Rastreando los Molinos Huertanos

No hace mucho cayó en nuestras manos un libro publicado por la Acequia de Rascanya, del que nos interesó el capítulo sobre sus molinos. Hacía un repaso a los 19 que antaño movía el agua de dicha acequia, de los que conocíamos algunos.
En esta ocasión recorremos los que hay por la huerta de Vera y Alboraia y el Pla de San Bernat. La mayoría son de la acequia de Rascanya y otros de las de Tormos y Mestalla. Quedan en pie los edificios de 5, lo otro son indicaciones de su antigua ubicación y en algún caso suposiciones o incertezas.
Hemos tenido un problema y se han borrado los WP de la primera parte de la ruta.
Partimos desde la rotonda del mirador junto a la UPV. Rodeamos la universidad para tomar el Camino de Vera. Pasaremos junto a la acequia de Vera, que en un corto tramo movía hasta tres molinos, los de Masquefa, Farinós y Vera.
A la altura de una subestación eléctrica tomamos el camino de la Iglesia de Vera para acercarnos al primer molino del día, el de Vera.
Del molino se tienen noticias al menos desde 1580, por una herencia. La ermita es una construcción del S. XVII o XVIII, sobre una preexistente del XV. Cerca estaba el manantial del Clot de Vera.
Salimos al camino Farinós que seguimos hasta enlazar con la Travesera de Vera. Por ella iremos hasta el camí Fondo a la altura de la Alquería de Bauset.
Pasaremos por el antiguo Molino de la Gamba y los secaderos de chufas de varias afamadas horchaterias.
También se le conoce como Molí de la Mare de Deu dels Desamparats.
Está en funcionamiento desde 1782, siempre en manos de la misma familia, primero como molineros de los Condes de Orgaz. Al que se lo compraron en 1922. Lo movía la acequia del Palmar hasta que llegó la energía eléctrica en 1914.
Por el camino llegaremos a la Travesera de Cerezo que nos conecta con el Camí de la Mar.
Vamos hacia Alboraia atravesando el Polígono Industrial. En la primera casa que encontramos a la izquierda sobre la acequia de la Mar debía estar el Molino de la Mar. Era de origen medieval (1498), tenía 2 muelas y por su posición en la parte final de la acequia tenía problemas de escasez de agua, por lo que también se le conocía como el Molí Sec d'Alboraia. Dejó de funcionar a principios del siglo XX.
Seguimos hasta llegar a los jardines del Paseo de Aragón por los que alcanzamos el viejo apeadero de la Vía Xurra a la altura del Carrer Molí. Que haciendo honor a su nombre tenía el Molíno de Alboraia en su cruce con la calle Colón. De este se tiene constancia desde 1404, y en 1797 pertenecía al Marqués de Cruilles como el del Mar.
Vamos a la plaza y seguimos hacia el Cementerio. Rodeamos las vías para coger el camino que nos lleva al Molino de la Ascension. También se le conoce como de Barraca o de Calixt. Situado sobre un ramal de la acequia de la Riquera, mantiene bastante bien la estructura e incluso parte de la maquinaria. En 1762 se concedió el permiso para su construcción y dejó de funcionar tras la riada de 1957.
Por el camino junto al molino salimos a la mota del barranco de Carraixet que seguimos hasta la vieja Carretera de Barcelona.
Estamos delante de la ermita de la Virgen de los Desamparados que se construyó sobre el antiguo cementerio de los Desamparados al otro lado de la carretera en 1935, retranqueandola sobre la anterior de 1447 para ensanchar la vía. El cementerio de los Ajusticiados está tras el jardín. Aquí acabaron los restos del héroe Romeu ajusticiado en 1812 por el general Suchet, el maestro de Ruzafa Cayetano Ripoll que fue el último muerto por la Inquisición en 1826. El Coronel Joaquín Vidal que fue ejecutado por orden del General Elio en 1819 acabo aquí. El propio General Elio fue ejecutado mas tarde(1822), y su cuerpo también pasó por este lugar, antes de ser llevado a otro cementerio.
Cruzamos la carretera y seguimos el barranco y después el canal del Palmaret Bajo para llegar al Molí Canyars. Unas alquerías donde antes estaba este molino de la acequia de Tormos, que aquí acaba en la de Rascanya.
Delante del molino están les Llengües de Alboraia - Almassera. Es un partidor donde la acequia de Rascanya se divide en dos brazos. El de Alboraia o de la Riquera que movía los Molinos de la Ascension, Alboraia y del Mar.
El de Almassera cruza el barranco por un sifón (el Canó) y poco después movía el Molino de Almassera ya desaparecido. Estaría cerca de la Cruz Cubierta en los terrenos de Dacsa.
Seguimos por el camino hacia L'Anell, donde la Acequia de la Font de Carpesa pasa por debajo de la de Rascanya. Y desde aquí hasta la Carretera de Barcelona movía los Molinos dels Fleixes, de la Sal y de Estenaga, pasando a llamarse Palmar.
Abandonamos la acequia de Rascanya por el brazo de la Cadira para tomar el Camino del Raco de l'Anell y salir a la vieja Carretera de Barcelona. Aquí estaban los molinos de Estenaga todavía en Valencia en el cruce con la calle Tabernes Blanques, donde se construyó un bloque de viviendas y ya en el siguiente municipio el de la Sal. Ahora es un gran solar tras la demolición de la Industria cárnica que sustituyó al molino.
Aguas arriba de este se tienen noticias del molino dels Fleixes por un contencioso que tuvo con sus vecinos. Pero poca noticia más hay. Incluso podría ser el mismo de la Sal, pero sólo es una conjetura.
Estos dos o tres molinos se movían con el agua de la acequia de la Font o Palmar.
Dejamos Tabernes Blanques por el camino de la Alquería Campaneta para cruzar la huerta a espaldas de la Biblioteca Valenciana por el camino de la Alquería Albors. A la altura del viejo muro del Monasterio pasamos por un puente que debe ser coetaneo del paredón.
En la ronda norte hay que dar un salto o realizar un pequeño rodeo para llegar a la Alquería Albors donde estaba el Molino de San Miguel.
Este nucleo pertenecía al Monasterio del que ha quedado separado por la Ronda Norte. Aquí estaba el Molí de San Miquel y la Alquería de San Llorenç, hoy rehabilitados como dependencias municipales.
Seguimos hacia Benimaclet cruzando el Parque de Orriols y pasando por las posible ubicación de dos molinos, el de Navarro y el de l'Alegret, ya desaparecidos.
En la calle Murta estaba el de Benimaclet, del que se puede ver alguna vieja foto en la red.
Ya solo nos queda ir a buscar el Camino de Farinós para visitar el último de los molinos y acabar la ruta por el carril bici.
El recorrido es fácil y tranquilo, salvo el tramo entre el Molino de la Gamba y el Polígono industrial de Alboraia que discurre por caminos asfaltados que entre semana y a ciertas horas pueden tener bastante tráfico.