Cercedilla: Buscando Murciélagos en la Mina de las Cortes

Aprovechando el puente hoy me llevo a mi hijo mayor de aventura a buscar murciélagos en la Mina de las Cortes mientras la hermanita se duerme la siesta.
Aparcamos en el parking de Navalmedio y entramos por la puerta metálica.
Se abren dos sendas, cogemos la de la izquierda, la más pegada a la valla del Embalse de Navalmedio.
La seguimos hasta empalmar con el Camino del Calvario, la senda de hace más ancha y más cómoda.
Pasamos el puente cruzando el Río de Navalmedio y seguimos recto, en ligera subida hasta llegar a la Pradera de las Cortes.
Hay muchas vacas pastando tranquilas y mi hijo feliz.
A nuestra izquierda hay un muro de piedra terminando el cual giramos a la izquierda y buscamos entre arbustos una sendita muy poco marcada pero visible lo suficiente. La seguimos y vamos subiendo, es la parte más exigente de la ruta, la subida a la Mina.
Mi hijo con 6 años lo ha hecho sin ninguna dificultad.
Los últimos metros son pedregosos y ya estamos delante de la boca de la Mina de las Cortes.
Esta mina se explotó entre el 1856 y 1859 para extraer Wolframio (o Tugsteno) que se usa sobre todo para la producción de metales duros.
La mina tiene una profundidad de unos 30 mt en forma de cruz y al final del túnel principal tiene un Belén Navideño.
Entramos con frontales listos para la aventura y allá los vemos, unos murciélagos durmiendo tranquilos.
Toda una emoción para el pequeño que no los había visto nunca.

Importante llevar frontal y si como nosotros tenéis la suerte de encontrar murciélagos durmiendo plácidamente recordar que no os hacen nada. Es fundamental respetarles, no tocarles, no apuntarles directamente con los frontales y sobre todo no hacerles daño.

El Belén con pequeños juguetes también le gustó mucho ya que está en un sitio muy inusual.
Dentro de la Mina el GPS se dispara por falta de conexión pero el recorrido de bajada hasta la Pradera de las Cortes es exactamente igual al de subida.
En la pradera nos entretenemos un poco con las vacas y seguimos nuestro camino.
Cruzamos la pradera y pasamos el puentecito de madera para llegar a otra pradera donde en mi anterior ruta al Pino de la Cadena vi que había una cabaña de ramas.
A mi hijo le encanta y hacemos un alto para jugar y tomar un tentempié.
Si siguiéramos subiendo encontraríamos el Pino de la Cadena pero decidimos empezar nuestro camino de regreso, esta vez quiero bordear el río.
Volvemos a pasar por el puente de madera y giramos a la izquierda siguiendo una senda visible, el sonido del agua alegrará nuestro regreso.
Nos desviamos a la derecha, punto marcado por waypoint) para enlazar con la pista desde la cual subimos a la Pradera de las Cortes. La encontramos y giramos a la izquierda, bajando hasta el puente en el río de Navalmedio.
Para cambiar y no volver por el Camino del Calvario nos desviamos bajando a la derecha y enseguida encontramos una pequeña y preciosa cascada donde hacemos un alto.
Seguimos orillando el río, la vereda se hace más pequeña y todo más aventuroso.
Llegamos a otra bonita pradera y continuamos, hasta enlazar con el primer tramo de la ruta que nos lleva hasta la puerta de salida al parking de la presa. El Embalse de Navalmedio a nuestra derecha nos regala bonitas vistas.