Luxor-Templo de Karnak

Luxor...Día 2

Desembarcamos en Luxor, procedentes del crucero Princess Sarah, a la temprana hora de las 5:30 de la madrugada, aunque el sol ya ilumina la escena.

Crucero por el Nilo de Luxor a Aswan

Atravesando como siempre varios barcos para llegar al muelle, nos acomodamos en el minibús junto a nuestros infatigables compañeros de aventuras. Para nosotros, el tráfico es infernal, todos parecen actuar como si quisieran chocar, tocando la bocina insistentemente en cualquier ocasión. Milagrosamente, o por sus habilidosas cualidades en situaciones caóticas, llegamos al Templo de Karnak sin mayores incidentes que algún que otro sobresalto. Nuestro guía el Señor Malak, como le llaman respetuosamente sus colegas (Ángel en castellano), nos instruye para asegurarse de nuestra celeridad, y, supongo, para evitar ovejas descarriadas, mientras nos dirigimos raudamente hacia nuestro primer objetivo del día, el Templo de Karnak. Castillo o Ciudad Fortificada es su significado, está dedicado a Amon dios de Tebas, como morada, pues no es un templo al uso, es decir , para rezar, sino como ofrenda a ese dios para que habite en él. Considerado el mayor lugar de culto del Imperio Nuevo, varios faraones contribuyeron a su construcción para mostrar el esplendor de Tebas, aunque se señala a Ramsés II como el principal y más poderoso. Apostados en la entrada a las seis en punto, hora de apertura, pasamos los controles, con los consabidos silbidos del detector, para conseguir llegar los primeros a los lugares más significativos. Nos sentimos insignificantes ante los enormes colosos sedentes que parecen observarnos desde la fachada principal. Pasamos luego entre hileras de carneros, que, como guardianes y protectores, velan sin descanso en su forma pétrea y que preceden a la inmensa estatua de Pinedjem, sumo sacerdote de Amon en Tebas. Ante las coloridas columnas, Ángel nos instruye sobre como los faraones mandaban representar mediante símbolos, la unión del Alto (sur) y Bajo (norte) Egipto conseguida bajo su reinado. Como a niños nos hace recitar varias veces. " Loto Alto y papiro Bajo", "Corona blanca Alto y corona roja Bajo", "Buitre Alto y abeja Bajo"...Riendo cada vez que conseguía equivocar a alguien. También nos señala su curiosa costumbre de apropiarse de obras ajenas, reescribiendo el nombre del faraón correspondiente, por lo que solían grabar multitud de cartuchos (donde se indica el nombre) , para dificultar la usurpación. Por último nos hace representar al faraón tal como lo vemos en las estatuas, con el pie adelantado y brazos junto al cuerpo sujetando algo no descubierto (lanza o similar?) en actitud militar, y con los brazos cruzados sobre el pecho, sosteniendo un flajelo y un cetro, como símbolo de su divinidad. Ángel ha conseguido completar el recorrido en apenas una hora, y aprovecha el retorno al transporte, para indicarnos que prestemos atención a la avenida flanquedada por carneros,que se pierde en la distancia, cuando lleguemos al Templo de Luxor. Sedientos, compramos dos botellas de agua fría por un euro, para hidratarnos convenientemente y estar preparados para la siguiente visita.

Visita al Templo de Luxor