Paseo Fluvial del río Guadalaviar: Albarracín (SL-TE 48)

Caminata por el Paseo Fluvial del río Guadalaviar, en uno de cuyos meandros se alza sobre un peñón el pueblo serrano de Albarracín, villa medieval de de arquitectura singular, con sus casas colgando sobre la abrupta ladera que se asoma al cauce del Guadalaviar. Se trata de un escueto y encantador itinerario catalogado como sendero local SL-TE 48 (SL, de sendero local; TE, de Teruel), un paseo que complementa muy bien la visita turística a Albarracín. Ideal para hacerlo con la infancia.

Sin llegar a los dos kilómetros, traza un recorrido lineal, por lo que para retornar al punto de salida hay dos opciones: regresar por el mismo camino o atravesar el casco histórico de Albarracín (opción elegida en este caso), para lo que habrá que subir por la calle del Portal del Agua hasta penetrar en el recinto amurallado de la localidad, reposar la mirada desde el mirador de la catedral, enlazar con la plaza Mayor y desembocar en el puente situado junto a la oficina de turismo desde donde partimos.

En realidad, el paseo señalizado empieza un poco después, junto al río y el aparcamiento al aire libre y tapiado del hotel Arabia: un cartel informativo advierte del inicio de ruta (bandera 2 del mapa).

El sendero está jalonado por un par de puentes colgantes (uno de ellos en un desvío fuera del itinerario principal; bandera 6), otro par de molinos (banderas 8 y 11; este último es el molino Real), un trecho de pasarelas aéreas adheridas a la roca, pequeños tramos de escaleras y un brevísimo paso por senda pedregosa que, en caso de suelo mojado, hay que pisar con precaución (pero no presenta dificultades, pues siempre llevamos el apoyo de una barandilla).

Al principio del itinerario disfrutaremos de varias panorámicas del anfiteatro de casas del pueblo: especialmente desde el mirador de Albarracín (bandera 4 del mapa), al que se sube en un rápido ida y vuelta de apenas un minuto desde el camino principal (merece la pena la cuestecita; el desvío está señalizado con un cartel de madera).

La senda empieza a cota de río (bandera 2) para, tras cruzar el puente del Cerro (bandera 3) elevarse enseguida y ofrecer las mencionadas vistas a Albarracín, con el mirador de Albarracín como palco privilegiado (bandera 4). Tras superar el puente colgante de los Carneros (bandera 7), llega el tramo de pasarelas metálicas con las que nos adentramos en el pasillo más angosto del cañón fluvial. De las pasarelas bajaremos por un tramo de escaleras verticales, que nos devuelven a la orilla del río en el punto donde el cauce traza la curva de meandro, y cuya cota ya no abandonaremos hasta el final del sendero señalizado (bandera 12), pasando antes por el molino Real (bandera 11).

Una vez concluido el itinerario, atravesamos el casco urbano para retornar al punto de salida: subimos por la calle del Portal del Agua, sin rebasar su puerta sino rebasar la muralla por el paso que se nos abre a derecha según subimos la calle, llegar a la terraza mirador situado delante del palacio Episcopal y la catedral (bandera 14) y descender a la plaza Mayor por el tramo de escaleras que desciende desde la esquina derecha trasera del mirador, según miramos de frente (bandera 15).