Coll del Toro

A través de un valle precioso, ascendiendo hasta... un final impresionante. Un lago en el Coll del Toro.

Se llega al parquing de inicio de ruta pasando Benasque y continuando la carretera recta sin desviarnos hasta que una barrera nos corte el paso, no hay pérdida.

La ruta en sí empieza en La Besurta, pero no se puede acceder en coche a La Besurta, por lo que la ruta se puede empezar en tres sitios distintos:
- Cogiendo el bus en "Aparcamiento" (y pagándolo), que nos llevará hasta La Besurta. Se puede coger también a la vuelta. ¡Atención a los horarios! Tiene bastante demanda, por lo que hay probabilidad de no caber en algún viaje, sobretodo en hora punta.
- Dejando el coche en "Aparcamiento" y haciendo a pie la pista. Es la opción más "honrada" y discurre por un valle precioso, con el único "pero" del bus, que pasa cada cierto tiempo atufando al paseante.
- Con un poco de suerte, dejando el coche en el parquing del Hospital de Benasque, que de Hospital tiene poco hoy en día, aunque sirve para curarse de muchos males.

Una vez lleguemos a La Besurta podremos descansar y tomarnos algo... o incluso usar un WC civilizado. Podríamos decir que es el último váter del valle.

A partir de aquí vamos ya por senda bien señalizada subiendo hacia El Forau de Aigualluts. Como es muy visitado no hay pérdida, basta con seguir el rastro del senderista de delante.

Lo bueno viene a continuación, los valientes pueden seguir camino hacia El Coll del Toro, dejando todos los domingueros de nivel 1 en El Forau. El camino no tiene gran dificultad, pero no se lo digáis, será nuestro secreto. Sigue adentrándose en el valle hasta llegar a lo que he bautizado como "Escalera de Piedra", un tramo del camino tallado en la piedra pero sin peligro, pues tiene incluso pétrea barandilla. ¡Hasta las vacas la suben! (suele haber pruebas de ello).

Una vez superada la escalera de piedra estamos ya muy cerca del Coll, no hay que desanimarse, aunque nos tocará un último esfuerzo. Subimos por el sendero, que va ganando pendiente hasta llegar al Coll. Paisaje impresionante, tanto con niebla como sien ella. Por el camino casi seguro que hemos visto varias marmotas. Por favor, no seáis cenutrios y dejadlas en paz, se dejarán ver fácilmente.

Los valientes se pueden dar un baño en el lago. Los cuerdos solemos remojarnos los pies si hace sol, la mano si está nublado.

La vuelta es sencilla, todo cuesta abajo por el mismo camino.

Es una ruta que se hace larga, pese a que no tenga un kilometraje excesivo. Pero los paisajes que se transitan bien merecen la pena.

Nosotros la hicimos con una niña de 5 años y otra de 2 (en mochila). La de 5 anduvo todo el camino, estando bastante entrenada, no padeció. Con niños aconsejamos el bus, al menos a la vuelta. Con adultos nuestro consejo siempre ha sido intentar evitarlo.