Monsaraz. Anthercas

Accedemos por la M514 al aparcamiento para autocaravanas de Monsaraz (38°26'33.63"N 7°22'44.51"W), sin duda uno de los pueblos medievales mas bonitos del Alentejo en Portugal.

Continuamos a pie subiendo por la carretera, dejamos a la izquierda el mirador con el Monumento en homenaje al cante alentejano, formado por 24 siluetas. Nuestro primer objetivo es ver desde las ruinas de la Capela de São Bento el vasto paisaje alentejano, con el valle del Guadiana y el embalse de Alqueva, el mayor de Europa, ejerce de frontera entre España y Portugal.

A la vuelta, en vez de entrar por la Porta da Villa, subimos los escalones para acceder desde la Puerta de Buraco y la Cisterna a la empedrada con lajas de pizarra Rua Direita; rodeamos por la derecha a la Rua de Santiago, la otra calle principal de la aldea; en las paredes de las casas bajas y encaladas, hay colocadas fotografías antiguas reflejo de otra época; por los rincones, muñecos de personas y animales con atuendos belenísticos; a su final se halla la Casa da Inquisição/Centro Interativo da História Judaica; a pesar de la designación que persiste por la tradición local, en el edificio no habrá habido un Tribunal de la Inquisición, porque el pequeño pueblo de Monsaraz nunca tuvo una estructura de este tipo; en cambio, habrá funcionado como albergue de un familiar del Santo Oficio o, quién sabe, como estancia temporal para los acusados, antes de que fueran a ser juzgados en Évora.

Esta villa resulta ejemplar por los aparcamientos disponibles, la casi ausencia de coches transitando por sus pulcras calles (solo vecinos), los adornos de todo tipo y su estado de conservación, tan solo un pero: la cartelería de las tiendas afean el cuidado entorno y no debería estar en la calle.

Entramos al castillo, construido a finales del siglo XIII a petición del rey Dinis, forma parte de una serie de fortificaciones portuguesas de la lucha fronteriza con España; el patio de armas tiene una pequeña gradería usada para eventos taurinos y en la Fiesta del Señor Jesús dos Passos; aunque la torre del homenaje estaba cerrada desde las murallas se tienen muy buenas vistas.

A la vuelta zigzagueamos para abarcar las pocas bocacalles disponibles pasando por la plaza D. Nuno Álvares Pereira, donde se hallan la mayoría de los eminentes edificios civiles y religiosos, como la Iglesia Matriz de Nossa Senhora da Lagoa. de estilo renacentista con dos torres en la fachada; su interior alberga una tumba de mármol del siglo XIV, esculpida con varios santos y los restos de Gomes Martins Silvestre, caballero templario y primer Alcaide de Monsaraz.

Vemos también el pelouriño o picota de ajusticiamiento en piedra del siglo XVIII, coronada por un globo manuelino, la original fue destruida por el terremoto de 1755. La coqueta Casa de los Arcos/Casa Monsaraz con pórtico con tres vanos, fustes toscanos y tres ventanas, la central con balcón tallado en mármol blanco; en la esquina podemos ver el escudo de armas de Monsaraz, una pieza del siglo XVI recuperada del edificio original. Fue la sede de los Paços do Concelho, ahora es taller de artistas. La Iglesia de la Misericordia, forma parte del Hospital do Espiritu Santo (siglo XVI) donde se socorría a los peregrinos que pasaban por Monsaraz. Su interior alberga la imagen del Señor Jesús dos Passos, patrón del pueblo.

Salimos desde la Rua das Videiras paralelos a la muralla de la Porta d´Alcoba a la Cisterna, recorriendo el camino inverso al aparcamiento.

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