Nantes y el Loire. Castillo de los Duques de Bretaña. Catedral. Centro de la ciudad.
near Nantes, Pays de la Loire (France)
Viewed 408 times, downloaded 23 times
Trail photos
Itinerary description
Una visita, algo apresurada, a los lugares de mayor interés del centro de Nantes, bajo la amenaza permanente de lluvia, con un cielo negro que hacia presagiar un buen chaparrón, que se materializó en varios momentos, aunque no impidió pasar por todos los puntos previamente seleccionados.
Nantes, una ciudad de poco más de 300.000 habitantes, capital del departamento de Loire Atlantique desde 1972, ha estado ligada a la historia de la Bretaña desde antiguo. No en vano se convirtió en capital del ducado de Bretaña en el año 939, título que conservó durante toda la Edad Media. En su historia destacan su papel en las llamadas Guerras de Religión, que finalizaron con el edicto de Nantes, promulgado por Enrique IV en 1598, que concedió a los protestantes la libertad de culto. Esa etapa está unida a uno de los monumentos más importantes de Nantes: el Castillo de los Ducs de Bretagne.
Pero la ciudad floreció sobre todo en los siglos XVIII, cuando llegó a ser el primer puerto comercial de Francia, y XIX, hasta que se abolió el comercio de esclavos africanos lo que, junto a la colmatación del Loire y otros cambios comerciales, llevó a la ciudad a la ruina, una situación de la que ha sabido salir para convertirse en una de las primeras ciudades francesas por calidad de vida y riqueza. Pero de esa última etapa nos queda otro monumento, este moderno y tal vez no muy bello, que recuerda la abolición de la esclavitud.
No son los únicos lugares que merece la pena visitar. La Catedral de San Pedro y San Pablo, iniciada en el gótico tardío aunque no se acabó hasta el siglo XIX, la Psalette también del gótico tardío, los Quais del Loire, el Hôtel de Ville, varios museos y un buen número de notables edificios religiosos y civiles, algunos que recuerdan a Jules Verne, tal vez su ciudadano más distinguido, son también buen destino para el caminante, en un agradable paseo urbano que, en este caso, se vió acompañado por una lluvia suave que lo hizo algo más incómodo.
El trayecto seguido se inicia al lado del hotel Raddison, en la plaza Aristide Briand, desde donde pasamos a la rue Mercoeur, donde está el Liceo Jules Verne, para luego bajar hacia la gigantesca Basílica de San Nicolás, neogótica, edificada en el siglo XIX sobre la antigua localización de una iglesia del siglo XI, que luego pasó a ocupar un recinto fortificado. Desde aquí seguimos por la Rue des Halles hacia la iglesia de la Sainte Croix, del siglo XVII, aunque modificada en el XIX, en un emplazamiento antes ocupado por una capilla benedictina del siglo XI.
Continuamos por la Rue du Moulin, donde encontramos las Galerías Lafayette, para seguir por la Rue des Trois Croissants hacia la Place de L'Ecluse y llegar a la Place Royale, con el monumento al Loire y sus afluentes como referencia notable. Desde ahí seguiremos hacia la plaza Graslin, para luego dirigirnos hacia el Quai de la Fosse, donde se encuentra, al pie del gran río, el monumero que conmemora la abolición de la esclavitud, casi al lado del puente que lleva el nombre de Ana de Bretaña. Desde el Memorial damos la vuelta, continuando hacia el Quai de Turenne y la Allée du Port Maillard, por la que llegaremos, bajo una lluvia algo más intensa, al Castillo de los Duques de Bretaña; ya es algo tarde y no es posible visitarlo, pero rodearlo es también interesante.
El Castillo empezó a ser construido al inicio del siglo XIII, en el lugar donde anteriormente estuvo un castro romano, pero su forma actual es debida a numerosas reformas y ampliaciones realizadas a partir del siglo XV. Al norte de la entrada principal está la Tour des Espagnols, donde estaba un polvorín que explotó en 1800, causando la destrucción del ala occidental del Castillo. El Castillo es sede del Museo de la Historia de Nantes, y desde el exterior destacan diversas torres (Fer-à-Cheval, Boulangerie, Couronne d'Or o del Homenaje) y los edificios del Grand-Logis, y el Grand y Petit Gouvernement.
La salida hacia el norte, subiendo unas escaleras hacia el Cours Saint Pierre, nos deja en medio de una feria ahora no muy concurrida, pero con todas sus instalaciones en marcha, esperando la visita de los niños, sus usuarios más frecuentes. Ya cerca de la Catedral encontramos la Chapelle Saint Clair y, justo por detrás, los jardines donde está la Psalette, antes comentada. Rodeando el abside de la Catedral nos encontramos con la Porte de Saint Pierre, del siglo XV, y el jardin arqueológico de Nantes. Siguiendo hacia el oeste llegaremos a la Place Saint-Pierre, donde está la fachada de la Catedral, que recordemos se empezó a construir en el siglo XV, aunque no se terminó hasta finales del siglo XIX, por lo que su aspecto es relativamente moderno, aunque sus dimensiones son colosales.
Continuamos por la rue de Verdun, para llegar a la Place du Pilori, y volver por les Halles, a la Place de l'Ecluse, y luego, por las rues de Feltre, Calvaire y La Fayette, volver a la place Aristide Briand, donde hemos iniciado este paseo.
En conjunto una ruta de longitud media, urbana, que pasa por casi todos los lugares de interés turístico de Nantes, aunque tal vez nos hemos fijado más en unos que en otros. Realizable en menos de dos horas, sin incluir visitas al interior de monumentos, salvo por algunas fotografías rápidas, nos ha parecido una buena manera de conocer de primera mano el centro urbano. Se puede realizar con cualquier tipo de calzado, sin necesidades especiales, aunque llevar un paraguas nos parece muy aconsejable si llueve o amenaza hacerlo, aunque los chubasqueros hicieron un buen trabajo.
Nantes, una ciudad de poco más de 300.000 habitantes, capital del departamento de Loire Atlantique desde 1972, ha estado ligada a la historia de la Bretaña desde antiguo. No en vano se convirtió en capital del ducado de Bretaña en el año 939, título que conservó durante toda la Edad Media. En su historia destacan su papel en las llamadas Guerras de Religión, que finalizaron con el edicto de Nantes, promulgado por Enrique IV en 1598, que concedió a los protestantes la libertad de culto. Esa etapa está unida a uno de los monumentos más importantes de Nantes: el Castillo de los Ducs de Bretagne.
Pero la ciudad floreció sobre todo en los siglos XVIII, cuando llegó a ser el primer puerto comercial de Francia, y XIX, hasta que se abolió el comercio de esclavos africanos lo que, junto a la colmatación del Loire y otros cambios comerciales, llevó a la ciudad a la ruina, una situación de la que ha sabido salir para convertirse en una de las primeras ciudades francesas por calidad de vida y riqueza. Pero de esa última etapa nos queda otro monumento, este moderno y tal vez no muy bello, que recuerda la abolición de la esclavitud.
No son los únicos lugares que merece la pena visitar. La Catedral de San Pedro y San Pablo, iniciada en el gótico tardío aunque no se acabó hasta el siglo XIX, la Psalette también del gótico tardío, los Quais del Loire, el Hôtel de Ville, varios museos y un buen número de notables edificios religiosos y civiles, algunos que recuerdan a Jules Verne, tal vez su ciudadano más distinguido, son también buen destino para el caminante, en un agradable paseo urbano que, en este caso, se vió acompañado por una lluvia suave que lo hizo algo más incómodo.
El trayecto seguido se inicia al lado del hotel Raddison, en la plaza Aristide Briand, desde donde pasamos a la rue Mercoeur, donde está el Liceo Jules Verne, para luego bajar hacia la gigantesca Basílica de San Nicolás, neogótica, edificada en el siglo XIX sobre la antigua localización de una iglesia del siglo XI, que luego pasó a ocupar un recinto fortificado. Desde aquí seguimos por la Rue des Halles hacia la iglesia de la Sainte Croix, del siglo XVII, aunque modificada en el XIX, en un emplazamiento antes ocupado por una capilla benedictina del siglo XI.
Continuamos por la Rue du Moulin, donde encontramos las Galerías Lafayette, para seguir por la Rue des Trois Croissants hacia la Place de L'Ecluse y llegar a la Place Royale, con el monumento al Loire y sus afluentes como referencia notable. Desde ahí seguiremos hacia la plaza Graslin, para luego dirigirnos hacia el Quai de la Fosse, donde se encuentra, al pie del gran río, el monumero que conmemora la abolición de la esclavitud, casi al lado del puente que lleva el nombre de Ana de Bretaña. Desde el Memorial damos la vuelta, continuando hacia el Quai de Turenne y la Allée du Port Maillard, por la que llegaremos, bajo una lluvia algo más intensa, al Castillo de los Duques de Bretaña; ya es algo tarde y no es posible visitarlo, pero rodearlo es también interesante.
El Castillo empezó a ser construido al inicio del siglo XIII, en el lugar donde anteriormente estuvo un castro romano, pero su forma actual es debida a numerosas reformas y ampliaciones realizadas a partir del siglo XV. Al norte de la entrada principal está la Tour des Espagnols, donde estaba un polvorín que explotó en 1800, causando la destrucción del ala occidental del Castillo. El Castillo es sede del Museo de la Historia de Nantes, y desde el exterior destacan diversas torres (Fer-à-Cheval, Boulangerie, Couronne d'Or o del Homenaje) y los edificios del Grand-Logis, y el Grand y Petit Gouvernement.
La salida hacia el norte, subiendo unas escaleras hacia el Cours Saint Pierre, nos deja en medio de una feria ahora no muy concurrida, pero con todas sus instalaciones en marcha, esperando la visita de los niños, sus usuarios más frecuentes. Ya cerca de la Catedral encontramos la Chapelle Saint Clair y, justo por detrás, los jardines donde está la Psalette, antes comentada. Rodeando el abside de la Catedral nos encontramos con la Porte de Saint Pierre, del siglo XV, y el jardin arqueológico de Nantes. Siguiendo hacia el oeste llegaremos a la Place Saint-Pierre, donde está la fachada de la Catedral, que recordemos se empezó a construir en el siglo XV, aunque no se terminó hasta finales del siglo XIX, por lo que su aspecto es relativamente moderno, aunque sus dimensiones son colosales.
Continuamos por la rue de Verdun, para llegar a la Place du Pilori, y volver por les Halles, a la Place de l'Ecluse, y luego, por las rues de Feltre, Calvaire y La Fayette, volver a la place Aristide Briand, donde hemos iniciado este paseo.
En conjunto una ruta de longitud media, urbana, que pasa por casi todos los lugares de interés turístico de Nantes, aunque tal vez nos hemos fijado más en unos que en otros. Realizable en menos de dos horas, sin incluir visitas al interior de monumentos, salvo por algunas fotografías rápidas, nos ha parecido una buena manera de conocer de primera mano el centro urbano. Se puede realizar con cualquier tipo de calzado, sin necesidades especiales, aunque llevar un paraguas nos parece muy aconsejable si llueve o amenaza hacerlo, aunque los chubasqueros hicieron un buen trabajo.
Waypoints
Comments (2)
You can add a comment or review this trail
I have followed this trail View more
Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Excelente ruta urban.
I have followed this trail View more
Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Notable ciudad con algunos monumentos importantes.