Alhambra- Colina de la Sabika y Cerro Mauror- Ruta de las Torres.
near Realejo-San Matías, Andalucía (España)
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Itinerary description
Este reconfortante y tranquilo paseo nos conducirá por zonas conocidas y otras casi intransitadas; con recoletos rincones de la Alhambra y sus alrededores. Más concretamente pasearemos por la Colina de la SabiKa, donde se alza majestuosa la Alhambra y el Cerro de Mauror, antiguo barrio judío. Un paseo por el frondoso bosque de la Alhambra, un bosque secundario y abierto, característico de las zonas templadas del sur de Europa. La elevada y esbelta arboleda oculta la vista al cielo y da a estos lugares grata sombra, magia y frescura. Su colorida y olorosa masa forestal centenaria está combinada de árboles de hoja caduca: chopos, castaños de Indias, saúcos, almeces, plátanos de sombra, acacias, avellanos, arces negundos, laureles, y unos pocos álamos supervivientes de la primera época cristiana, amenazados desde hace años por la plaga grafiosis.
Este itinerario lo comenzaremos en el Paseo de las Palmas junto a la Acequia Gorda, que es un ramal del río Genil, construida para regar la Vega de Granada y conocida ya en el siglo XI; sirvió también para abastecer de agua a la población de la cada vez más numerosa plaza granadina. Sus aguas eran fácilmente controladas por la población musulmana, que conocían perfectamente todos los entresijos del regadío de la vega.En la Avenida de las Palmas, la acequia gorda baja paralela a la calle y junto a las casas, hasta tal punto que para salir de las casas hay pequeñas pasarelas creando un pequeño rincón bastante pintoresco, sin embargo coexisten elementos ruinosos en el paisaje.
En este paseo pasaremos por Carmen del Tesoro, Carmen Dar Naguara o casa de las flores, que tras una antigua puerta al estilo nazarí encontramos un magnífico Pilarescondido entre hierbajos. Al final de la calle encontramos un imponente y curioso edificio neomudejar en muy buen estado de conservación.
Llegamos a La Placeta Joe Strummer que está situada en el Realejo, en la curva en la que confluyen la Cuesta de Escoriaza, la Calle Vistillas de los Ángeles, el Paseo de las Palmas y la calle Barranco del Abogado. Esta placeta era anteriormente conocida como la Plaza del Pilar de Escoriaza. La Placeta Joe Strummer está dedicada al fallecido cantante y líder de la banda británica The Clash, buque insignia del punk-rock más exigente de los 70 y 80.
La placeta Joe Strummer y en general todo el Realejo están custodiados por los magníficos graffitis de El Niño de las Pinturas, vecino del barrio. La placeta se dispone en dos niveles, en el inferior cuenta con una fuente de piedra y el superior es terroso y está rodeado de pinos, rodea su perímetro un poyete desde donde se contempla majestuosamente Sierra Nevada. Un lugar tranquilo y pintoresco muy cerca del Antiguo Cuartel de las Palmas.
Subimos por la Calle Vistillas de los Ángeles y al terminar la subida continuaremos a la derecha por la Cuesta del Caidero que enlaza con la Calle Antequeruela Baja, de la que nos desviaremos unos metros para visitar la Casa Museo Manuel de Falla.
La casa de Manuel de Falla se encuentra inundada de objetos personales, muchos de los cuales nunca habían salido de allí, ya que, de hecho, los dejó el propio compositor; quién sabe si pensando en volver pronto. Manuel de Falla salió de España huyendo de lo que le habían hecho en Granada a su amigo Federico García Lorca. Su piano, su mesa de trabajo, su cama... se quedaron aquí. También se exhiben muchos de los regalos que recibió: figurines de Picasso, unas pajaritas de papel, de Miguel de Unamuno, un cuadro del onubense Daniel Vázquez Días, etc. Muy cerca se encuentra el Auditorio Manuel de Falla.
Llegamos al Hotel Palace. El 1 de enero de 1.910, S.M. El Rey D. Alfonso XIII inaugura el Hotel Alhambra Palace. Obra del Duque de San Pedro de Galatino, aristócrata, político, empresario, y sobre todo gran visionario de su época, hace realidad uno de sus mejores sueños. 18.000 turistas visitaban ya por entonces La Alhambra, y esta obra supone el complemento perfecto para el incipiente turismo romántico de la época.
Es el Duque de San Pedro de Galatino el personaje clave de nuestra historia. Anticipó ya entonces que el turismo sería una gran industria, y que sus grandes motores serían la Alhambra y Sierra Nevada. No se equivocó en absoluto. Además del Hotel Alhambra Palace, construyó el llamado Hotel del Duque en Sierra Nevada, al cual dotó de su propia central eléctrica, e, increíblemente, de un tranvía que llevaba a los clientes desde Granada hasta su hotel de Sierra Nevada. Todo ello ideado, promovido y construido por el propio Duque con sus propios recursos.
Participó en la vida empresarial e industrial de Granada, aportando, entre otras cosas, una azucarera industrial y mejoras para la gestión de los productos de la fértil vega de Granada. Y construye, por su propios medios nuestro Hotel, que supone la el primer edificio con estructura de hierro de Andalucía.
Nos adentramos en el antes mencionado Bosque de la Alhambra y nos dirigimos en primer lugar a la Torre y Puerta de la Justicia en cuyos aledaños se encuentra el fenomenal Pilar de Carlos V. Pasamos cerca de la Torre Rocas y llegamos Placeta de Los Aljibes. Junto a ellos se encuentra la Alcazaba en su interior se encuentran las siguientes torres: de la Quebrada, del Homenaje, del Aguadero, de Alquiza, de la Sultana, de la Pólvora, de la Vela, de los Hidalgos, de Armas, del Criado del Doctor Ortiz, del Cubo. Realmente toda una inexpugnable fortaleza.
Posteriormente atravesaremos la bellísima puerta de los Vinos para visitar el Palacio de Carlos V; que es una construcción renacentista. Desde 1958, es sede del Museo de Bellas Artes de Granada y, desde 1994, también es sede del Museo de la Alhambra. Fue mandado construir por el rey Carlos I (emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V) a partir de su boda con Isabel de Portugal, celebrada en Sevilla, en 1526.
Junto a él se encuentran los Palacios Nazaries; conjunto palacial, residencia de los reyes de Granada. Lo empieza a construir el fundador de la dinastía, Alhamar, en el s XIII, aunque las edificaciones que han pervivido hasta nuestros días datan, principalmente, del s XIV. Estos palacios encierran entre sus muros el refinamiento y la delicadeza de los últimos gobernadores hispano-árabes de Al Ándalus, los Nazaríes. En su interior se encuentran las Torres de Muhamad, de Machuca, de Comares y El Peinador de la Reina.
Salimos de la fortaleza por la Puerta de Carros y bordeamos el perímetro amurallado pasando en orden correlativo por las siguientes torres: de Los Abencerrajes, de las Cabezas, de las Brujas, del Capitán, de los Siete Suelos, de Baltasar de la Cruz, de Juan de Arce y del Agua. En este punto nos desviaremos a la izquierda por la Cuesta del Rey Chico o de los Chinos. Debe su nombre a la famosa leyenda histórica por la que Aixa, la madre del ‘Rey Chico’, Boabdil facilitaría la huida de su hijo para encabezar a los rebeldes, que estaban atrincherados en el Albaicín, contra su padre. Entre otras muchas denominaciones; Cuesta de los Molinos o Cuesta de los Muertos, finalmente se la conoce como Cuesta de los Chinos desde que se empedró su tramo inicial, a principios del siglo XX, con cantos rodados.
Este paseo por el camino medieval que unía la Alhambra y los Barrios del Albaicín y Sacromonte discurre por las siguientes torres: del Cabo de la Carrera, de la Infanta, de la Cautiva, del Cadí, de los Picos y de las Damas. Este precioso, carismático y romántico descenso con el murmullo de las cascadas del pequeño arroyo que nos acompaña, con el inconfundible olor a chopos, con esa humedad que sube del cercano río Darro y con la espectacular postal que nos ofrece el Albaicín, es uno de nuestros lugares favoritos de la ciudad.
Llegamos al Puente del Aljibillo sobre el Río Darro y lo cruzamos; muy cercana se encuentra la conocidísima cuesta del Chapíz y Palacio de los Cordoba. Estamos al final del Paseo de los Tristes, otro lugar con unas panorámicas de la fortaleza Nazarí espectaculares. Veremos de derecha a izquierda las Torres de Muhamad, de Machuca, de Comares y Peinador de la Reina y al fono el Generalife.
Muy cerca encontramos el Hotel Reuma con su curiosa historia, la Casa de las Chirimias. Siguiendo el paseo llegamos a la parroquia de San Pedro y San Pablo y la impresionante portada de la Casa de Castril que alberga el museo arqueológico. Desde aquí tenemos unas buenas vistas de la Torre Vela. Más adelante vemos las ruinas del Puente de los tableros o de Cadí junto a el Bañuelo o Baños del Nogal que eran unos antiguos baños árabes.
Pasaremos junto al Puente de Espinosa y nos desviaremos por el Puente de Cabrera subiendo a la Huerta del Loro junto a la cual encontramos dos miradores poco conocidos el del Carmen de Santa Ana y de la Churra. Bajamos y nos quedamos con las ganas de entrar un ratito a descansar en ell Hamman Al Andalus; otro día será.
Salimos de la calleja a la Plaza Nueva donde se encuentra la iglesia de Santa Ana y el cocnocidíimo Pilar del Toro… ¡¡¡una migitilla de esta agua tan fresquita!!!
Por la Calle Hospital de Santa Ana nos dirigimos a la Cuesta de Gomerez; otro de los accesos a la Alhambra; pero a los pocos metros nos desviamos por la Calle Ánimas; entramos en el Barrio del Realejo. Pasear por las calles del Realejo nos da la oportunidad de conocer una de las zonas más antiguas y prósperas de la Granada del siglo XV. A los pies de Torres Bermejas se sitúa un pequeño barrio con aires similares al Albaicín, pero más pequeño, más recoleto y menos visitado. Es el barrio del Mauror, en el que se situaba parte de la Garnata-Al-Yahud (Granada de los judíos). En nuestro paseo iremos descubriendo la gran cantidad de aljibes y pilares de este barrio granadino, entre estas pequeñas obras hidráulicas encontramos el Aljibe de Rodrigo del Campo, que está situado en la Cuesta de Rodrigo del Campo, haciendo esquina con la Calle Paredón Jesús de las Penas. Este aljibe es el único aljibe público musulmán que se conserva dentro del recinto de la Medina de Granada.
Lo más destacable del aljibe de Rodrigo del Campo es su estupenda fachada con un arco de herradura apuntado, realizado en ladrillo y que se apoya sobre impostas de piedra arenisca con moldura en nacela.
Subiendo por una estrecha callejuela encontramos gratamente el Carmen de Maurón. El Carmen del Maurón es un carmen de grandes dimensiones pero que pasa desapercibido debido a que se encuentra rodeado de las calles intrincadas del barrio del Realejo. Existe en una de sus entradas un pequeño pilar que se ve desde la calle Santa Escolástica si se mira a través de la calle Pañera.
El que se atreve a entrar por esa pendiente cuesta, se encuentra un laberinto de calles encantadoras que permiten recorrer lo que se llama la Antequeruela, que es el barrio al que emigraron los moros de Antequera a quienes Fernando de Antequera, más tarde Fernando I de Aragón, echó de su tierra cuando conquistó dicha ciudad (cómo era costumbre en la época para todos los invasores que entraban en las ciudades que se rendían), allá por el 1410.
En este barrio se encuentra el Carmen Cruz de Piedra. Nos metemos en una especie de pequeño laberinto de calles que nos guarda en su final una grata sorpresa; se trata del Lavadero de la Placeta de la Puerta del Sol o del Mauror; su nombre proviene de la puerta de la muralla zirí construida al pie de las torres Bermejas, llamada del Sol por tener su entrada orientada al saliente y su salida, al poniente. Se trata de una recóndita placeta en la que se puede disfrutar de un alto en el camino para contemplar la puesta de sol sobre la ciudad y en especial una imponente vista de la Catedral. Este bonito lavadero del siglo XVII, con columnas toscanas de piedra de Sierra Elvira, armadura de madera y cubierta de tejas árabes, donde las mujeres del barrio lavaban antiguamente cuando no existía el agua corriente, es un desconocido incluso para muchos granainos.
Ascendemos un poco mas por este laberintico barrio para ir hasta las Torres Bermejas, llamadas así por el color rojizo de sus muros de argamasa, constituyen una fortificación militar que se encuentran en la cima del cerro del Mauror, frente a la Alcazaba de la Alhambra, y separada de este por el barranco de la Sabika.
El actual conjunto fortificado conocido como Torres Bermejas o Fortín del Mauror (Hizn Mawror), es de época zirí. Está formado por tres torres, de las que la sobresale en tamaño la central. Están integradas en un conjunto de torres vigía, situadas en puntos estratégicos, que circundaban la Vega granadina, cuya misión era la de vigilancia y protección.
Torres Bermejas se alza sobre otra fortificación militar, de finales del siglo VIII, que estuvo ligada a la llegada de los primeros pobladores a la colina del Mauror, a partir del siglo VII. Aquí existió un núcleo poblacional ocupado por gentes de origen humilde, labradores y judíos.
Veremos la Fundación Rodríguez Acosta antes de llegar al hotel Palace donde iniciamos en descenso pero a pocos metros tomamos la subida del Camino del Cementerio que nos conducirá hasta el barranco del Abogado; bajamos por él hasta desviarnos para ver el Carmen de las Vistillas de los Ángeles. Desde aquí deshacemos lo andado para regresar al punto de inicio.
Este itinerario lo comenzaremos en el Paseo de las Palmas junto a la Acequia Gorda, que es un ramal del río Genil, construida para regar la Vega de Granada y conocida ya en el siglo XI; sirvió también para abastecer de agua a la población de la cada vez más numerosa plaza granadina. Sus aguas eran fácilmente controladas por la población musulmana, que conocían perfectamente todos los entresijos del regadío de la vega.En la Avenida de las Palmas, la acequia gorda baja paralela a la calle y junto a las casas, hasta tal punto que para salir de las casas hay pequeñas pasarelas creando un pequeño rincón bastante pintoresco, sin embargo coexisten elementos ruinosos en el paisaje.
En este paseo pasaremos por Carmen del Tesoro, Carmen Dar Naguara o casa de las flores, que tras una antigua puerta al estilo nazarí encontramos un magnífico Pilarescondido entre hierbajos. Al final de la calle encontramos un imponente y curioso edificio neomudejar en muy buen estado de conservación.
Llegamos a La Placeta Joe Strummer que está situada en el Realejo, en la curva en la que confluyen la Cuesta de Escoriaza, la Calle Vistillas de los Ángeles, el Paseo de las Palmas y la calle Barranco del Abogado. Esta placeta era anteriormente conocida como la Plaza del Pilar de Escoriaza. La Placeta Joe Strummer está dedicada al fallecido cantante y líder de la banda británica The Clash, buque insignia del punk-rock más exigente de los 70 y 80.
La placeta Joe Strummer y en general todo el Realejo están custodiados por los magníficos graffitis de El Niño de las Pinturas, vecino del barrio. La placeta se dispone en dos niveles, en el inferior cuenta con una fuente de piedra y el superior es terroso y está rodeado de pinos, rodea su perímetro un poyete desde donde se contempla majestuosamente Sierra Nevada. Un lugar tranquilo y pintoresco muy cerca del Antiguo Cuartel de las Palmas.
Subimos por la Calle Vistillas de los Ángeles y al terminar la subida continuaremos a la derecha por la Cuesta del Caidero que enlaza con la Calle Antequeruela Baja, de la que nos desviaremos unos metros para visitar la Casa Museo Manuel de Falla.
La casa de Manuel de Falla se encuentra inundada de objetos personales, muchos de los cuales nunca habían salido de allí, ya que, de hecho, los dejó el propio compositor; quién sabe si pensando en volver pronto. Manuel de Falla salió de España huyendo de lo que le habían hecho en Granada a su amigo Federico García Lorca. Su piano, su mesa de trabajo, su cama... se quedaron aquí. También se exhiben muchos de los regalos que recibió: figurines de Picasso, unas pajaritas de papel, de Miguel de Unamuno, un cuadro del onubense Daniel Vázquez Días, etc. Muy cerca se encuentra el Auditorio Manuel de Falla.
Llegamos al Hotel Palace. El 1 de enero de 1.910, S.M. El Rey D. Alfonso XIII inaugura el Hotel Alhambra Palace. Obra del Duque de San Pedro de Galatino, aristócrata, político, empresario, y sobre todo gran visionario de su época, hace realidad uno de sus mejores sueños. 18.000 turistas visitaban ya por entonces La Alhambra, y esta obra supone el complemento perfecto para el incipiente turismo romántico de la época.
Es el Duque de San Pedro de Galatino el personaje clave de nuestra historia. Anticipó ya entonces que el turismo sería una gran industria, y que sus grandes motores serían la Alhambra y Sierra Nevada. No se equivocó en absoluto. Además del Hotel Alhambra Palace, construyó el llamado Hotel del Duque en Sierra Nevada, al cual dotó de su propia central eléctrica, e, increíblemente, de un tranvía que llevaba a los clientes desde Granada hasta su hotel de Sierra Nevada. Todo ello ideado, promovido y construido por el propio Duque con sus propios recursos.
Participó en la vida empresarial e industrial de Granada, aportando, entre otras cosas, una azucarera industrial y mejoras para la gestión de los productos de la fértil vega de Granada. Y construye, por su propios medios nuestro Hotel, que supone la el primer edificio con estructura de hierro de Andalucía.
Nos adentramos en el antes mencionado Bosque de la Alhambra y nos dirigimos en primer lugar a la Torre y Puerta de la Justicia en cuyos aledaños se encuentra el fenomenal Pilar de Carlos V. Pasamos cerca de la Torre Rocas y llegamos Placeta de Los Aljibes. Junto a ellos se encuentra la Alcazaba en su interior se encuentran las siguientes torres: de la Quebrada, del Homenaje, del Aguadero, de Alquiza, de la Sultana, de la Pólvora, de la Vela, de los Hidalgos, de Armas, del Criado del Doctor Ortiz, del Cubo. Realmente toda una inexpugnable fortaleza.
Posteriormente atravesaremos la bellísima puerta de los Vinos para visitar el Palacio de Carlos V; que es una construcción renacentista. Desde 1958, es sede del Museo de Bellas Artes de Granada y, desde 1994, también es sede del Museo de la Alhambra. Fue mandado construir por el rey Carlos I (emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V) a partir de su boda con Isabel de Portugal, celebrada en Sevilla, en 1526.
Junto a él se encuentran los Palacios Nazaries; conjunto palacial, residencia de los reyes de Granada. Lo empieza a construir el fundador de la dinastía, Alhamar, en el s XIII, aunque las edificaciones que han pervivido hasta nuestros días datan, principalmente, del s XIV. Estos palacios encierran entre sus muros el refinamiento y la delicadeza de los últimos gobernadores hispano-árabes de Al Ándalus, los Nazaríes. En su interior se encuentran las Torres de Muhamad, de Machuca, de Comares y El Peinador de la Reina.
Salimos de la fortaleza por la Puerta de Carros y bordeamos el perímetro amurallado pasando en orden correlativo por las siguientes torres: de Los Abencerrajes, de las Cabezas, de las Brujas, del Capitán, de los Siete Suelos, de Baltasar de la Cruz, de Juan de Arce y del Agua. En este punto nos desviaremos a la izquierda por la Cuesta del Rey Chico o de los Chinos. Debe su nombre a la famosa leyenda histórica por la que Aixa, la madre del ‘Rey Chico’, Boabdil facilitaría la huida de su hijo para encabezar a los rebeldes, que estaban atrincherados en el Albaicín, contra su padre. Entre otras muchas denominaciones; Cuesta de los Molinos o Cuesta de los Muertos, finalmente se la conoce como Cuesta de los Chinos desde que se empedró su tramo inicial, a principios del siglo XX, con cantos rodados.
Este paseo por el camino medieval que unía la Alhambra y los Barrios del Albaicín y Sacromonte discurre por las siguientes torres: del Cabo de la Carrera, de la Infanta, de la Cautiva, del Cadí, de los Picos y de las Damas. Este precioso, carismático y romántico descenso con el murmullo de las cascadas del pequeño arroyo que nos acompaña, con el inconfundible olor a chopos, con esa humedad que sube del cercano río Darro y con la espectacular postal que nos ofrece el Albaicín, es uno de nuestros lugares favoritos de la ciudad.
Llegamos al Puente del Aljibillo sobre el Río Darro y lo cruzamos; muy cercana se encuentra la conocidísima cuesta del Chapíz y Palacio de los Cordoba. Estamos al final del Paseo de los Tristes, otro lugar con unas panorámicas de la fortaleza Nazarí espectaculares. Veremos de derecha a izquierda las Torres de Muhamad, de Machuca, de Comares y Peinador de la Reina y al fono el Generalife.
Muy cerca encontramos el Hotel Reuma con su curiosa historia, la Casa de las Chirimias. Siguiendo el paseo llegamos a la parroquia de San Pedro y San Pablo y la impresionante portada de la Casa de Castril que alberga el museo arqueológico. Desde aquí tenemos unas buenas vistas de la Torre Vela. Más adelante vemos las ruinas del Puente de los tableros o de Cadí junto a el Bañuelo o Baños del Nogal que eran unos antiguos baños árabes.
Pasaremos junto al Puente de Espinosa y nos desviaremos por el Puente de Cabrera subiendo a la Huerta del Loro junto a la cual encontramos dos miradores poco conocidos el del Carmen de Santa Ana y de la Churra. Bajamos y nos quedamos con las ganas de entrar un ratito a descansar en ell Hamman Al Andalus; otro día será.
Salimos de la calleja a la Plaza Nueva donde se encuentra la iglesia de Santa Ana y el cocnocidíimo Pilar del Toro… ¡¡¡una migitilla de esta agua tan fresquita!!!
Por la Calle Hospital de Santa Ana nos dirigimos a la Cuesta de Gomerez; otro de los accesos a la Alhambra; pero a los pocos metros nos desviamos por la Calle Ánimas; entramos en el Barrio del Realejo. Pasear por las calles del Realejo nos da la oportunidad de conocer una de las zonas más antiguas y prósperas de la Granada del siglo XV. A los pies de Torres Bermejas se sitúa un pequeño barrio con aires similares al Albaicín, pero más pequeño, más recoleto y menos visitado. Es el barrio del Mauror, en el que se situaba parte de la Garnata-Al-Yahud (Granada de los judíos). En nuestro paseo iremos descubriendo la gran cantidad de aljibes y pilares de este barrio granadino, entre estas pequeñas obras hidráulicas encontramos el Aljibe de Rodrigo del Campo, que está situado en la Cuesta de Rodrigo del Campo, haciendo esquina con la Calle Paredón Jesús de las Penas. Este aljibe es el único aljibe público musulmán que se conserva dentro del recinto de la Medina de Granada.
Lo más destacable del aljibe de Rodrigo del Campo es su estupenda fachada con un arco de herradura apuntado, realizado en ladrillo y que se apoya sobre impostas de piedra arenisca con moldura en nacela.
Subiendo por una estrecha callejuela encontramos gratamente el Carmen de Maurón. El Carmen del Maurón es un carmen de grandes dimensiones pero que pasa desapercibido debido a que se encuentra rodeado de las calles intrincadas del barrio del Realejo. Existe en una de sus entradas un pequeño pilar que se ve desde la calle Santa Escolástica si se mira a través de la calle Pañera.
El que se atreve a entrar por esa pendiente cuesta, se encuentra un laberinto de calles encantadoras que permiten recorrer lo que se llama la Antequeruela, que es el barrio al que emigraron los moros de Antequera a quienes Fernando de Antequera, más tarde Fernando I de Aragón, echó de su tierra cuando conquistó dicha ciudad (cómo era costumbre en la época para todos los invasores que entraban en las ciudades que se rendían), allá por el 1410.
En este barrio se encuentra el Carmen Cruz de Piedra. Nos metemos en una especie de pequeño laberinto de calles que nos guarda en su final una grata sorpresa; se trata del Lavadero de la Placeta de la Puerta del Sol o del Mauror; su nombre proviene de la puerta de la muralla zirí construida al pie de las torres Bermejas, llamada del Sol por tener su entrada orientada al saliente y su salida, al poniente. Se trata de una recóndita placeta en la que se puede disfrutar de un alto en el camino para contemplar la puesta de sol sobre la ciudad y en especial una imponente vista de la Catedral. Este bonito lavadero del siglo XVII, con columnas toscanas de piedra de Sierra Elvira, armadura de madera y cubierta de tejas árabes, donde las mujeres del barrio lavaban antiguamente cuando no existía el agua corriente, es un desconocido incluso para muchos granainos.
Ascendemos un poco mas por este laberintico barrio para ir hasta las Torres Bermejas, llamadas así por el color rojizo de sus muros de argamasa, constituyen una fortificación militar que se encuentran en la cima del cerro del Mauror, frente a la Alcazaba de la Alhambra, y separada de este por el barranco de la Sabika.
El actual conjunto fortificado conocido como Torres Bermejas o Fortín del Mauror (Hizn Mawror), es de época zirí. Está formado por tres torres, de las que la sobresale en tamaño la central. Están integradas en un conjunto de torres vigía, situadas en puntos estratégicos, que circundaban la Vega granadina, cuya misión era la de vigilancia y protección.
Torres Bermejas se alza sobre otra fortificación militar, de finales del siglo VIII, que estuvo ligada a la llegada de los primeros pobladores a la colina del Mauror, a partir del siglo VII. Aquí existió un núcleo poblacional ocupado por gentes de origen humilde, labradores y judíos.
Veremos la Fundación Rodríguez Acosta antes de llegar al hotel Palace donde iniciamos en descenso pero a pocos metros tomamos la subida del Camino del Cementerio que nos conducirá hasta el barranco del Abogado; bajamos por él hasta desviarnos para ver el Carmen de las Vistillas de los Ángeles. Desde aquí deshacemos lo andado para regresar al punto de inicio.
Waypoints
Castle
2,269 ft
Panorámicas dederecha a izquierda las Torres de Muhamad, de Machuca, de Comares y Peinador de la Reina y al fondo Generalife
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