Braña de las Cadenas y Hayedo de Montegrande

En este sendero hemos incluido en una sola dos rutas distintas
Nuestro recorrido comienza en el punto kilométrico 44 de la carretera As-228 que comunica San Martín de Teverga con el puerto de Ventana.
En ese punto hay un pequeño espacio, al margen de la carretera, que permite estacionar el vehículo. A partir del él avanzamos unos pocos metros por la propia carretera -hacia abajo, en sentido San Martín- hasta encontrarnos, justo antes una curva muy cerrada a la derecha, con un amplio camino que nos conducirá sin pérdida hasta la braña de las Cadenas, primer destino de nuestro sendero.
Alcanzada la braña regresaremos por el mismo camino hasta alcanzar la carretera. Al llegar a ese punto tenemos dos opciones: continuar a pie, carretera abajo hasta enlazar con el sendero que transita por el hayedo de Montegrande, o regresar hasta el coche y transladarnos en él hasta el amplio aparcamiento que hay justo al principio de aquel hayedo.

Una vez situados al comienzo del hayedo de Montegrande transitaremos también por el amplio camino que nos conducirá, a través del hayedo, hasta un puente de madera que atraviesa el barranco de la Verde y que nos sitúa frente a un sendero en cuya señalización podemos leer: Cascada del Xiblu (hacia la izquierda) y Braña las Navariegas (hacia la derecha). Nosotros decidimos regresar desde este punto evitando el, para nosotros, empinado ascenso hasta la cascada del Xiblu. ¡Quizá a tí puede resultarte fácil pero nosotros hemos optado por evitarlo!

El recorrido en su conjunto es una auténtica inmersión en este enorme y bello hayedo que la sombra del verano invita a recorrer y que los colores del otoño acaban convirtiendo en un auténtico festival cromático. En su primer tramo acaba en la braña de las Cadenas un lugar en el que pueden observarse algunos «corros», y también algunas «cabanas», bastante bien conservados. Se diferencian ambas construcciones en su planta, circular en los corros y restangular en las cabanas, y también en su techumbre. Los corros tienen una cubierta de piedra que forma una falsa bóveda y sobre ella una cubierta de césped que actúa como aislante. Las cabanas de la braña de las Cadenas presentan una cubierta de teja que las diferencia de las «cabanas de teito» tan representativas de las brañas tanto teverganas como somedana.