Perimetral Casa de Campo con niños

La Casa de Campo se considera el pulmón de la capital, gracias a su gran riqueza arborística. Destaca el gran encinar que la pobla y la retama como arbusto más destacado.
Este espacio destaca desde su antiguedad, habiendo sido testigo de grandes hitos de la Historia de España.
Nosotros comenzamos la ruta en el parking cercano al lago (y a la estación de metro del mismo nombre) que pudimos ver de una manera muy diferente a como viene siendo habituales que estaba vacío, como podréis observar en foto adjunta, ya que necesitaba una restauración y limpieza en profundidad. Dada la vuelta comenzamos a coger altura en dirección al Teleférico. Rápidamente tenemos el privilegio de tener una espectacular panorámica de la capital. Cerca del Teleférico, hicimos nuestra primera parada, haciéndolo coincidir con un Parque Infantil, que hizo la delicia de los niños que nis acompañaban. Proseguimos nuestro camino, destacando que hay bastantes fuentes a nuestro paso. Fuimos por sitios en los que íbamos solos, lo cual era muy agradable para evitar las grandes muchedumbres de paseantes y ciclistas que allí se pueden encontrar. Rápidamente llegamos a los cercados del Zoo de Madrid, pasando muy cerca de tigres, leones, monos y delfines, que los más pequeños pudieron ver y disfrutar. Compartimos unos metros con el Anillo Ciclista y volvimos a adentrarnos por una zona de campo que nos llevó hasta una Plaza Portatil de Toros que nos llamó la atención. Seguidamente pasamos por delante de la estación de metro de Batán, muy cercana a la entrada del Parque de Atracciones de Madrid, donde pudimos oír los alaridos proferidos por algunos que andaban montados en las montañas rusas para soltar toda su adrenalina. Nos fuimos alejando yendo paralelos a unos arroyuelos hasta llegar de nuevo a nuestro punto de salida. Un día muy agradable para conocer este espacio tan cercano y desconocido para muchos madrileños, que nos conformamos con ir donde va Vicente.