Circo de Tromouse

El enorme Circo de Troumouse, en el departamento francés de los Altos Pirineos, encierra uno de los paisajes más espectaculares del Parque Nacional de los Pirineos franceses. A la sombra de la popularidad de su vecino, el Circo de Gavarnie, el de Troumouse poco o nada le tiene que envidiar. Sus dimensiones colosales (es uno de los circos glaciares más grandes de toda Europa), su facilidad de acceso y la poco afluencia de visitantes en comparación con Gavarnie, lo convierten en un lugar ideal para disfrutar de la magia de las montañas en familia, observar fauna salvaje y jugar en un escenario inigualable.

Desde Gèdre, excelente campo base para explorar la zona, seguiremos en dirección a Gavarnie. A la salida del pueblo tomaremos un desvío a mano izquierda en dirección Heas y Cirque de Troumouse. Tras pasar una cabina de peaje (5€ 2014) continuaremos por una espectacular carretera de montaña que, pasando por el albergue du Maillet, nos dejará en el parking del Cirque de Troumouse, a 2.095 metros.

Nuestra ruta comienza en el aparcamiento que encontraremos al finalizar la carretera del Cirque de Troumouse (2.095m). Desde el mismo inicio de la ruta las vistas son impresionantes. Nos encontramos en el circo glaciar más grande del Pirineo, rodeados por una muralla de roca de 10 km de perímetro y 1 km de altura en sus puntos más elevados, bajo la que descansa una pradera herbosa salpicada de pequeñas colinas, tortuosos riachuelos, pequeños lagos y ganado pastando.

La extensa llanura del circo se encuentra repleta de numerosas sendas que nos invitan a recorrer este lugar mágico donde, además del ganado, es habitual observar marmotas, especialmente por la tarde, y sarrios.

Tomaremos las indicaciones hacia los Lacs des Aires, es un agradable y sencillo paseo nos iremos acercando hasta las paredes del circo, con el pico de la Munia y su pequeño glaciar, como fondo de perspectiva. Al final de la primavera y durante los meses de verano los prados se llenan de preciosas flores alpinas, las vacas y las ovejas pastan libremente y las simpáticas marmotas se asoman desde sus escondites rocosos para tomar un poco el sol.

Los Lacs des Aires recogen las aguas del deshielo del glaciar y los neveros, antes de precipitarse por la cascada de Matacas y formar el río de Touyères. Los lagos son el lugar ideal para descansar y jugar, rodeados de un escenario espectacular, antes de emprender el camino de vuelta. Dependiendo del caudal del lago podremos rodearlo, cruzando el lago de piedra en piedra por un pequeño estrechamiento que encontraremos a mitad del lago.