Cilbarrena y el arroyo de la Zalaya (cascada)

18 de Mayo de 2014

Paseo fácil y entretenido, en familia, que se puede hacer tranquilamente con niños, puesto que es corto, y no supera grandes pendientes.

Junto al camping privado de Ezcaray, (Ezcay), se toma el camino que paralelo al arroyo de la Zalaya, nos conduce hasta Cilbarrena.Dejamos el vehículo estacionado en un hueco justo al inicio del camino, (también hay huecos junto a la carretera, delante del camping);.... y comenzamos el paseo.

El camino traza una doble curva junto a unas naves y corrales, y rápidamente comienza a tomar altura.Es un camino ancho, de tierra y hierba, y con pendiente suave.Superamos un paso canadiense, y nos desviamos del camino por la izquierda buscando una fuente, que si bien el gps indica,... o es erróneo o ha desaparecido, puesto que ni rastro de ella.

Volvemos al camino, que alterna zonas más solanas, con algunas protegidas por el arbolado.Hay alguna pequeña variación en la pendiente (un poco más fuerte), pero que los niños superan sin dificultad alguna.

Sin darnos cuenta divisamos por nuestra derecha los primeros restos de los hogares, de lo que en el pasado fue la aldea de Cilbarrena.Avanzamos por el verde camino, y llegamos a la fuente y a la iglesia.En la ladera sobre el río, se conservan los restos de muros y calles de lo que fue el pueblo.

Cilbarrena, fue una aldea dependiente del municipio de Ezcaray, que además de sus casas particulares, contó en su día con escuela, casa concejo, horno, molino, y su propia iglesia, San Juan de Cilbarrena, que data de 1.880, y que hoy en día aguanta el paso del tiempo.Posee un pequeño cementerio adosado.El paso de lo años la llevó hasta su despoblación absoluta en la década de los 70.

Tras la visita por lo que en su día fueron las estrechas calles, seguimos avanzando siguiendo el curso del arroyo.A medida que subimos también nos vamos acercando al cauce, y concretamente a la cascada, objetivo de nuestra excursión, que se hace patente por el sonido del agua.A la derecha del camino, cogemos una senda estrecha, que en sentido descendente, nos lleva hasta el salto de agua, curioso lugar, verde, sombrío, de tupida vegetación, ...con un aire de cuento y magia.Verdaderamente la cascada tendrá como cuatro o cinco metros de altura, pero a los niños les impresiona.

Tras una breve parada y unas fotos, volvemos sobre nuestros pasos, y tras alcanzar el camino principal, descendemos hasta la fuente de Cilbarrena, donde damos cuenta del almuerzo.Ya sólo queda volver por el mismo camino, ahora cuesta abajo, hasta el coche.

Ruta muy, muy facil,..un paseo, y una gozada para hacerlo con los niños, motivados por las ruinas de la aldea, y sin duda alguna por la pequeña cascada.

Tiempo real en movimiento 1 h 18'