Camino del Cid con niños: Etapa 17 Mas de Noguera - Pina de Montalgrao

+++ ETAPA 17: MAS DE NOGUERA - PINA DE MONTALGRAO +++

En esta etapa partimos desde Mas de Noguera, donde podremos dejar el coche. Atención: para llegar al Mas debemos coger la carretera Caudiel-Montán y justo en la cima del puerto desviarnos por una pista asfaltada. Hay una señal, pero es fácil no verla si vamos distraídos.

El Camino del Cid se dirige desde Mas de Noguera hacia Montanejos a través del collado de Pino Rey. La subida a este collado es muy fuerte, prolongada y sin sombra. Dado que vamos con niños hemos decidido desviarnos por Pina de Montalgrao. Supondrá alguna etapa extra, pero también merece la pena visitar los montes de esta zona, por lo que nos parece una buena idea.

Empezamos siguiendo el sendero GR y las marcas del Camino del Cid, que nos llevan al barranco de la Pantorrilla, donde abandonaremos el Camino del Cid para desviarnos por una senda que sube el barranco.

La senda es amena, pasaremos por la fuente de la pantorrilla (poco más que un caño de agua a nivel del suelo) y, justo después, atravesaremos una veta de yeso. El yeso tiene estructura cristalina ("como cuarzo", que diríamos los neófitos en la materia). Si váis atentos veréis el suelo brillar un poco. Coged un pedazo, ¡mola un montón!

A partir de ahí el camino sube para, más adelante, convertirse en pista forestal. Si vamos atentos a nuestro entorno podremos ver algunos animales. Nosotros vimos cabras montesas (en la ladera opuesta al camino), algún buitre y bandadas de cuervos.

La llegada al pueblo la hacemos a través de la Balsa de las Fuentes, donde hay un cobijo que nos puede dar un rato de sombra. En cualquier caso, el pueblo está cerca ya.

En el pueblo hay fuente y bar, aunque la gente del bar parecía haber olvidado la amabilidad en casa, no os lo podemos recomendar.

Queremos también comentar que, para nosotros, fue una ruta muy especial gracias a dos aminos: Pastor y Zapatillas. Son los perros del Mas de Noguera que, si conocernos de nada, nos acompañaron todo el día en nuestra ruta. Pastor es más independiente, pero zapatillas no se separó de nuestros pies ni un momento. A las niñas les encantó "tener perro por un día" y la verdad es que se portaron genial. Una vez acabada la ruta un adulto volvió a por el coche, bastó un "vamos chicos, a casa" para que le acompañaran de vuelta.