416. KOTOR (MONTENEGRO). LA CIUDAD MEDIEVAL Y SU CASTILLO. THE MEDIEVAL CITY AND ITS CASTLE.

Montenegro es un país situado en la costa adriática, antiguamente perteneciente a la disuelta republica de Yugoslavia. La zona de las Bocas de Kotor ya simplemente justifica su visita. Una costa interior de 107 kilómetros, que se ha denominado el fiordo más meridional de Europa.
El derrumbamiento de un cráter prehistórico y la desaparición del río Bokelj han configurado esta especie de fiordo o ría de la extinta corriente de agua. Este territorio interior, rodeado de altas montañas, donde el agua siempre está tranquila es el objetivo de nuestro viaje. Más concretamente la ciudad de Kotor, declarada patrimonio mundial en 1979.
Esta ciudad, por su especial ubicación, ha sido refugio marítimo desde la antigüedad. Su época de mayor esplendor la alcanza en la República de Venecia, que la fortificó para defenderla de los ataques del Imperio Otomano. Una muralla de cuatro kilómetros y medio, con su cima a 200 metros, en torno al monte San Juan. Posteriormente perteneció al Imperio Austrohúngaro hasta su desaparición en 1919.
Nuestra ruta se basa en recorrer la ciudad y ascender al punto más alto de las fortificaciones. Si nuestro viaje tiene lugar en los meses de verano, aconsejo la visita en las primeras horas de la mañana. Encontraremos la ciudad libre de las mareas humanas que en breve la invadirán, y nos libraremos del calor intenso en la ascensión.
Elegimos para acceder al casco antiguo el más bonito de sus tres accesos, el de Gurdic, con una pasarela seguida de un emocionante embovedado. A partir de ese momento sus empedrados, construcciones religiosas y rincones son una auténtica delicia. Por sus callejuelas se distribuyen tiendas de recuerdos, talleres de artesanía y restaurantes de menús baratos.
Destaco dos monumentos religiosos:
Iglesia de San Nicolás (Sveti Nikola): Construida al principio del siglo XX en estilo neobizantino. Es el templo ortodoxo más relevante de la ciudad y destaca por su iconostasio.
Catedral de San Trifón: La iglesia católica más importante de Kotor, de estilo románico y dedicada al patrón de la ciudad. Data del siglo XII, aunque sufrió importantes daños durante el terremoto de 1667.
Dos singularidades. Las calles no están señaladas por sus nombres, sino por números. Y, sobre todo, los gatos. Son los protagonistas de la ciudad, repartidos por cualquier lugar, tumbados en estos meses de calor, ajenos a la gente que los rodean, cuentan con su propio museo y están presentes en souvenir.
Y ha llegado el momento de subir a la fortaleza. Nos esperan unos 1.500 escalones, no siempre bien conservados, y el pago de un peaje para acceder al recinto. Es una subida recia, con el aliciente de que las vistas sobre el fiordo son increíbles, cada vez más amplias según continua el ascenso. A la mitad nos encontramos la pequeña iglesia de Nuestra Señora de la Salud, donde haremos el primer alto. Muchos desisten en este punto. Continuamos hasta el final, donde nuestra recompensa serán las increíbles vistas.
El regreso nos zambulle de nuevo en el casco urbano. Un enorme crucero desembarca a los nuevos invasores pacíficos del siglo XXI, que han cambiado las antiguas espadas por los modernos móviles para llevarse a casa recuerdos de esta increíble ciudad.

ENGLISH VERSION
Montenegro is a country located on the Adriatic coast, formerly belonging to the dissolved republic of Yugoslavia. The Bay of Kotor area simply justifies your visit. An inland coastline of 107 kilometres, which has been called the southernmost fjord in Europe.
The collapse of a prehistoric crater and the disappearance of the Bokelj river have shaped this kind of fjord or estuary of the extinct stream. This interior territory, surrounded by high mountains, where the water is always calm, is the objective of our trip. More specifically the city of Kotor, declared a world heritage site in 1979.
This city, due to its special location, has been a maritime refuge since ancient times. Its period of greatest splendor is reached in the Republic of Venice, which fortified it to defend it from the attacks of the Ottoman Empire. A wall of four and a half kilometers, with its top at 200 meters, around Mount San Juan. Later it belonged to the Austro-Hungarian Empire until its disappearance in 1919.
Our route is based on touring the city and ascending to the highest point of the fortifications. If our trip takes place in the summer months, I recommend visiting in the early hours of the morning. We will find the city free from the human tides that will soon invade it, and we will get rid of the intense heat in the ascent.
To access the old town, we chose the most beautiful of its three entrances, that of Gurdic, with a walkway followed by an exciting vault. From that moment on, its cobblestones, religious buildings and corners are a real delight. Souvenir shops, craft workshops and restaurants with cheap menus are distributed along its narrow streets.
I highlight two religious monuments:
Church of Saint Nicholas (Sveti Nikola): Built at the beginning of the 20th century in neo-Byzantine style. It is the most relevant Orthodox temple in the city and stands out for its iconostasis.
Saint Tryphon's Cathedral: The most important Catholic church in Kotor, Romanesque in style and dedicated to the patron saint of the city. It dates from the 12th century, although it suffered significant damage during the 1667 earthquake.
Two singularities. The streets are not indicated by their names, but by numbers. And, above all, cats. They are the protagonists of the city, scattered everywhere, lying down in these hot months, oblivious to the people around them, they have their own museum and are present as a souvenir.And the time has come to climb the fortress. About 1,500 steps await us, not always well preserved, and the payment of a toll to access the site. It is a steep climb, with the added bonus that the views over the fjord are incredible, becoming wider as the ascent continues. In the middle we find the small church of Nuestra Señora de la Salud, where we will make the first stop. Many give up at this point. We continue to the end, where our reward will be the incredible views.
The return plunges us back into the urban area. A huge cruise ship disembarks the new peaceful invaders of the 21st century, who have exchanged ancient swords for modern mobiles to take home memories of this incredible city.