares como la iglesia o el trinquete de Heliodoro. Gracias a las anotaciones de Vicente López Llatas se conoce la actividad desarrollada por sindicatos y partidos políticos. Los primeros meses de la guerra comenzaron con la celebración de varios mítines dejando paso durante 1937 al predominio de las asambleas, aunque se desconoce el transcurso de estas actividades durante el último año de la guerra. También se desconocen los temas tratados en todos los mítines y asambleas, aunque sí algunos de ellos que ilustran el transcurso de la guerra. Como ejemplo, el 1 de octubre de 1936 la CNT proponía la colectivización de la tierra integrándose los vecinos en un régimen cooperativista, o la entrega del 50% de la cosecha de uva de los mayores propietarios de tierra, propuestas que fueron rechazadas. Mientras que el 8 de agosto de 1937, transcurrido el primer año de guerra, se condenaba por oradores de Izquierda Republicana los excesos revolucionarios que habían tenido lugar con el comienzo de la guerra, en consonancia con ello días después se publicaba un bando para que se manifestaran los objetos y obras de arte que se habían sustraído a sus dueños. Desde el comienzo de la guerra los sindicatos de trabajadores, UGT y CNT, adquirieron un protagonismo destacado en el municipio. Sus integrantes primero formaron parte del Comité Ejecutivo Popular y después del Consejo Municipal, cuando el primero fue sustituido en enero de 1937, organismos encargados de dirigir la vida municipal durante el transcurso de la guerra. En el Consejo Municipal estos dos sindicatos contaban con una representación mayor que el resto, de sus integrantes tres eran de la UGT y otros tres de la CNT, mientras que los socialistas, Izquierda Republicana, Unión Republicana Nacional y la FAI únicamente contaban con uno. Una de sus primeras acciones desarrolladas con el comienzo de la guerra fue la huelga general decretada por el Comité Ejecutivo Popular, que se mantuvo al menos desde el 21 de julio de 1936 hasta el 29. Así mismo, estos participaron de las incautaciones tanto de infraestructuras claves como de casas, comenzando estas en el mes de agosto de 1936. Entre los espacios incautados a la altura de agosto de 1936 se encontraban los siguientes: bodegas, molinos, el Café del Sol, y la fábrica de harinas, en este mismo mes también tuvo lugar una rebaja de la luz eléctrica. En relación con esta se conoce, gracias a un recibo de luz con fecha del 30 de octubre de 1936 conservado por Vicente López Llatas, que la empresa de suministro eléctrico también fue incautada, además del apéndice libertario con el que el municipio fue conocido durante la guerra: Villar de la FAI (Federación Anarquista Ibérica). Además de las incautaciones, también tuvo lugar el requisamiento de animales (cerdos, reses de lanar...), aceite, vino, y dinero durante el transcurso de la guerra.

PictographInformation point Altitude 1,693 ft
Photo ofPanel 7 - Callejero y simbolismo

Panel 7 - Callejero y simbolismo

El callejero urbano es un espacio excepcional, por su exposición pública, para reflejar en él los ideales de cada periodo histórico. Frente a las denominaciones de calles y plazas con significado simbólico, se encuentran los nombres populares dados por costumbre por los habitantes del municipio. Estos últimos, carentes de ese contenido simbólico, se deben a caracteres descriptivos que nos informan del aspecto físico de la calle, de algún elemento topográfico, de alguna anécdota... En la actualidad conviven en el callejero villarenco las denominaciones de varias épocas, se conocen algunas del siglo XVIII, que al menos datan de entre 1741 y 1793, y otras del XIX, mientras que del siglo XX se encuentran tanto del periodo republicano como de la dictadura franquista, aunque sin guardar sus nombres una relación directa con ellos. El callejero anterior a la República constituye un espacio de significación religiosa, lo que pone de manifiesto la influencia y el profundo arraigo de la religión en un municipio perteneciente al arzobispado de Valencia desde 1300. Es por ello que entre los nombres de las calles predominaban los santos, arzobispos, cardenales, curas y otros símbolos religiosos. Durante el periodo republicano anterior a la Guerra Civil (1931-1936), tuvo lugar el cambio de nombre de los dos espacios más significativos de la población en ese momento. La Plaza de la Fuente, en la que nos encontramos ahora, llamada desde 1924 Plaza de Alfonso XIII, en 1931 pasó a ser la Plaza de la República. Se sustituye así el máximo símbolo del poder regio por la máxima expresión democrática, el Rey frente a la República. La Plaza de la Iglesia, en la que hemos comenzado el recorrido, sufrió su primer cambio de nombre en 1923, momento en el que recibe la denominación actual (Plaza de la Iglesia) en sustitución de la anterior: Plaza de la Constitución. Durante la República, en fecha concreta desconocida, pasó a conocerse como la Plaza de la Libertad, nos informan de esto los programas de fiestas patronales de 1934 y 1935, conservados en el Archivo Vicente Llatas Burgos. Este es un cambio de gran significación y contenido simbólico en consonancia con los principios ideológicos republicanos: la República y la Libertad pasan a presidir la vida en el Villar, sustituyendo al Rey y a la Iglesia. Aunque durante los primeros años de la República ya se habían producido cambios muy significativos, es el estallido de la guerra el que desencadena una transformación completa del callejero villarenco. El 12 de abril de 1937 se propone por el sindicato CNT-AIT en la sesión de Consejo Municipal el cambio de nombre de algunas calles, se abre así un proceso que culmina con 26 propuestas realizadas por sindicatos y partidos políticos. El resultado es la sustitución de todo aquello relacionado con la vida religiosa, convirtiéndose el callejero en un espacio reivindicativo de la República frente a la amenaza de las fuerzas sublevadas contra la democracia. Este cambio tiene lugar el 24 de mayo de 1937, y los nombres elegidos se relacionan conreferentes ideológicos (políticos, pensadores, revolucionarios), fechas conmemorativas, países aliados y hechos de carácter local. Tras la victoria de las fuerzas sublevadas y la imposición de la dictadura franquista, el callejero se ve sometido a una nueva remodelación que borra toda referencia que conecte con la República. Así el 13 de octubre de 1939 se acuerda la sustitución del nombre de algunas calles, mientras que las que habían sido renombradas en la etapa republicana recuperaron su nomenclatura anterior. Con ello, de nuevo se producen dos cambios de gran significación reflejo del periodo histórico que se inicia, se sustituye la Libertad y la República por la Iglesia y el Generalísimo. Como resultado de estos cambios franquistas únicamente perviven en el callejero dos nombres con origen republicano, son las calles de Caranfes y la de Benaduf. Lo que se explica por no conllevar ninguna relación directa con la República, siendo Caranfes el mote de un vecino de la calle y Benaduf el nombre árabe de la población. Del mismo modo, con la entrada en democracia, los nombres de calles con relación directa con el franquismo desaparecen del callejero de Villar, perviviendo otras tantas sin un vínculo directo.

PictographInformation point Altitude 1,696 ft
Photo ofPanel 8 - Aeródromo de Villar de la Libertad

Panel 8 - Aeródromo de Villar de la Libertad

Villar de la Libertad cobra protagonismo durante el transcurso de la guerra como consecuencia del aeródromo que se construye en los terrenos junto a la conocida como Casica Roger (a unos 5 kms. del casco urbano y junto a la carretera Villar-Bugarra), cuyos propietarios también lo eran de la casa que se ubicaba en este espacio y que fue utilizada como lugar de residencia delAlto Mando del Ejército Aéreo. La construcción de este aeródromo, iniciada en diciembre de 1936, se debe a las necesidades estratégicas de las Fuerzas Aéreas Republicanas Españolas (F.A.R.E), las que harán uso de él como punto de partida de los aviones destinados a bombardear las posiciones fascistas en el frente de Teruel. El aeródromo de Villar de la Libertad formaba parte de un conjunto de aeródromos militares que configuraban un arco de protección de la ciudad de Valencia y que formaban parte de la4ª Región Aérea Gubernamental, que contaba con campos de aviación a lo largo de las provincias de Cuenca, Teruel, Alicante, Castellón y Valencia. Esta última contaba con los siguientes: Alcublas, Carlet, Liria, Manises, Montroy, Pobla del Duc, Requena, Sagunto, Senyera, Sinarcas, Valencia-El Grau, Villar de la Libertad y La Yesa. Los campos de aviación contaban con un código como forma de denominación administrativa que se formaba a partir de tres números, uno correspondiente a la Región Aérea, otro al Sector y uno secuencial para identificarlo dentro del sector. Al de Villar le correspondía el código 423: 4ª Región Aérea, 2º Sector, tercer campo; denominación que se mantuvo hasta la reorganización de esta región aérea en diciembre de 1938 con la ocupación de los campos en Castellón, momento en el que el código del campo pasa a ser AX-3. Los trabajos que se inician en diciembre de 1936 para llevar a cabo la explanación y acondicionamiento de los terrenos en los que se iba a ubicar el campo de aviación, finalizan en el mes de marzo de 1937, mientras que posteriormente se construye un refugio antiaéreo (diciembre de 1937)y dos edificios, uno para taller de reparaciones y el otro para dormitorio de las tropas. El campo construido presentaba una forma hexagonal irregular, con una longitud de N-S de 1.800 metros y ancho de 1.200 m. (Sur) y 500 m. (Norte), siendo sus coordenadas las siguientes: Latitud 39º 41’ y Longitud 2º 53’ E. En las labores de construcción se conoce que llegaron a trabajar cerca de 180 jornaleros, a los que se les pagaba a 7 pesetas el jornal, más unos 14 carros a 13 pesetas, además de dos tractores y las respectivas caballerías a 10 pesetas. Es el 23 de marzo de 1937 cuando aterrizan en el campo de aviación los primeros aviones, estos se correspondían con el modelo Tupolev SB-2, conocidos como Katiuskas, y pertenecían a la 1ª Escuadrilla del Grupo 12 con tripulaciones rusas, las cuales se alojaron en el edificio de pisos de la Plaza de la Libertad (actual Plaza de la Iglesia). A partir de esta fecha se suceden periodos en los que el campo se encuentra intensamente ocupado con otros en los que se desaloja y apenas quedan unos cuantos guardias para su vigilancia, se alternan así momentos en los que el campo está desierto o se destina al descanso y reparación de aviones, con otros de gran actividad con un continuo despegue y aterrizaje de aviones. Como ejemplo de ello el día 11 de abril de 1937 despegaron de este aeródromo un total de treinta y dos aviones, y el día 16 despegan tres escuadrillas con 12 aviones dos de ellas, y con 26 la tercera, lo que convierte a Villar en un verdadero centro de operaciones aéreas tanto con misiones de guerra como de entrenamiento. Entre las fuerzas aéreas que ocuparon el campo de aviación se encuentran las siguientes: la 2ª Escuadrilla de Chatos; la 2ª Escuadrilla de Moscas del grupo 21, formada por pilotos rusos, la 2ª Escuadrilla de Katiuskas del grupo 24; y la 50ª Escuadrilla de Natachas.

PictographInformation point Altitude 1,690 ft
Photo ofPanel 9 - Vicente López Llatas y su diario de guerra

Panel 9 - Vicente López Llatas y su diario de guerra

Nos encontramos frente a la casa de Vicente López Llatas, autor de los escritos que configuran un magnífico y detallado diario de la Guerra Civil en el Villar, a los que él mismo tituló comoBreves apuntes de la Revolución desde el 15 de julio de 1936 en cuanto afecta a Villardel Arzobispo. En origen se creyó que estas anotaciones pertenecían a Vicente Llatas Burgos por haberse encontrado en su casa, sin embargo, en la labor de escritura del libro Crónica de la Guerra Civil en El Villar, César Salvo descubrió la verdadera autoría gracias a diversos documentos a nombre de Vicente López Llatas, como recibos de luz. Este diario se compone de un total de 141 papeles de muy diversa procedencia, entre ellos portadas y contraportadas de varios ejemplares del periódico la Gaceta de Madrid, uno de ellos de 1918; recibos del alumbrado eléctrico, tanto de 1935 como de 1936; un calendario de 1937; un sobre con sello de 1937; un número de lotería para el sorteo de la navidad de 1932; un documento de canje de billetes del Banco de España de agosto de 1928; el reverso del borrador de una carta personal datada en junio de 1939; y mayoritariamente una variada gama de soportes relacionados con el tabaco, como son las envolturas de tabaco de picadura, de paquetes de cigarrillos liados o librillos de papel de fumar. De estas anotaciones de gran interés histórico por los datos y cifras que proporciona Vicente López Llatas, que de otra forma muy difícilmente serían conocidos, es especialmente relevante y estremecedor el testimonio trasmitido por alguien que estaba viviendo el horror de la guerra. Estas palabras de Vicente López Llatas plasman el sufrimiento, dolor, miseria, tristeza, impotencia y desesperación de aquellos que vivieron la Guerra Civil española. Algunos de estos relatos son los siguientes: "Ya está visto que no hay corazón, lo dicen los sentimientos pues no quedan mozos y dicen que se llevan pronto las quintas de 1930 y 1937" (19-7-1937). "Los comestibles a las nubes, no se puede comer" (19-8-1937), "Grandes colas para comprar comestibles, grandes riñas y disputas" (1-9-1937), "Es por demás lo que se padece con la comida, hayquien dice que no ha comido pan en 15 días" (1-1-1938), "Sigue el hambre en aumento" (1-12-1938). "Estas fuerzas venían aquí en pleno día con un calor que no se podía andar por ninguna parte, con la ropa sucia y rota, parecían salvajes sin comer y por todas partes se les veía pedir auxilio..." (16-8-1938). "El suministro es cada vez más poco, ropas no les dan la mayor parte y los ves a los soldados ya hombres de más de 40 años con los vestidos rotos y llenos de miseria, parece el ejército de los miserables. Todos con muchas ansias que se acabe esta guerra" (12-11-1938). “Tocan rápida alarma y al bajar a la senda unos 30 pasos estallan 6 ó 7 bombas y me dejo caer dentro de la acequia y alrededor de mi se clavaron varios trozos de metralla y piedras, esperando que me tocase o me diese alguna de ellas pasó..." (6-12-1938). "Llegamos al nuevo año llevando la incertidumbre y la zozobra de esta maldita guerra que no se oyen más que lágrimas y lamentos por todas partes" (1-1-1939). "El pueblo está con mucho miedo esperando de un momento a otro por aquí una gran ofensiva, tanta tranquilidad les pone nerviosos" (28 -2-1939). "Salen muy pocos al campo, dicen que por los montes hay muchos rojos armados. Los moros van cogiendo, anoche 20, anteanoche 7 y antes de anoche 4. Los que no se quieren entregar los fusilan y los entierran en una zanja que hacen estos"(18-4-1939). "Han traído muchos presos y se celebran aquí los juicios públicos. Dicen que hay aquí 46 penas de muerte en presos" (6-6-1939).

PictographInformation point Altitude 1,709 ft
Photo ofPanel 10 - Polvorín de los Arenales de San Roque

Panel 10 - Polvorín de los Arenales de San Roque

Además del campo de aviación de la Casica Roger, otra de las infraestructuras que nos muestran el papel relevante que tuvo el Villar durante el transcurso de la Guerra Civil es el polvorín que se encontraba en el Cerro de San Roque, obra desconocida en un principio entre los habitantes del municipio que especulaban con la posibilidad de que los trabajos que se estaban llevando a cabo podían tratarse de la construcción de trincheras. Este se construyó aprovechando los cerros de arenisca fáciles de horadar, iniciándose a finales del mes de julio de 1937 por un total de 30 hombres, a los que en agosto se unieron varios ingenieros encargados de dirigir la construcción. Estos se alojaron en este edificio conocido como La Casa de la Boticaria, estableciendo aquí la Comandancia de Ingenieros, encargada también de conceder los vales que autorizaban el uso de arcilla, yeso y caolín para obrar, al estar estos materiales militarizados. Las obras, que comprendía la construcción del polvorín y frente a este de un pequeño edificio destinado a custodiar el arsenal a depositar, no finalizaron hasta diciembre de ese mismo año, momento en el que se instalaron diversas bombas y proyectiles. Al construirse en este lugar el polvorín fue destruida la Cruz de la Rocha de los Arenales, que recordaba la muerte de una niña de 4 años acaecida en 1859 al ser sepultada por un desprendimiento cuando había ido a coger arena para fregar junto a su hermana y amigas. Este era un lugar de gran peligrosidad, se conoce que en él tuvo lugar un desgraciado accidente el 19 de febrero de 1939 cuando al descargar un camión las bombas que llevaba, explotó una de ellas muriendo diez soldados, seis en el momento y posteriormente otros cuatro que habían quedado heridos. Una vez finalizada la guerra, no es hasta septiembre de 1939 cuando se retiran las bombas que todavía se encontraban en este polvorín, sin embargo, en él quedó un numeroso material de guerra que fue arrastrado por el camino de la Balsa con la riada de 1957, aprovechando los niños para cogerlo y venderlo como chatarra.

PictographInformation point Altitude 1,663 ft
Photo ofPanel 11 - Guerra y represión. Hospital de sangre y cárcel franquista

Panel 11 - Guerra y represión. Hospital de sangre y cárcel franquista

Con el transcurso de la guerra y el avance de las tropas sublevadas en la Ofensiva de Levante, este edificio destinado a Escuelas Municipales, tras once años desde su construcción en 1927, ve cambiar drásticamente sus funciones cuando en julio de 1938 se ubica en él un hospital de sangre. Tal debía ser la cantidad de heridos recibidos que este no daba abasto en agosto de 1938, cuando también tuvo lugar la instalación de un hospital al aire libre en las oliveras de Vicente Roque, camino de Pardanchinos, resguardando a los heridos bajo las oliveras para evitar ser avistados por la aviación franquista que no dejaba de hacer recorridos hacia Alcublas-Andilla. Ante esta emergencia, son varios los bandos dados en el municipio para prestar toda la ayuda posible proporcionando camas, colchones, cojines, sábanas y cuantas cosas fueran útiles. No solo llegaban heridos a nuestro pueblo en un ir y venir de ambulancias, sino también los fallecidos en combate en el frente de Andilla, así lo relata el estremecedor testimonio de Vicente López Llatas: "dicen que anoche vinieron a descargar 3 o 4 camiones de muertos a este cementerio, sin duda hay muchos en Andilla y Artaj". Tal era el volumen de fallecidos que no todos fueron trasladados: "se dice que en un barranco encima de Andilla ayer abandonaron los muertos allí apilados". Al finalizar la guerra se contabilizan, según este, cerca de 900 muertos entre los traídos del frente y los fallecidos en el hospital. En el Villar de la Libertad entraban las tropas sublevadas el 30 de marzo de 1939,lo que nos anuncia el fin de la guerra, mientras que desde el día anterior había comenzado la retirada del Ejército Republicano. Así lo relata Vicente López Llatas: "baja un cordón sin cortarse por las carreteras de Andilla e Higueruelas, caminos de Alcublas, otros caminos y sendas bajaban a pie, las caras las tenían demacradas de hambre y de sufrimientos, llenos de miseria, casi todos con las vestiduras rotas y maldiciendo su suerte". Con ello este edificio se destina a otra función diferente a la que le dio origen, las escuelas se convierten ahora en cárcel franquista, también lo hace el trinquete de Heliodoro, un espacio dedicado al ocio y la diversión antes de la guerra y al debate y difusión de ideas e ideales durante esta, además de otros lugares como los calabozos del Ayuntamiento o el chalet de Paco Heliodoro. Estos se transformaron en espacios de la represión franquista que se inicia con la victoria en la guerra y que se prolongará durante losaños de la dictadura. En abril de 1939, se tiene noticia de que en estos espacios habilitados como cárceles llegaron a encontrarse en torno a 283 jefes y oficiales del Ejército Republicano en las escuelas, trasladados después al campo de concentración de Barracas, junto a 22 paisanos de este municipio. Mientras, en el trinquete de Heliodoro se hallaban presos políticos de pueblos de alrededor, por ser Villar cabeza del partido judicial, de los que según Vicente López Llatas "se dice que hay más de 190". Estos espacios estaban continuamente repletos de presos por la llegada constante de detenidos, así en mayo se habla de más de 600 presos, que o bien son trasladados a las cárceles de Valencia, o son sometidos en este municipio a juicios sumarísimos siendo condenados a morir fusilados. Mientras que tras la celebración del corpus el 8 de junio de 1939 se descubría en la fachada de la iglesia la cruz por los "Caídos por Dios y por España" con inscripción dedicada a "José Antonio Primo de Rivera, Presente", a lo largo de este mes tienen lugar numerosos fusilamientos de presos republicanos tanto en las tapias del cementerio como en la explanada del primer campo de fútbol en la Loma (actual lavadero de los hermanos Cervera), motivo por el que este se trasladó al Huerto del Señor (lugar en el que nos encontramos). Así, se conoce que a fecha del 28 de junio se habían fusilado al menos a 115 presos procedentes de diversos lugares, de una lista de 142 condenados a muerte. Tras el envío de tres camiones a Valencia con los presos que quedaban en el pueblo, el 5 de julio de 1939 finalizan los juicios y fusilamientos en Villar, mientras que varios paisanos de este municipio son fusilados desde 1939 hasta 1942 en el cementerio de Paterna, y otros tantos perseguidos y encarcelados. Señor Don Heliodoro Estevan, que es el alcalde mayor, ahora que tiene el mando cumpla con su obligación. Juzgue con la lealtad que seamos todos iguales, y si es que hay algún ladrón que no lo defienda nadie. Que siempre puedan decir en el pueblo del Villar, que aunque usted tiene ese cargo lo sabe desempeñar. No necesita consejos, es una tontería, y aunque usted es muy joven le sobra sabiduría. Se llama Dolores Luz la que este verso ha trovado. Poema trovado por Dolores Luz Montesinos al final de la Guerra Civil (1939) con motivo del encarcelamiento de su marido Pedro Molina, acusado de abastecer de alimentos a los considerados como líderes de la Revolución en el Villar, buscados por la Guardia Civil, un grupo de requetés y de falangistas.

Comments  (1)

  • Photo of Fernando Posteguillo
    Fernando Posteguillo Jan 17, 2023

    Interesante y aséptico relato de nuestra, espero, última guerra civil en Villar del Arzobispo.

You can or this trail