Galacho de Juslibol con niños - Circular (por los Escarpes y Cortados)

La ruta parte desde el aparcamiento de los Galachos de Juslibol, ubicado dónde está la barrera de madera que corta el paso a los vehículos por la pista de tierra que da acceso al propio galacho. Se puede pasar con el tren El Carrizal, que hace el recorrido Carrefour Actur hasta el centro interpretación de los Galachos (horarios en la web del Ayuntamiento o en paneles informativos que hay a principio a final de parada).

Para llegar allí deberemos de ir a Juslibol pueblo y desde allí preguntar por el camino a los Galachos.

Desde el mismo parking, tomamos una pista muy pedregosa que sale en dirección norte en fuerte ascenso hasta llegar a la parte más alta de los escarpes. Luego gira en dirección oeste y baja en fuerte pendiente por un sendero pedregoso hasta un pequeño barranco (cuidado resbalones) y continúa en dirección oeste. Haciendo pequeños sube-bajas, entre unos pocos pinos (con procesionaria, cuidado) y paisaje estepario, vamos bordeando sin llegar a entrar el terreno militar. Seguir el sendero no entraña ninguna dificultad. Durante el paseo, es fácil encontrarse a ciclistas de bici de montaña, a senderistas de todo tipo, amantes de la naturaleza, practicantes de "marcha rápida" (andar rápido con palos) o corredores, aunque según a según qué horas y qué días vengamos, puede que no nos encontremos a casi nadie. Desde el camino salen a la izquierda, diversas sendas que llevan a miradores, a los que puede ser interesante acercarse a verlos para contemplar unas vistas a un mejor es que desde la senda principal. Tras varios recodos llegamos a una bajada que nos llevará al inicio de las escaleras que bajan al centro interpretación.

Es recomendable avisar a los niños que no abandonen la senda principal pues los cortados son muy pronunciados. Por tanto, los adultos siempre vigilantes.

Desde lo alto las vistas son excepcionales (recomendable bocadillo, agua y prismáticos). Se observa perfectamente el antiguo meandro del río (llamado galacho), las diferentes lagunas que han quedado permanentes y que cuando hay crecida del río se llenan de agua. Al fondo se ven diferentes edificios de la ciudad de Zaragoza, la plana de Cadrete, La Muela y con un poco de suerte podemos ver hasta el Moncayo.

Antes de bajar, se podría seguir más al Oeste hasta un pequeño mirador que hay en lo más alto (con buenas vistas del Castillo de Miranda), pero decidimos bajar ya. Abajo nos esperan el Centro de Interpretación de los Galachos, fuentes, bancos, algo de sombra, plantas aromáticas, columpios, etcétera. En nuestro caso, como estaba el Ebro con crecida ordinaria, había bastantes zonas inundadas por lo que no pudimos jugar mucho.

La vuelta la realizamos por la pista, observando los escarpes, varias zonas de cañas (cogimos alguna para jugar), plantas esteparias y chino-chano, en poco tiempo, llegamos al coche y de nuevo al punto de salida. El trackl se cortó poco antes de llegar.

** Desde el Centro de Interpretación sale un camino al Oeste, que cruza una laguna por un puente y si lo seguimos apareceremos en el río Ebro, justo en la orilla, cosa que merece hacer andando o en bici.