Faro de Santa Pola.

El mirador del faro de Santa Pola es uno de los rincones más bonitos de la provincia de Alicante para dar un buen paseo, desconectar con las olas del mar como testigo, o simplemente ver un amanecer o un atardecer, un rincón con magia y con unas vistas espectaculares muy cerquita de la ciudad de Santa Pola (Alicante).

Desde este punto se puede ver unas vistas increíbles de la isla de Tabarca en días despejados, así como vistas a los Arenales del Sol y la bahía de Alicante, entre otros puntos, lugar en el que normalmente, si bien es perfecto por las preciosas vistas que ofrece, suele hacer viento excepto en los días buenos o de calor, por lo que se recomienda algo de abrigo por si acaso.

Este bonito lugar cuenta con una pasarela que permite disfrutar de una panorámica única, donde se recomienda calzado cómodo porque el camino de acceso a la pasarela y toda la zona, desde donde aparcas el coche –incluso el acceso al parking-, es más para senderistas, pudiendo pasear con el perro o los peques de la casa -tan solo hay que tener algo de cuidado con los canes y niños en el “acantilado” del faro por no haber protecciones-.
Junto al lado del mirador de la pasarela está el faro, el lugar donde se situaba la Torre de la Atalayola, una de las torres de vigilancia costera que se levantaron desde 1552 en el litoral alicantino –actualmente, como ya hemos dicho, y desde 1858, se erigió sobre dicho rincón el actual faro de Santa Pola, el punto más alto del cabo de Santa Pola, el cual goza de gran visibilidad-.


El sitio cuenta, además, con un atractivo añadido para senderistas: una pequeña ruta de curiosas fortificaciones por los restos del artillamiento de la Sierra de Santa Pola durante la Guerra Civil española, la defensa antifascista creada para defender Alicante del ataque del Bando Nacional.
Durante el recorrido podéis visitar un búnker, el del faro (curioso de ver, aunque está cerrado, donde se sitúa un vértice geodésico), baterías de costa, restos de polvorines, aljibes o la cercanía de visitar también los búnkeres de la zona de recreo del Carabassí, en los Arenales del Sol.