De paseo por la Dehesa y el Cerro de la Golondrina. Sierra de Guadarrama.

De paseo por la Dehesa y el Cerro de la Golondrina. Sierra de Guadarrama.

El recorrido comienza en el inicio de la pista forestal que conduce a la Ermita de San Antonio, donde hay un pequeño aparcamiento. La pista forestal parte de la carretera M-601, justamente de la rotonda de acceso al pueblo de Navacerrada, coordenadas: 40.722219 -4.022990

Comenzar a caminar hacia el oeste y cruzar un paso canadiense y a los pocos metros, abandonar la pista por la derecha por un sendero que cruza el Arroyo de la Golondrina y poco después se llega a la fuente de los Cabreros que dispone de abrevadero para que pueda beber el ganado.

Continuar el camino hacia el oeste y que comienza a subir hacia los Rasos de la Majadilla, que cuenta con una fuente, y al igual que la anterior cuenta con abrevadero.

En este punto se une a la pista forestal que abandonamos al inicio y que utilizaremos para el regreso. Desde la misma fuente, giramos hacia la derecha, norte, y una vez en el Collado del Buey, giramos ligeramente hacia la derecha, oeste, para enfilar la subida al Cerro de la Golondrina.

El Cerro de la Golondrina no cuenta con vértice geodésico, pero en cambio cuenta con unas vistas privilegiadas de 360º, y podemos disfrutar de una panorámica completa, monte Abantos, la Peñota, Montón de Trigo, Siete Picos, Alto de las Guarramillas (Bola del Mundo), La Maliciosa con el Peñotillo, La Pedriza con el embalse de Santillana, y a nuestros pies, el embalse de Navacerrada.

Una vez en el camino, continuamos por el sendero que con dirección norte atraviesa el robledal hasta llegar al Colladillo, donde giramos a la izquierda, oeste, para continuar por en senderillo, que finaliza en la pista forestal, que tomamos hacia la izquierda, sur, y que sin abandonarla nos llevará de nuevo a los Rasos de la Majadilla.

Continuamos bajando por la pista hasta el siguiente cruce, que seguimos por la izquierda, este, y medio kilómetro después, a nuestra derecha tenemos la Ermita de San Antonio de Padua, que cuenta con fuente y bancos a la sombra para disfrutar de un descanso.

Después de la visita a la ermita, continuar por la pista hasta el inicio del recorrido, del que nos separa algo más de medio kilómetro.