Rodeando la 'Montaña' de Zaratán

Ruta circular que iniciamos y terminamos en la Carretera de la Mota, a las afueras de Zaratán. A través de caminos y senderos, vamos rodeando el promontorio elevado que vemos desde nuestra terraza y que hemos subido bastantes veces y que nosotros y los niños llamamos La "montaña" de Zaratán.

Empezamos la ruta cruzando con cuidado la Carretera de la Mota, desde la calle El Barrero, después de bajar unas escaleras desde el final de esa calle. En ese punto empieza un camino de tierra que durante varios cientos de metros transcurre muy agradable y siempre cuesta abajo dejando el sendero que sale a la izquierda y que sube nuestra montaña por su cara norte y que es el que usamos nosotros cuando queremos subir a su cumbre. En esta mini ruta tendremos la montaña siempre a nuestra izquierda y la iremos rodeando. El niño de 4 años y la niña de 2 van cómodos y contentos y a su ritmo, buscando palos y piedras preciosas. El paisaje es bonito: campos castellanos a punto de ser segados o recién pelados, cerros a lo lejos recortados contra las nubes del cielo, nuestra montaña a la izquierda en todo momento mientras la rodeamos y caminos extensos sin explorar.
Al cabo de algo menos de 1 km llegamos a una torre semiderruída que llamamos la Atalaya de los Orcos, al lado de una era segada al pie de la montaña.
Proseguimos un poco más hasta cruzar un arroyo de nombre Arroyo Grande, y justo después, giramos a la izquierda desviándonos del camino principal y cogiendo otro camino menor pero muy bien marcado también.
Proseguimos por esa senda que discurre paralela al arroyo con la montaña a la izquierda detrás de él mientras reponemos fuerzas con unos plátanos. En un punto, el camino tiene una salida hacia el arroyo en un lugar que permitiría vadearlo cuando llevará agua. En esta época del año, junio, el cauce es intermitente y nulo en este punto. Cruzamos y encontramos un refugio hecho bajo las ramas de los árboles, asientos con troncos caídos y salida a otra senda hacia la montaña. Exploramos el refugio que se extiende bajo los árboles y continuamos el camino entre campos de trigo ya granados.
Al cabo, salimos al camino que lleva hacia una hípica si fuéramos a mano derecha, cogiendo hacia la izquierda iniciamos el camino de regreso que nos llevará al final de la calle Camino a Arroyo. Allí paramos a corretear por una colina de hierba del final de un parque, cuesta arriba cuesta abajo.
Subimos toda la calle, una gran cuesta de varios cientos de metros justo al lado de las tierras, que nos hace terminar de cansarnos, hasta llegar al punto de partida, en el alto de la Carretera de la Mota.

Una ruta molona y cortita, disfrutando de los campos castellanos en un día bastante fresco para la época del año, muy agradable para pasear.